TERESA LUENGO
Criar o adoptar un hijo es una decisión que sin duda viene más del corazón que de la razón. En sociedades matriarcales, es común ver a la madre de crianza, hijo o hermano de crianza, lo cual refleja cómo ese profundo deseo de formar una familia puede pasar las barreras, abarcar a los propios y a los que no.
Para la psicóloga y docente Karelis Colina lo que impacta en el caso de la adopción es la interpretación que se hace de la ausencia de los padres biológicos y el amor que expresen los sustitutos. La biología establece un vínculo indisoluble, fundamental, pero no necesariamente exclusivo.
Explicó que cuando los sustitutos (sean abuelos, tíos u otros) asumen el rol amorosamente, ese amor es tan poderoso como el original, porque el amor es en sí el recurso más poderoso de la humanidad, y este no acepta nombres ni limitaciones.
El amor es amor y punto de allí que no se considera que pueda haber diferencias emocionales en los hijos.
Para otros especialistas el vínculo de unión entre madre e hijo no se sustituye. Morela Molina, psicopedagoga y coach ontológico y espiritual, explicó que entre las madres biológicas y sustitutas está la misma capacidad de amor y entrega, pero considera que jamás se puede reemplazar a la primera en su totalidad, porque ella lleva ese vínculo afectivo que comienza desde el vientre cuando decide dar la vida.
De su experiencia en las Aldeas Infantiles, relató que la madre sustituta te provee de atenciones, afectos, necesidades sociales, alimento y educación. De lo que no queda duda es de la pureza de su amor y el gran cariño que alberga su corazón para atender niños que no son propios. Igual, aquellas madres que por diversas razones deciden adoptar y asumen ese rol con entrega y responsabilidad, esto solo demuestra que el amor de madre es lo que más se parece al amor de Dios.
Al adoptar un hijo hay que estar consciente que esa herida de abandono, de parte de los padres, si no se canaliza bien y queda abierta puede traer consecuencias en la adultez. A veces nos topamos con casos de mujeres que no recibieron ese amor y están en una continua cadena de males, mientras traen al mundo seres que deben criar.
Una abuela puede criar a su nieto o nieta, aun cuando para muchos esto sea una desventaja generacional. Ellos pueden dar todo el amor y la felicidad, pero ese vínculo con la madre que te dio la vida siempre va estar allí y es parte del misterio de la vida. Igual si la crianza la asume una tía o una madrastra, ejemplificó Molina.
Hay separaciones que si no se canalizan bien pueden detonar carencias afectivas y a su vez causar una distorsión de la realidad. Es cuando hay hijos que se salen de las normas y la familia entra en una crisis de valores.
Voceros del Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idenna) en Maracaibo, capital del estado Zulia, indican que desde el punto de vista legal se han flexibilizado procedimientos para que niños y niñas adoptables no se queden en las instituciones.
La adopción o crianza sustituta ha tomado fuerza en los últimos años en nuestro país, según el Idenna.
El dato
La adopción simple. Una mujer soltera, que puede demostrar su estabilidad laboral, consignar los recaudos y aprobar las evaluaciones psicosociales, puede calificar para una adopción simple.
A diferencia de las adopciones conjuntas (en pareja hombre-mujer) hay quienes ven la posibilidad de convertirse en madres y formar una familia con estos niños. Por lo general son mujeres trabajadoras, viven en un hogar estable, han agotado procedimientos para embarazos y no necesariamente conviven con una pareja.
La cifra
80 por ciento de las madres que deciden irse del país se llevan consigo a sus hijos. Si no pueden retornar, los sustitutos son los encargados del traslado y entrega de los menores de edad a sus progenitoras.
El alerta
El amor materno frente a la diáspora
Con la migración masiva que hay en el país, la Defensoría General en materia de niños, niñas y adolescentes, ha emitido las autorizaciones respectivas a los sustitutos, siempre y cuando se tenga el consentimiento de los padres. A través de esta institución se ha orientado a los padres y brindado la asistencia legal para estos procedimientos.a que hay en el país, la Defensoría General en materia de niños, niñas y adolescentes, ha emitido las autorizaciones respectivas a los sustitutos, siempre y cuando se tenga el consentimiento de los padres. A través de esta institución se ha orientado a los padres y brindado la asistencia legal para estos procedimientos.
La duda
Fuertes o débiles ante las circunstancias
Ser una “mamá de corazón” en Venezuela, sea por adopción, o que la crianza la asume una abuela, tía u otra, es un acto de amor y valentía. Ellas se las ingenian para superar las dificultades para conseguir pañales, alimentos, medicinas y proveer de lo básico.
Esta realidad ahora le da más oportunidades a niños no tan pequeños que albergan estas instituciones.
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