Espacio publicitario

Alexis Hernández: Un larense cuya tarjeta de presentación es la música

No se quiere ir del país, su vida está aquí a pesar de las circunstancias, le da gracias a la vida por las oportunidades que le dio, y a la gente que lo ayudó a crecer a formarse y a creer

  • MARLA PRATO

30/05/2020 09:50 pm

Lara.- Alexis Hernández le hace honor a la capital musical del país, Barquisimeto, ciudad que lo vio nacer, crecer y desarrollarse para convertirse en un violinista excepcional y un músico integral a toda prueba.

Tiene toda una vida en esta ciudad, a la cual no quiere abandonar por nada del mundo a pesar de las circunstancias. Aquí nací, crecí, soñé, fui feliz e infeliz, reí y lloré, aprendí a vivir, conocí el amor y la música esa fuerza vital que me llena el alma, los sentidos y me ofrece toda una gama de sentimientos, me inspira.

Aquí tengo mis proyectos junto a Michelle mi esposa, que me ayudó a salir de la bohemia esa que dan los recitales, los encuentros, las alegrías y las rumbas sabrosas de los amigos de la familia.

“Tengo estudiando música toda la vida”

Su contacto con los sonidos musicales empezó muy temprano en la vida, apenas cumplía los 3 años cuando su padre, sin proponérselo, lo introdujo en el mundo de la música del cual más nunca se separó.

A partir de allí empezó una carrera frenética para compartir la vida y la educación formal, primaria, bachillerato, universidad con la preparación musical que mantuvo por mucho tiempo sus altibajos por dificultades económicas, por tiempo, por querer cumplir con todo el mundo, pero su pasión inquebrantable lo mantuvo y lo sigue manteniendo hasta hoy.

No se arrepiente de nada- dice muy seguro. Tuve la oportunidad de encontrarme con mucha gente que me apoyó, iniciándome en esto mi papá que era profesor en el liceo Jacinto Lara de Cabudare y cuando elaboró un proyecto musical me incluyó.

Las maracas fueron el primer instrumento que toqué durante las presentaciones que hacían los alumnos del liceo, claro a los 3 años era lo mejor según mi papa. La agrupación contaba con alumnos y músicos que tocaban arpa, cuatro y maracas, y participamos en muchos eventos.

Las inclinaciones musicales solo tocaron a Alexis en su familia, aun cuando tenía descendencia relativa al ser el maestro Alirio Díaz tío de su mamá, por lo que tuvo la oportunidad de compartir con él y tocar en el teatro Alirio Díaz de Carora. Vinicio Adames también porque fue primo de su abuela paterna. Pero a partir de allí más nada, solo el contacto casual que se convirtieron en constantes con figuras de la música de Lara y de otras partes del país. 

Profesores, monjas, y familia “me ayudaron”- dice mientras enumera un listado grande de personas porque teme que se le olvide alguno.

La flauta dulce fue su primer contacto con la formación académica musical, estaba en cuarto grado y la hermana Pilar su guía, transcurrieron 5º y 6º grados, mientras alternaba con el cuatro que aprendió con el maestro Amado López y finalmente dio su primer concierto en el Ambrosio Oropeza con el grupo Cuatro y más Cuatro.

En el año 1988 hizo su primera audición en la escuela Vicente Emilio Sojo y fue aceptado, pero era una escuela elitesca, los instrumentos muy costosos y allí no impartían cuatro solo piano, guitarra, violín.

Y fue el profesor Guillermo Gabinelli quien lo introdujo en el mundo del violín, instrumento que le fascinó por el sonido. Cuenta Alexis, que su primer violín lo compró en la casa Inamoto y así entró en la agrupación Cuerdas Infantiles para después ingresar a la orquesta Arcos Juveniles en 1992.

Antes- relata- no había muchos profesores de música, solo los que salían del Pedagógico o venían de Caracas. Era un área muy clasista, la llegada de los chilenos da más amplitud para el estudio, eran muy buenos pero demasiado rígidos.

-No entendían que en Lara teníamos una cultura musical autóctona. Sin embargo, seguí en la escuela de música hasta que se cayeron los techos de la escuela y no tuve donde estudiar. Mientras tanto, la Orquesta Sinfónica que funcionaba desde hacía tiempo seguía creciendo hasta que se creó el Sistema Nacional de Orquestas y entro como violinista, gracias a Gustavo Dudamel.

De la música académica a la música del alma

Para Alexis Hernández, la libertad a la hora de tocar los instrumentos y expresar la música es consagrarse con este arte. La rigidez de la academia puede ser factible para el inicio de la formación pero una vez que ya tengas cierto dominio el alma es la que debe manejar el instrumento, dice. -Esta vida interna que sale del corazón o de adentro esa que convierte los sonidos en música y toca el alma del que la toca y del que la escucha.

La carrera de este músico integral que toca maracas, cuatro, violín, flauta y cualquier instrumento que se le presente se despega a partir de allí, durante bastante tiempo recibe apoyo del maestro Carlos Rangel quien lo ayuda a tocar sin academicismo, a interpretar sin papel, sin arreglos para formarse como músico integral y polifacético, y que le permite poco después ingresar a la Coral Carrillo, de la mano de Rangel.

El roce cultural lo inicia a los 17 años con la coral que le permite ingresar en la centenaria Orquesta Mavare para irse luego para Ensamble Venezuela. A la par de la música, este joven seguía con sus estudios porque aún con el apoyo, la familia consideraba que como músico no iba a poder vivir, que tenía que tener “una profesión” y es así como ingresa al Politécnico para estudiar Ingeniería Mecánica.

En el politécnico crea el Ensamble Unexpo en donde compartió con Valmore Nieves y Adelis Freites, se inicia un periodo de festivales universitarios y el contacto con la cultura musical que le permitieron crecer, madurar, pulir su trabajo, y aprender a reiventarse.

Su paso por la universidad le permite hablar del poco interés que muestran las autoridades de la educación venezolana en la música, el apoyo para los jóvenes talentos es muy poca, completamente diferente que para el deporte.

A sus 40 años, Alexis Hernández ha logrado una formación que a su juicio le ha servido para entender que la música y la vida son una sola, cada experiencia, “cada vivencia me ha enseñado en mi formación, la coral Carrillo me ayudó ideológica y socialmente, mi integración al grupo Fe y Alegría me sirvió para humanizarme porque a veces los músicos nos endurecemos mucho”.

-Y la docencia me dio la oportunidad de compartir mi conocimiento y conocer el talento tan rico que tenemos aquí en mi tierra de Lara, que por algo es la capital musical del país.

Formó parte de la primera cohorte del Pedagógico como profesor de música de la UPEL. En Fe y Alegría ejerció director de la escuela Monseñor Romero en donde junto a los demás directivos lograron la formación de 1300 estudiantes. En cuanto a la docencia en el sector público tanto a nivel nacional como estatal nunca fue posible.

Pero eso no le impidió seguir creciendo, y defender los valores culturales de identidad musical de la región como fue lograr mantener con vida a la Orquesta Municipal que estuvo a punto de desaparecer por decisión de uno de los alcaldes de turno, y por mantener la música, y al músico como profesional.

Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario