Para algunos el cine es una pasión que los ha llevado a formar parte de la industria, no como actores sino como los magos que permiten que el público disfrute de una historia. Ellos son esos Alfredo, (el proyectista de Cinema Paradiso), que han fabricado mitos y estrellas gracias a sus iniciativas de abrir salas de cine. Esa gran sala que al apagarse la luz, como si fuese un hechizo la pantalla se ilumina y tenemos ante nuestro ojos una historia que nos hace viajar al pasado, a otros lugares del presente o nos traslada al futuro. Uno de esos magos se llamó Ilio Ulivi Parra, genovés que llegó a Venezuela y se dedicó a construir cines que se esparcieron por toda Caracas. Con él nacieron los cines de barrio, pero también le dio a Caracas grandes salas, lujosas y elegantes donde se estrenaban las películas ante un público multitudinario. Eran aquellas premier fabulosas, que se recuerdan como acontecimientos sociales que emulaban las de Los Ángeles o las de Londres.

Con el tiempo el concepto de las salas de cine ha evolucionado y la nueva generación de los Ulivi creó una experiencia, la de ir al cine, que se comienza a vivir en el mismo momento cuando se decide ver un film, por eso construyeron en 1949 el Cineauto Los Chaguaramos, el primero en su estilo en Latinoamérica. La familia no tenía que salir de sus carro para disfrutar de la proyección. Luego llegaron las multisalas, toda una revolución pues el complejo proyectaba diversos films en cada una. Fueron los tiempos de Cinema Uno, Dos y Tres del Centro Comercial Chacaito que atrajeron al público por su sofisticación. Allí se permitía beber y fumar durante la función. En los 80 los tres hermanos Ulivi asistían a festivales internacionales para contratar las películas, era la épocas de las grandes estrenos de los films más premiados, todo un acontecimiento social en una Caracas que se proyectaba como la metrópolis más cosmopolita de América Latina.

La tecnología modificó la manera de ver una película y las salas de cine se tambalearon. A los hogares llegaron los Betamax, aparecieron las tiendas de alquiler de las cintas y posteriormente hizo su debut el CD para marcar la época digital. Entonces la tercera generación Ulivi reinventa y sustituye el lujo de las salas por tecnología de punta y suman comodidad, crean las salas Premium y nace un nombre, Circuito Cines Unidos, como se conoce en la actualidad, que ha crecido y, como lo señala Edgar Silva, VP de Tecnología y Servicios, los puso en la vanguardia y los convirtió en pioneros como lo testimonia la iniciativa "Directo a tu Película", donde los invitados (así llama a los espectadores este circuito), entran a la sala, sin necesidad de imprimir el boleto y "De la Web a tu película", servicio que ofrece la opción de comprar productos de caramelería a través de su premiada página web. Han creado aplicaciones para estar en contacto con el usuario y mantener una comunicación directa. Conocer sus opiniones e impresiones.

Alberto Carrasquero, VP de Operaciones, habla de una empresa que capacita a sus 1.500 colaboradores y les brinda la posibilidad de crecer profesionalmente. Explica como no sólo se reduce a proyectar una película, se procura insumos para las salas, la chucherías, se tiene en cuenta todo lo relativo a la seguridad. Involucra en su mantenimiento a otras compañías nacionales, incorpora iniciativas que mejoran los servicios para los invitados.

Atrás quedó aquella sala donde un inmenso proyector, que generaba muchos calor, dibujaba en la pantalla la película. Ahora un disco duro permite que el espectador goce de calidad de imágenes donde la tecnología nos lleva al 4D. En estos momentos hay nuevos proyectos que contemplan que el espectador pueda disfrutar no sólo de films sino de eventos deportivos y culturales que se sucedan en otras capitales del mundo.

Al igual que en Cines Unidos se enorgullecen de tener la sala más grande de Venezuela en Sambil Maracaibo, no oculta su satisfacción por apoyar a los cineastas nacionales en la producción y proyección de sus obras, así como de hacer posible que niños de los sectores populares o en situación especial vivan la magia del cine.