Barinas.- Unas 250 personas necesitan cumplir con un proceso de diálisis, derivados de sus problemas renales, y en Barinas hacen un titánico esfuerzo para no perder la cita, debido a los inconvenientes que trae consigo la falta de combustible y la cuarentena radical.

Este lunes, un motorizado tomó una carrucha metálica que normalmente usa en actividades de carga de herramientas de trabajo y cachivaches, para trasladar a un familiar a la diálisis en el Hospital Luis Razetti de Barinas. Utilizar un carro es más complicado por la falta de gasolina.

Más tarde, una mujer de tercera edad llegó a la unidad de diálisis en una silla de extensión, donde permanece debido a problemas en la columna que impiden su fácil movilización. Su familia también requiere de combustible para garantizarle el traslado.

La distribución de gasolina en Barinas que se rige por número de placas cada cinco días, se puede acceder sólo en la semana de flexibilización, y durante los siete días de radicalización se limita al sector salud y transporte de alimentos.