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Educar para crecer

La clave para un entrenamiento exitoso del perro, es educar primero a “los encargados” o a los “adoptantes” de la mascota

  • Diario El Universal

27/03/2018 01:40 pm

CLAUDIA HERNÁNDEZ

Humanizar a los perros montándolos en las camas, o dirigirse a ellos con una actitud infantil, hablándoles como si fueran niños pequeños, no es lo más recomendable para entrenarlos.

Muchos dueños, o mejor dicho “encargados”, como apunta el doctor veterinario Otto Alvarado, tienden a quejarse de que sus perros tienen “malas conductas”, no hacen caso, son desobedientes o se creen los líderes.

Generalmente se responsabiliza al perro de su actitud hostil y en muchos casos se les convierte en “mascotas fuera de control”. Sin embargo, para Alvarado lo primordial es aclarar que no es culpa del perro, es responsabilidad de una serie de conductas erradas que han manejado los adoptantes de las mascotas. “Si el perro no hace caso, muchos dueños piensan que es necesario buscar un entrenador para la mascota, ellos se olvidan de quién fue la idea de montarlo en la cama. No es entrenar al perro, es educar a la persona”, señala.

El doctor considera que es importante identificar primero el problema que están enfrentando “los encargados”. 

Por ejemplo, hay perros que son bravos y hay que buscar la razón de esa conducta generada. Bien sea porque son territoriales, porque los humanizaron, o porque han tenido una vida traumática.

Indica que en esos casos se recomiendan tres tratamientos diferentes que hay que seguir.

Para tener una mejor comunicación, Alvarado aconseja trabajar con el mensaje adecuado que se le está dando a la mascota. “Si le hablas ‘chiquito’ al perro, le estas dando el mensaje equivocado. Él te ve como un cachorro y no te va a respetar. Le estas diciendo que lo amas y lo estás malcriando. El perro entiende que él es el líder de la casa”, indicó.

También señaló que se debe recordar que las mascotas no hablan y que se comunican con lenguaje corporal. “Él lo que entiende es tu actitud, tu tono de voz como niño, como cachorro. Si le hablas con fuerza y determinación, él va a pensar: yo entiendo ese tono, tengo que hacer caso”.

Recomienda una técnica que considera esencial al momento de seleccionar un perro bien sea adoptado o comprado. Consiste simplemente en acercarse al grupo donde esté ese perro, junto con otros de su especie, con el fin de crear una conexión, o un “clic” que puede darse, incluso, “a través de una mirada”.

Hablarles disciplinadamente con oraciones cortas, como por ejemplo “sit”, para que se siente, o la palabra “no”, si se requiere una orden negativa es clave.

Enseñarles las tareas de forma repetitiva, en caso de querer adiestrarlos para que realicen sus necesidades, guiándolos al mismo lugar que seleccionado todos los días, funciona. Se trata de “recompensar la conducta positiva”.

Explica que el premio puede ser una caricia, agachándose hasta llegar a la altura de sus ojos. Aclaró que no es necesario usar comida como premio.

 El dato

La amabilidad de los mestizos 

El veterinario Otto Alvarado destaca las bondades de los perros mestizos. Alienta a las personas a adoptar mascotas en vez de comprarlas. Está convencido de que estos canes, que en muchos casos son maltratados, ya aprendieron “la lección” de ser amables. “El 99 % de los perros de la calle entendieron que tienen que portarse bien para ser queridos, entendieron que no se pueden portar mal con la gente porque no comen. Por eso es que los perros mestizos tienen esa mirada de cariño”, señaló Alvarado.  

Los cuidados

La atención desde que son cachorros

Llevarlos al veterinario para que les practiquen un examen completo es el principal paso para cuidarlos con el fin de descartar cualquier enfermedad y comenzar su plan sanitario. Vacunarlos y desparasitarlos son partes de ese plan. Alimentarlos tres veces al día y hacerlo a la misma hora es clave. Bañarlos una vez al mes y cortarles las uñas cuando suenan al caminar es necesario. Limpiar los oídos una vez a la semana, con un líquido especial y algodón, además de peinarlos todos los _días, mejora su presencia y salud.  

Lo recomendable

Para un exitoso entrenamiento

Es necesario hacerlo con disciplina, repetición y constancia, y luego darles un premio final. Se aconseja llevar a cabo siempre la misma orden, en el mismo sitio, con el mismo gesto, para generar la acción del perro, porque al lograr el cometido, él va a recibir un premio y va a ser un perro feliz, sin castigos ni órdenes contradictorias. “El perro piensa: cada vez que hago esto me premian, cuando me siento me felicitan y cuando orino allá me hacen cariño. Esta escuela es chévere”, indicó Otto Alvarado recordando el valor del cariño.

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