Netanyahu a punto de formar un "gobierno corona" en Israel
Israel, sumergido en una crisis política nunca antes vista, se vio sacudida tras la decisión de Benny Gantz de unirse a Benjamín Netanyahu y poner en marcha un "gobierno de emergencia"
Jerusalén, Israel.- ¿Ha salvado la crisis del coronavirus a Benjamin Netanyahu? Una cosa es cierta, la emergencia que ha originado la pandemia ha favorecido un acercamiento con su rival Benny Gantz para poder seguir siendo primer ministro de Israel, al frente de un futuro "gobierno corona", pese a estar acusado por corrupción.
Tras más de un año de crisis política sin precedentes y tres elecciones legislativas, Gantz decidió, para sorpresa general, unirse a Netanyahu y poner en marcha un "gobierno de emergencia" que dirija Israel en tiempos de pandemia, relató AFP.
Este viernes, la prensa local hacía alusión a un "gobierno corona" o incluso a un "golpe de Estado corona", pues ese escenario parecía improbable hasta hace muy poco.
En noviembre de 2009, la justicia israelí anunció la inculpación por corrupción de Benjamin Netanyahu, el primer ministro más perenne de la historia del país, con 14 años en el poder.
Netanyahu, que se había visto superado por Benny Gantz en las elecciones de septiembre de 2019 (aunque este último no logró formar una mayoría), rechazó pactar con su adversario un acuerdo que lo dejaría fuera del poder mientras arreglara sus pleitos con la justicia.
En su propio partido, el Likud (conservador), se alzaron algunas voces para cerrar el capítulo de la era Netanyahu. También parte de la prensa israelí pronosticó el fin de su carrera política.
Pero, en lugar de unirse a su rival, Netanyahu prefirió volver a sacar las urnas, para unas elecciones en las que acabó ganando pero sin mayoría, el pasado 2 de marzo, en plena crisis del nuevo coronavirus.
"Víctima"
Pero los acontecimientos se precipitaban. La epidemia se convirtió en pandemia. Los casos de contagio fueron en aumento en Israel y la justicia se vio forzada a aplazar sine die el proceso de Netanyahu, que se habría convertido en el único primer ministro de la historia de Israel procesado durante el ejercicio de su cargo.
Benny Gantz, exjefe del Estado Mayor y líder de la coalición de centro "Azul-blanco", recibió el encargo, el 16 de marzo, de formar el próximo gobierno. Sin embargo, le resultó difícil obtener todos los apoyos necesarios para confeccionar un ejecutivo estable, y más aún en plena pandemia.
El jueves, renunció de facto al cargo de primer ministro, al ser elegido presidente del Parlamento. Esto abrió la vía a la formación de un gobierno de "unidad y de emergencia", dirigido por Netanyahu, y comportó la implosión de su coalición, formada hace algo más de un año.
"Azul-blanco es la víctima más joven del coronavirus", indicó el columnista Ben Caspit en el diario Maariv, insistiendo en la decisión "difícil, valiente y desgarradora" del general retirado, que habría sacrificado su ambición personal para defender al país en tiempos de crisis.
Y es que, aunque la cuestión de "a favor o en contra de" Netanyahu haya dominado la vida política de Israel en el último año, la prioridad de la población hoy en día es la lucha contra la enfermedad, que ha causado más de 2.600 casos, incluyendo ocho muertos, según el balance oficial del país, además de pérdidas de empleos.
"Cansado"
La decisión de Benny Gantz debe entenderse en el contexto de la "fragilidad" de la coalición "Azul-blanco", que no logró forjar un gobierno después de tres elecciones, y del "sentimiento de urgencia vinculado al Covid-19", explicó Udi Sommer, profesor en la universidad de Tel Aviv.
La coalición "Azul-blanco", que contaba con 33 escaños, ahora tiene solo 18, pues Benny Gantz abandonó la formación y aportó 15 diputados al bando de Netanyahu, con el que ultimó las modalidades de su alianza.
Según los observadores, Gantz debería renunciar en los próximos días a su mandato de formar gobierno para que el presidente, Reuven Revlin, le encomiende esa misión a Netanyahu. Así, el primer ministro saliente podrá gozar de una mayoría en el Parlamento y dirigir un gobierno estable.
"La población de Israel... nos exige que nos unamos por el combate sagrado contra el coronavirus y sus efectos" y reclama que "salvaguardemos la democracia", declaró Gantz el jueves por la noche, afirmando que quería "reforzar" las instituciones democráticas de Israel.
Sin embargo, para Anshel Pfeffer, comentarista político del diario Haaretz, lo que se ha constatado es que, tras más de un año de lucha y ahora, con el brote de coronavirus, Benny Gantz está "cansado", mientras que Benjamin Netanyahu "no lo está".
"Netanyahu ha tardado 14 meses en cansar a Gantz, pero finalmente lo ha logrado"
Tras más de un año de crisis política sin precedentes y tres elecciones legislativas, Gantz decidió, para sorpresa general, unirse a Netanyahu y poner en marcha un "gobierno de emergencia" que dirija Israel en tiempos de pandemia, relató AFP.
Este viernes, la prensa local hacía alusión a un "gobierno corona" o incluso a un "golpe de Estado corona", pues ese escenario parecía improbable hasta hace muy poco.
En noviembre de 2009, la justicia israelí anunció la inculpación por corrupción de Benjamin Netanyahu, el primer ministro más perenne de la historia del país, con 14 años en el poder.
Netanyahu, que se había visto superado por Benny Gantz en las elecciones de septiembre de 2019 (aunque este último no logró formar una mayoría), rechazó pactar con su adversario un acuerdo que lo dejaría fuera del poder mientras arreglara sus pleitos con la justicia.
En su propio partido, el Likud (conservador), se alzaron algunas voces para cerrar el capítulo de la era Netanyahu. También parte de la prensa israelí pronosticó el fin de su carrera política.
Pero, en lugar de unirse a su rival, Netanyahu prefirió volver a sacar las urnas, para unas elecciones en las que acabó ganando pero sin mayoría, el pasado 2 de marzo, en plena crisis del nuevo coronavirus.
"Víctima"
Pero los acontecimientos se precipitaban. La epidemia se convirtió en pandemia. Los casos de contagio fueron en aumento en Israel y la justicia se vio forzada a aplazar sine die el proceso de Netanyahu, que se habría convertido en el único primer ministro de la historia de Israel procesado durante el ejercicio de su cargo.
Benny Gantz, exjefe del Estado Mayor y líder de la coalición de centro "Azul-blanco", recibió el encargo, el 16 de marzo, de formar el próximo gobierno. Sin embargo, le resultó difícil obtener todos los apoyos necesarios para confeccionar un ejecutivo estable, y más aún en plena pandemia.
El jueves, renunció de facto al cargo de primer ministro, al ser elegido presidente del Parlamento. Esto abrió la vía a la formación de un gobierno de "unidad y de emergencia", dirigido por Netanyahu, y comportó la implosión de su coalición, formada hace algo más de un año.
"Azul-blanco es la víctima más joven del coronavirus", indicó el columnista Ben Caspit en el diario Maariv, insistiendo en la decisión "difícil, valiente y desgarradora" del general retirado, que habría sacrificado su ambición personal para defender al país en tiempos de crisis.
Y es que, aunque la cuestión de "a favor o en contra de" Netanyahu haya dominado la vida política de Israel en el último año, la prioridad de la población hoy en día es la lucha contra la enfermedad, que ha causado más de 2.600 casos, incluyendo ocho muertos, según el balance oficial del país, además de pérdidas de empleos.
"Cansado"
La decisión de Benny Gantz debe entenderse en el contexto de la "fragilidad" de la coalición "Azul-blanco", que no logró forjar un gobierno después de tres elecciones, y del "sentimiento de urgencia vinculado al Covid-19", explicó Udi Sommer, profesor en la universidad de Tel Aviv.
La coalición "Azul-blanco", que contaba con 33 escaños, ahora tiene solo 18, pues Benny Gantz abandonó la formación y aportó 15 diputados al bando de Netanyahu, con el que ultimó las modalidades de su alianza.
Según los observadores, Gantz debería renunciar en los próximos días a su mandato de formar gobierno para que el presidente, Reuven Revlin, le encomiende esa misión a Netanyahu. Así, el primer ministro saliente podrá gozar de una mayoría en el Parlamento y dirigir un gobierno estable.
"La población de Israel... nos exige que nos unamos por el combate sagrado contra el coronavirus y sus efectos" y reclama que "salvaguardemos la democracia", declaró Gantz el jueves por la noche, afirmando que quería "reforzar" las instituciones democráticas de Israel.
Sin embargo, para Anshel Pfeffer, comentarista político del diario Haaretz, lo que se ha constatado es que, tras más de un año de lucha y ahora, con el brote de coronavirus, Benny Gantz está "cansado", mientras que Benjamin Netanyahu "no lo está".
"Netanyahu ha tardado 14 meses en cansar a Gantz, pero finalmente lo ha logrado"
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