“Mi mamá abrió un hueco y se metió para irse a Catia” fue una de las claves dadas por el hijo de la joven asesinada en Catia que ayudaron a los funcionarios policiales a esclarecer el crimen perpetrado por David Jesús Burguillos el martes de la semana pasada.

Informaciones suministradas por familiares de Keiderly Morán, indican que el niño de cuatro años de edad, no solo habría sido testigo del asesinato de la joven estudiante, sino que además habría visto cuando fue enterrada en un barranco ubicado detrás de la casa donde vivía la mujer.

El domingo pasado, el pequeño dio otro dato que permitió a los familiares atar nuevos cabos sobre la desaparición. Ese día le dijo a una de sus tías que su mamá “estaba en una cama en un hospital y se había ido no volver”.

Ante las revelaciones que suministraba el pequeño la familia presionó a Burguillos y el sujeto dejó entrever su supuesta coartada: él sospechaba que Keiderly tenía una relación otro hombre y sería ese sujeto quien estaría implicado en su desaparición.

En ese momento familiares de la joven desaparecida le dijeron a David que si él sabía algo, tenía que haberlo dicho a la policía para ampliar la búsqueda, le pidieron que fuese a declarar al día siguiente, o sea el lunes pasado y cuando acudieron al Cicpc, los funcionarios dejaron detenido al hombre, quien ante la presión de los investigadores terminó reconociendo el homicidio.

Lo tenía todo planificado
Según informaciones suministradas por familiares de la víctima el sujeto tenía planificado el crimen.

La pareja había terminado su relación hacía más de un año, sin embargo, David Jesús Burguillos se mantenía en la casa porque no tenía otro lugar a dónde irse, compartían el techo, pero más nada.

Según los familiares el lunes 18 de mayo Burguillos intentó reconciliarse con Keiderly pero fue rechazado. El martes, la joven fue a visitar unos familiares y regresó a su casa al finalizar la tarde, “esa noche la música sonó a todo volumen en la casa. Algunos dicen que escucharon a mi prima cantando, pero otros indicaron que escucharon a una persona pidiendo auxilio, en verdad lo que escucharon fue a Keiderly tratar, vanamente, de conseguir ayuda”.

Luego entró el período de la mentira, el cuento, mientras por una parte le decía a la familia que la joven se había ido, por la otra bajó hasta una arenera ubicada en la parte de atrás de su casa y allí cavó en una zona de difícil acceso una tumba con la intención de esperar que llegaran las lluvias y en una crecida los restos fuesen arrastrados.

“Casi lo logra, a pesar de que iniciaron la búsqueda del cadáver los funcionarios no lo encontraban, los detectives tuvieron que llevar a David Burguillos hasta el lugar para que él dijera donde estaban los restos, a las 4:00 pm, luego de mucho esfuerzo lograron sacar el cadáver. Pocos minutos después comenzó a llover fuerte y el río creció mucho, si hubiesen tardado más la crecida se hubiese llevado los restos de Keiderly”.