Empresas que operan en el edificio Padrón piden desalojo de invasores
La instalación industrial de la parroquia San Pedro de Caracas alberga a cuatro compañías activas. Denuncian que 30 trabajadores directos e indirectos están siendo perjudicados
Caracas.- Cuatro empresas están siendo afectadas desde el pasado 06 de mayo, día en el que un grupo de personas no identificadas tomaron las instalaciones del edificio Padrón, ubicado en la calle Internacional con avenida Victoria, en la parroquia San Pedro de Caracas.
Los afectados indican que sus industrias, todas activas desde hace más de 30 años, están operativas y que incluso una de ellas, especializada en el área de la confección, había recibido pedidos del Gobierno para atender la emergencia por el Covid-19, con la elaboración de tapabocas y bolsas para cuerpos, en caso de que la situación sanitaria se complicara.
Precisaron que “alrededor de 30 trabajadores directos e indirectos están siendo perjudicados” con toma de las instalaciones por parte de este grupo de personas.
Eduardo Martucci, director gerente de la empresa Industrial Power Lines, uno de los perjudicados por la acción, dijo que “desde el pasado 6 de mayo, cerca de las 7:30 pm, 30 sujetos invadieron el edificio. Actuaron la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) y a la Policía Nacional Bolivariana, cuyos efectivos llegaron de manera oportuna y cuando se disponían para entrar y negociar la salida de los tomistas, recibieron vía radio una comunicación diciéndoles que tenían que retirarse”.
Indican los empresarios que la zona es semi-industrial y “en efecto cerca de allí están los galpones del Instituto de Previsión y Asistencia Social para el Personal del Ministerio de Educación (Ipasme); está la fábrica de pan El Cisne, varias mayoristas de ferretería, hay un mayorista de partes y piezas para vehículos, y en el local de al lado funciona un mayorista de artículos del hogar”.
Aseguran que el edificio Padrón no es un lugar apto para vivir.
“Parece que había entre treinta a cuarenta personas, pero nunca los vimos porque ellos apagaron todas las luces, cerraron con candado desde adentro y el funcionario del FAES quien solicitó hablar con uno de los voceros, no pudo hacerlo porque no salieron”, agregó Martucci.
Industrial Power Lines fabrica equipos de protección electrónica, reguladores de voltaje, supresores de pico de energía y calentadores de agua electrónicos.
“Tenemos treinta y siete años operando”, explica Martucci. “Es un edificio industrial donde quedan cuatro empresas, la sede tiene cuatro pisos y cada planta tiene trescientos y tantos metros y cada empresa está ubicada en una planta. Desde el año pasado hemos tenido varios intentos de invasión que han podido ser controlados por las fuerzas policiales, pero la amenaza se había agudizado en los últimos días y se concretó aprovechando que estamos en cuarentena”.
Parte de los incidentes
El sábado pasado hubo “un intento de invasión que fue controlado por el FAES y se llevaron detenidas a las personas porque estaban en flagrancia”, pero “el miércoles a las siete y media de la noche recibí una llamada de la trabajadora residencial del edificio, angustiada, porque se estaban ya metiendo para las plantas”, agregó Martucci.
“Se llamó a las fuerzas de la policía, se hicieron presentes inmediatamente y cuando iban a forzar las puertas, porque le pusieron candado por dentro de los barrotes, recibieron, vía radio, una comunicación diciéndoles que tenían que retirarse, no podían ayudar en ese procedimiento porque había una orden superior”, reiteró.
Hicieron un llamado a la Alcaldía de Caracas para que “actúe de manera transparente” sobre la situación.
“Cuando hubo la primera invasión les llevamos toda la documentación de las empresas, contratos de arrendamiento, permisologías de la municipalidad. Nos pasaron con el Director de Control Urbano, quien nos dijo de manera bien fuerte “se tienen que ir ya”, refiriéndose a no usar más el edificio para operar las empresas.
“Yo le dije bueno, pero es que no hay una orden de desalojo, los desalojos están prohibidos y entonces pues nosotros comenzamos con una lucha, yendo al Ministerio Público. Lo que es grave es que sean funcionarios de la alcaldía”, explicó, quienes no precisen “qué hay detrás de las acciones contra el edificio y las empresas que legalmente están instaladas allí”.
“Después tuvimos varias reuniones con la Síndico Procuradora y ella también nos dijo que nos teníamos que ir”, amplió.
Las otras empresas afectadas por la toma ilegal de las instalaciones son Comercializadora Troya, dedicada a distribuir productos de limpieza. También está Diseños Vera Moda, una fábrica de carteras de dama, con treinta años en el mercado, y Confecciones Monel, una empresa dedicada a confeccionar morrales, koalas y material promocional para empresas.
Los afectados indican que sus industrias, todas activas desde hace más de 30 años, están operativas y que incluso una de ellas, especializada en el área de la confección, había recibido pedidos del Gobierno para atender la emergencia por el Covid-19, con la elaboración de tapabocas y bolsas para cuerpos, en caso de que la situación sanitaria se complicara.
Precisaron que “alrededor de 30 trabajadores directos e indirectos están siendo perjudicados” con toma de las instalaciones por parte de este grupo de personas.
Eduardo Martucci, director gerente de la empresa Industrial Power Lines, uno de los perjudicados por la acción, dijo que “desde el pasado 6 de mayo, cerca de las 7:30 pm, 30 sujetos invadieron el edificio. Actuaron la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) y a la Policía Nacional Bolivariana, cuyos efectivos llegaron de manera oportuna y cuando se disponían para entrar y negociar la salida de los tomistas, recibieron vía radio una comunicación diciéndoles que tenían que retirarse”.
Indican los empresarios que la zona es semi-industrial y “en efecto cerca de allí están los galpones del Instituto de Previsión y Asistencia Social para el Personal del Ministerio de Educación (Ipasme); está la fábrica de pan El Cisne, varias mayoristas de ferretería, hay un mayorista de partes y piezas para vehículos, y en el local de al lado funciona un mayorista de artículos del hogar”.
Aseguran que el edificio Padrón no es un lugar apto para vivir.
“Parece que había entre treinta a cuarenta personas, pero nunca los vimos porque ellos apagaron todas las luces, cerraron con candado desde adentro y el funcionario del FAES quien solicitó hablar con uno de los voceros, no pudo hacerlo porque no salieron”, agregó Martucci.
Industrial Power Lines fabrica equipos de protección electrónica, reguladores de voltaje, supresores de pico de energía y calentadores de agua electrónicos.
“Tenemos treinta y siete años operando”, explica Martucci. “Es un edificio industrial donde quedan cuatro empresas, la sede tiene cuatro pisos y cada planta tiene trescientos y tantos metros y cada empresa está ubicada en una planta. Desde el año pasado hemos tenido varios intentos de invasión que han podido ser controlados por las fuerzas policiales, pero la amenaza se había agudizado en los últimos días y se concretó aprovechando que estamos en cuarentena”.
Parte de los incidentes
El sábado pasado hubo “un intento de invasión que fue controlado por el FAES y se llevaron detenidas a las personas porque estaban en flagrancia”, pero “el miércoles a las siete y media de la noche recibí una llamada de la trabajadora residencial del edificio, angustiada, porque se estaban ya metiendo para las plantas”, agregó Martucci.
“Se llamó a las fuerzas de la policía, se hicieron presentes inmediatamente y cuando iban a forzar las puertas, porque le pusieron candado por dentro de los barrotes, recibieron, vía radio, una comunicación diciéndoles que tenían que retirarse, no podían ayudar en ese procedimiento porque había una orden superior”, reiteró.
Hicieron un llamado a la Alcaldía de Caracas para que “actúe de manera transparente” sobre la situación.
“Cuando hubo la primera invasión les llevamos toda la documentación de las empresas, contratos de arrendamiento, permisologías de la municipalidad. Nos pasaron con el Director de Control Urbano, quien nos dijo de manera bien fuerte “se tienen que ir ya”, refiriéndose a no usar más el edificio para operar las empresas.
“Yo le dije bueno, pero es que no hay una orden de desalojo, los desalojos están prohibidos y entonces pues nosotros comenzamos con una lucha, yendo al Ministerio Público. Lo que es grave es que sean funcionarios de la alcaldía”, explicó, quienes no precisen “qué hay detrás de las acciones contra el edificio y las empresas que legalmente están instaladas allí”.
“Después tuvimos varias reuniones con la Síndico Procuradora y ella también nos dijo que nos teníamos que ir”, amplió.
Las otras empresas afectadas por la toma ilegal de las instalaciones son Comercializadora Troya, dedicada a distribuir productos de limpieza. También está Diseños Vera Moda, una fábrica de carteras de dama, con treinta años en el mercado, y Confecciones Monel, una empresa dedicada a confeccionar morrales, koalas y material promocional para empresas.
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