OMS: El propósito no era investigar a China, sino obtener lecciones para el futuro
La misión que se anunció a hace unos meses para rastrear el origen del coronavirus en China ha llegado a su fin. El panel de 17 expertos de la Organización Mundial de la Salud han puesto rumbo a sus países
Caracas.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) insistió este martes que sobre la polémica de la misión a Wuhan: el propósito no era "investigar a China", sino obtener lecciones para el futuro, destacó El Mundo de España.
La misión que se anunció a hace unos meses para rastrear el origen del coronavirus en China ha llegado a su fin. El panel de 17 expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)han puesto rumbo a sus países un mes después de aterrizar en Wuhan (la mitad del cual han guardado cuarentena en un hotel) y tras haber avanzado los resultados de su investigación el pasado martes junto a sus homólogos chinos. El informe completo será publicado por la OMS la próxima semana, precisó por su parte El Diario de España.
Según los primeros resultados, la COVID-19 se trataría de una enfermedad de origen animal pero se desconoce aún qué especie contagió a un humano por primera vez. Descartan que fuese el murciélago o el pangolín, puesto que no había poblaciones de estos mamíferos cerca de Wuhan, y sus siguientes hipótesis son que otro animal actuase como intermediario o que llegase a través de los productos congelados que abastecen a los mercados de la región de Hubei. También han concluido que la lonja de Huanan no fue el origen de la transmisión comunitaria, como se creía en un inicio, y que el virus no se liberó a propósito de ningún laboratorio, hipótesis cargada de tintes racistas y extendida entre los críticos con el hermetismo de la República Popular China. No obstante, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que todas las teorías se siguen estudiando, incluida la del escape.
El país asiático ha sido acusado por el propio Ghebreyesus de torpedear la llegada del equipo extranjero y de dilatar la máximo la misión, que se ha llevado a cabo un año y dos meses después de haber registrado el primer caso. En la rueda de prensa, Liang Wannian, jefe de la delegación china, incidió en cambio en la estrecha colaboración que mantuvieron el gobierno de su país y sus científicos con los foráneos durante todo este mes. A su lado, Peter Ben Embarek y Marion Koopmans, cabecilla de la misión de la OMS y viróloga integrante de la misma, suscribieron sus palabras.
No fue hasta este fin de semana cuando otro de los miembros del equipo internacional, el australiano Dominic Dwyer, confesó a Reuters que China se había negado a compartir datos importantes durante la investigación. Un día antes, The Wall Street Journal había lanzado un reportaje acusando a Pekín de lo mismo según testimonios de investigadores anónimos de la OMS.
El experto en infecciones contó a la agencia de noticias que cuando pidieron los perfiles en bruto de los primeros casos de COVID-19 las autoridades sanitarias chinas les entregaron un resumen. De los 174 primeros infectados en diciembre de 2019, solo la mitad había tenido relación de alguna manera con el mercado de Huanan, por lo que los investigadores internacionales necesitaban esos datos para llegar a otros posibles focos. "No sé si es por cuestiones políticas, de tiempo u otras dificultades (…) solo sería especular", añadió Dwyer.
La misión que se anunció a hace unos meses para rastrear el origen del coronavirus en China ha llegado a su fin. El panel de 17 expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)han puesto rumbo a sus países un mes después de aterrizar en Wuhan (la mitad del cual han guardado cuarentena en un hotel) y tras haber avanzado los resultados de su investigación el pasado martes junto a sus homólogos chinos. El informe completo será publicado por la OMS la próxima semana, precisó por su parte El Diario de España.
Según los primeros resultados, la COVID-19 se trataría de una enfermedad de origen animal pero se desconoce aún qué especie contagió a un humano por primera vez. Descartan que fuese el murciélago o el pangolín, puesto que no había poblaciones de estos mamíferos cerca de Wuhan, y sus siguientes hipótesis son que otro animal actuase como intermediario o que llegase a través de los productos congelados que abastecen a los mercados de la región de Hubei. También han concluido que la lonja de Huanan no fue el origen de la transmisión comunitaria, como se creía en un inicio, y que el virus no se liberó a propósito de ningún laboratorio, hipótesis cargada de tintes racistas y extendida entre los críticos con el hermetismo de la República Popular China. No obstante, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que todas las teorías se siguen estudiando, incluida la del escape.
El país asiático ha sido acusado por el propio Ghebreyesus de torpedear la llegada del equipo extranjero y de dilatar la máximo la misión, que se ha llevado a cabo un año y dos meses después de haber registrado el primer caso. En la rueda de prensa, Liang Wannian, jefe de la delegación china, incidió en cambio en la estrecha colaboración que mantuvieron el gobierno de su país y sus científicos con los foráneos durante todo este mes. A su lado, Peter Ben Embarek y Marion Koopmans, cabecilla de la misión de la OMS y viróloga integrante de la misma, suscribieron sus palabras.
No fue hasta este fin de semana cuando otro de los miembros del equipo internacional, el australiano Dominic Dwyer, confesó a Reuters que China se había negado a compartir datos importantes durante la investigación. Un día antes, The Wall Street Journal había lanzado un reportaje acusando a Pekín de lo mismo según testimonios de investigadores anónimos de la OMS.
El experto en infecciones contó a la agencia de noticias que cuando pidieron los perfiles en bruto de los primeros casos de COVID-19 las autoridades sanitarias chinas les entregaron un resumen. De los 174 primeros infectados en diciembre de 2019, solo la mitad había tenido relación de alguna manera con el mercado de Huanan, por lo que los investigadores internacionales necesitaban esos datos para llegar a otros posibles focos. "No sé si es por cuestiones políticas, de tiempo u otras dificultades (…) solo sería especular", añadió Dwyer.
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