Unos 3.000 desplazados en Colombia por enfrentamientos entre bandas del narcotráfico
Desde enero se han incrementado los conflictos entre bandas rivales, esto ha ocasionado que cada día más personas busquen salir de estas zonas de riesgo
Bogotá.- Poco más de 3.000 personas, entre ellas un millar de niños, fueron desplazadas en el municipio de Tumaco, en el suroeste de Colombia, por enfrentamientos entre grupos narcotraficantes que se disputan el control de zonas cocaleras, informó este lunes la autoridad local.
"Existe la posibilidad de que sea un poco más (alta) la cifra, pero en este momento hemos hecho un corte de 1.179 familias y 3.031 personas que han tenido que desplazarse", incluidos 1.044 niños, dijo la alcaldesa del municipio de Tumaco, María Emilsen Angulo a AFP.
Las personas huyeron de sus hogares "por enfrentamientos de grupos al margen de la ley que se disputan el territorio" en aldeas próximas al Río Chagüi, agregó Angulo.
La Defensoría del Pueblo informó que en la zona rural de Tumaco -en el departamento de Nariño- se han registrado desde finales de 2019 enfrentamientos entre tres grupos armados, integrados por disidentes de la antigua guerrilla de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz firmado con el gobierno de Juan Manuel Santos en 2016.
Desde enero "se han seguido incrementando, lo que ha hecho de que paulatinamente la gente vaya saliendo de la zona rural hacia la zona urbana", expresó la alcaldesa.
Ubicado sobre el Pacífico, Tumaco es considerado un corredor clave para la salida de cocaína hacia Estados Unidos, principal consumidor de esa droga. También es el segundo municipio con más narcocultivos en Colombia.
"Su condición insular la hace de especial interés para grupos armados ilegales, ya que se encuentra estratégicamente ubicada... en una ruta que permite el tráfico de drogas... hacia Centroamérica", antes de ingresar a Norteamérica, indicó la Defensoría del Pueblo.
Colombia es el mayor productor de cocaína en el mundo, con 169.000 hectáreas sembradas, especialmente en zonas fronterizas como el departamento de Nariño y Norte de Santander.
El gobierno de Iván Duque señala al narcotráfico como responsable de la espiral de violencia que desde 2016 ha cobrado la vida de al menos 303 líderes sociales o activistas de derechos humanos.
Aunque el acuerdo de paz con la exguerrilla comunista de las FARC alivió un conflicto armado de más de medio siglo, múltiples grupos armados ilegales colombianos y carteles mexicanos, como el de Sinaloa, se disputan las zonas cocaleras, según autoridades.
"Existe la posibilidad de que sea un poco más (alta) la cifra, pero en este momento hemos hecho un corte de 1.179 familias y 3.031 personas que han tenido que desplazarse", incluidos 1.044 niños, dijo la alcaldesa del municipio de Tumaco, María Emilsen Angulo a AFP.
Las personas huyeron de sus hogares "por enfrentamientos de grupos al margen de la ley que se disputan el territorio" en aldeas próximas al Río Chagüi, agregó Angulo.
La Defensoría del Pueblo informó que en la zona rural de Tumaco -en el departamento de Nariño- se han registrado desde finales de 2019 enfrentamientos entre tres grupos armados, integrados por disidentes de la antigua guerrilla de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz firmado con el gobierno de Juan Manuel Santos en 2016.
Desde enero "se han seguido incrementando, lo que ha hecho de que paulatinamente la gente vaya saliendo de la zona rural hacia la zona urbana", expresó la alcaldesa.
Ubicado sobre el Pacífico, Tumaco es considerado un corredor clave para la salida de cocaína hacia Estados Unidos, principal consumidor de esa droga. También es el segundo municipio con más narcocultivos en Colombia.
"Su condición insular la hace de especial interés para grupos armados ilegales, ya que se encuentra estratégicamente ubicada... en una ruta que permite el tráfico de drogas... hacia Centroamérica", antes de ingresar a Norteamérica, indicó la Defensoría del Pueblo.
Colombia es el mayor productor de cocaína en el mundo, con 169.000 hectáreas sembradas, especialmente en zonas fronterizas como el departamento de Nariño y Norte de Santander.
El gobierno de Iván Duque señala al narcotráfico como responsable de la espiral de violencia que desde 2016 ha cobrado la vida de al menos 303 líderes sociales o activistas de derechos humanos.
Aunque el acuerdo de paz con la exguerrilla comunista de las FARC alivió un conflicto armado de más de medio siglo, múltiples grupos armados ilegales colombianos y carteles mexicanos, como el de Sinaloa, se disputan las zonas cocaleras, según autoridades.
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