En el edificio ubicado en una zona semi-industrial de Caracas, además de operar una empresa de equipos eléctricos y confección de carteras, están dos compañías que incluso tienen solicitudes de trabajo del propio Estado, pues confeccionan mascarillas de seguridad, entre otros insumos.

En el caso de Comercializadora Troya, su representante Mariela Álvarez, indicó que se dedican a distribuir “productos de limpieza como coletos, esponjas de cobre, pabilo, palos de madera, todo lo relacionado con limpieza del hogar”, implementos esenciales para la desinfección de áreas en el hogar o incluso instalaciones públicas. 

“Tenemos como unos treinta y cinco años en el edificio arrendados y el personal que trabaja con nosotros está muy preocupado por no perder su puesto de trabajo si la empresa no puede seguir laborando”, destaca Álvarez.

“Es muy injusto porque hemos estado tratando siempre de trabajar no solamente en pro de nosotros como empresarios, sino de nuestros empleados. Ellos trabajan con nosotros desde hace quince, dieciocho años, y bueno, es triste que esto esté sucediendo, que las personas que quieren trabajar o que queremos trabajar pues no puedan por acciones como esta”, acota.

Dijo que pese a haber colocado las respectivas denuncias en los entes competentes, “nos sentimos sumamente dolidos porque no tenemos ni apoyo de nadie ni tenemos ningún tipo de lugar a donde ir para seguir trabajando. Sentimos frustración porque no sabemos qué va a pasar con nuestras empresas”.

Confecciones Monel es otra de las empresas afectadas por la toma del edificio Padrón el pasado 06 de mayo. Florencio Mariñas, propietario de la compañía, explica que se dedican a elaborar morrales, koalas, todo lo que es material comercial. Cuentan con treinta y cinco años operando.

Ante la situación del Covid-19 parte del trabajo cambió y también se dedicaron a cooperar con la atención de la emergencia sanitaria. “Desde el Gobierno nos solicitaron hacer tapabocas y las muchachas del equipo, incluso las que no podían venir por el tema transporte, los hacían desde sus casas con el material que está alojado en el edificio Padrón”, explica Mariñas.

Afirmó que también se le solicitó a la empresa “hacer 50 mil bolsas grandes, que se iban a utilizar como fundas para el manejo de cuerpos”, en caso de que se presentara una emergencia sanitaria a gran escala.

Adicionalmente cuenta que “también tenía un pedido del Gobierno para hacer morrales, ocho millones, de los escolares con el tricolor, pero tampoco lo pudimos emprender por esta situación”.

Mariñas espera que todo se resuelva pronto. “Yo tengo ochenta años pero todavía estoy en muy plena actividad y quiero seguir, por Venezuela”, explica.

Las otras empresas afectadas por la toma ilegal de las instalaciones son la compañía Industrial Power Lines, que fabrica equipos de protección electrónica, reguladores de voltaje, supresores de pico de energía y calentadores de agua electrónicos. También está Diseños Vera Moda, una fábrica de carteras de dama, con treinta años en el mercado.