Un nuevo año se cumplió desde que la periodista venezolana Kalinina Ortega saliera de su casa para cobrar su pensión y desapareciera sin dejar ningún rastro. Hasta la fecha sus familiares han esperado su regreso y no se han resignado a no saber qué pasó con la condecorada comunicadora.
A través de las redes sociales sus familiares le hicieron llamado al Ministerio Público, así como al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) para que no olviden el caso, que a su juicio no ha sido manejado de una manera adecuada.
“En verdad las autoridades ni el CICPC solo saben decir lo que siempre han dicho: ¿qué han hecho ustedes? En fin que nadie parece importarles”, señala su hermana Nadestha Ortega en un post publicado en la red social Facebook conmemorando el cuarto aniversario de su desaparición.
Los familiares han cumplido con el peregrinar que tristemente deben realizar los familiares de las personas que desaparecen: recorrido que parte de la esperanza de encontrarlos con vida en las buscan por cuarteles policiales, hospitales, albergues, y hasta armarse de valor para encontrar sus cuerpos en la morgue. En el caso de Kalinina en ningún lugar sus seres queridos han conseguido respuestas que les permitan cerrar el ciclo en el que quedaron atrapados.
La última vez que alguien vio a Kalinina Ortega fue el primero de octubre del año 2016, cuando salió de su casa ubicada en San Bernardino a cobrar su pensión, luego nada se supo de ella hasta que una amiga intentó contactar con ella y no la encontró, nueve días después fue denunciada su desaparición.
A pesar de ser una periodista reconocida, quien en los años 70 y 80 cosechó premios nacionales y es seguidora del gobierno, ninguna autoridad se ha interesado en su localización, nada ha impulsado la investigación para determinar qué pasó con ella.
Sus familiares no pierden la esperanza de encontrarla y poder cerrar un ciclo.
A través de las redes sociales sus familiares le hicieron llamado al Ministerio Público, así como al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) para que no olviden el caso, que a su juicio no ha sido manejado de una manera adecuada.
“En verdad las autoridades ni el CICPC solo saben decir lo que siempre han dicho: ¿qué han hecho ustedes? En fin que nadie parece importarles”, señala su hermana Nadestha Ortega en un post publicado en la red social Facebook conmemorando el cuarto aniversario de su desaparición.
Los familiares han cumplido con el peregrinar que tristemente deben realizar los familiares de las personas que desaparecen: recorrido que parte de la esperanza de encontrarlos con vida en las buscan por cuarteles policiales, hospitales, albergues, y hasta armarse de valor para encontrar sus cuerpos en la morgue. En el caso de Kalinina en ningún lugar sus seres queridos han conseguido respuestas que les permitan cerrar el ciclo en el que quedaron atrapados.
La última vez que alguien vio a Kalinina Ortega fue el primero de octubre del año 2016, cuando salió de su casa ubicada en San Bernardino a cobrar su pensión, luego nada se supo de ella hasta que una amiga intentó contactar con ella y no la encontró, nueve días después fue denunciada su desaparición.
A pesar de ser una periodista reconocida, quien en los años 70 y 80 cosechó premios nacionales y es seguidora del gobierno, ninguna autoridad se ha interesado en su localización, nada ha impulsado la investigación para determinar qué pasó con ella.
Sus familiares no pierden la esperanza de encontrarla y poder cerrar un ciclo.
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