En mayo de 2018 se celebró la boda real entre el príncipe Harry y Meghan Markle. La prensa generó una intriga muy mal intencionada, que giraba siempre en torno a un tema que vende titulares: la diferencia de raza entre los contrayentes. Muchos pronosticaban que la Casa Real había sido penetrada por el escándalo y la farándula y realmente no se equivocaron.

En defensa de la Casa Real británica hay que decir que es querida y respetada y que ha servido de equilibrio para una democracia sólida, los ingleses le deben mucho a su Reina.

En días recientes Meghan apareció en una entrevista con una de las influencer mas importantes de la TV de EEUU y acusó a la familia real de racismo, aseverando que pensó inclusive en el suicidio. Esto es un auténtico descaro, con fines económicos, claro está, Meghan como buena artista que es, escribe su propio guion y se queda con el papel protagónico.

Parte de la historia de esta “linda parejita”:

Meghan es hija de padre blanco y madre negra; sus padres se separaron cuando ella tenia 6 años de edad. Con el padre todo marchaba bien hasta que, momentos previos a la boda, Meghan decidió alejarlo de su vida. Como estudiante ella era una más : “del montón”; ojo, no digo del "monte", para no herir susceptibilidades. Estuvo casada con una persona que la ayudó a surgir en el mundo del espectáculo y, un buen día, después de haber llegado a su
“cima” lo dejó. Según el periodista Andrew Morton “Meghan se portó de manera cruel pues decidió concluir su matrimonio por medio de un correo electrónico”.¡ Bravo!

Cuento de hadas
Es innegable que ella es una buena profesional, también es bella físicamente pero, en definitiva, carece de sentido común. Meghan sabía a dónde entraba y que su matrimonio no sería un cuento de hadas.

Esta pareja está destinada al fracaso pues la vida no puede sustentarse en logros económicos gracias a conflictos. La prensa se aburrirá de ellos y ella de su príncipe, que dejará de ser “azul".

Dudo mucho que exista animadversión y racismo hacia Meghan en la Casa Real británica. Seguramente no será la preferida, pero ella debe de respetar la jerarquía; los reyes y las reinas existen desde épocas bíblicas y en Inglaterra seguirán por los siglos de los siglos.

¿Gracioso?
Sobre el príncipe Harry, como dirían en Venezuela, no es ningún “niño Jesús”; una carrera etílica de escándalo y un círculo de amistades cuestionables. Recuerdo aquel evento en el que se puso un uniforme nazi para hacerse el gracioso. Lástima que no haya sacado la bondad de su madre; menos mal que la línea de su hermano Guillermo será la sucesora de ese reino.

Meghan no llegará a reinar, pero no por ser negra, sino simplemente porque no le corresponde. Sin embargo por ahora como dicen por allí: “calladita te ves más bonita”.

Meghan: al final te vas a quedar como una rosa la cual, a pesar de ser hermosa, se marchita en el rosal.

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