Sara Valero Zelwer: "Es importante que los artistas podamos mantener encendido el motor interno"
La actriz resultó ganadora, junto con Julie Restifo, del premio de la crítica teatral, Avencrit, como Mejor Actriz por su trabajo en "Kassandra"
Aún con la emoción de quien se entera que su trabajo artístico ha sido reconocido entre muchos otros, comienza una nueva semana -en confinamiento- para Sara Valero Zelwer. Una semana que inicia con función a través de Zoom y con el compromiso, personal y profesional, de mantenerse cerca de su maestro y amigo Guillermo Díaz Yuma (recién operado).
El domingo 27 de junio, Día Nacional del Teatro, Asociación Venezolana de Crítica Teatral (Avencrit) premió la actriz por su papel en Kassandra, obra escrita por el dramaturgo uruguayo Sergio Blanco y dirigida por Daniel Dannery. Este premio en la categoría de Mejor Actriz lo comparte con Julie Restifo, reconocida por su interpretación de la periodista Sofía Ímber en La señora Ímber.
Actualmente, Valero Zelwer se mantiene activa dentro de la creación teatral con el montaje 20+20, realizado en la plataforma Zoom. Este trabajo es dirigido por Oriana Nigro, e interpretado por Valero Zelwer, Vanessa Morr, María Claret, Karla Martínez, María José Mata, Eliana Santander, Lismar Ramírez y Tábata Toledo. Todas, venezolanas residenciados en distintas partes del mundo.
Y mientras habla de los desafíos que la pandemia le ha planteado a la gente de teatro -la de acá y la de todo el mundo-, recuerda una frase de Díaz Yuma (director del Centro de Creación Artística TET): "El teatro se hace hasta en la guerra".
El domingo 27 de junio, Día Nacional del Teatro, Asociación Venezolana de Crítica Teatral (Avencrit) premió la actriz por su papel en Kassandra, obra escrita por el dramaturgo uruguayo Sergio Blanco y dirigida por Daniel Dannery. Este premio en la categoría de Mejor Actriz lo comparte con Julie Restifo, reconocida por su interpretación de la periodista Sofía Ímber en La señora Ímber.
Actualmente, Valero Zelwer se mantiene activa dentro de la creación teatral con el montaje 20+20, realizado en la plataforma Zoom. Este trabajo es dirigido por Oriana Nigro, e interpretado por Valero Zelwer, Vanessa Morr, María Claret, Karla Martínez, María José Mata, Eliana Santander, Lismar Ramírez y Tábata Toledo. Todas, venezolanas residenciados en distintas partes del mundo.
Y mientras habla de los desafíos que la pandemia le ha planteado a la gente de teatro -la de acá y la de todo el mundo-, recuerda una frase de Díaz Yuma (director del Centro de Creación Artística TET): "El teatro se hace hasta en la guerra".
Valero Zelwer emigró en 2011 a Buenos Aires. El motivo de su partida se repartió entre el amor y los estudios. En Argentina, realizó una especialización en Teatro de Objetos, Interactividad y Nuevos Medios en la Universidad Nacional de las Artes de ese país.
A su regreso a Venezuela, en 2018, la actriz volvió al fragor de la escena local con la pieza Hembras, mito y café; luego participó en Kassandra, Tribus, Un dios salvaje y Cecilia y la cocina planetaria. Afirma que hizo más papeles en un año en Venezuela que en los siete que vivió en el sur.
-¿Cómo ha sido la experiencia de 20+20 a través de Zoom?
-Es conmovedor porque nació de una necesidad. Un espacio de contención artística y emocional, un lugar para encontrarnos. Al comienzo del confinamiento no entendía nada, pensé que iba a durar menos, pero al entender sus potencialidades, ese espacio se convirtió en algo relevante. Es importante que los artistas podamos mantener encendido el motor interno, porque si no, nos morimos de tristeza.
-Las iniciativas de los hacedores de teatro de hacer "obras" a través de Zoom, ¿pueden llamarse realmente teatro?
-Yo creo que es algo nuevo. Es una cosa que no es. No me parece que la etiqueta "teatro" sea la adecuada, sino que es teatro para esta plataforma, aunque hay algo de teatro presente ahí. Es una herramienta que aún se está descubriendo, es como un lenguaje primitivo. A la herramienta no le viene bien pensarla tal cual como teatro, para crear un espectáculo dramático en ella hay que pensar desde la herramienta, sin obligarla a ser una sala de teatro, sino ver qué puedes hacer ahí. Trabajar con lo real.
Para Valero Zelwer, Argentina fue una gran experiencia, pues en ella vivió experiencias que han nutrido su vida profesional y personal. "Buenos Aires es una ciudad impresionante y contundente en su movida teatral. Argentina me formó, de su gente aprendí la responsabilidad, pues ellos se hacen muy responsables de lo que les preocupa. Son personas que siempre salen a la calle a defender sus derechos, que viven de acuerdo con las ideas en las que creen; eso lo admiro mucho.
-¿Por qué decidió regresar a Venezuela?
-Finalmente, comencé a sentir que la experiencia estaba agotada y que la ciudad ya me había dado lo que tenía que dar.
La movida teatral argentina marcha en sentido contrario a la venezolana, en primer lugar, porque allá existen políticas que protegen y mantienen los diferentes espacios culturales, situación que no ocurre en Venezuela. A pesar de trabajar allá como actriz y asistente de producción, absorbiendo todo lo que podía, Valero Zelwer nunca perdió de vista todo lo que acontecía en su país natal. Cuenta que en 2013 viajó a Caracas y pudo disfrutar de la versión realizada por Orlando Arocha del clásico de William Shakespeare, Macbeth.
La actriz afirma, incluso, que se sintió triste cuando, con fecha de vuelta a Buenos Aires confirmada, se enteraba de los nuevos proyectos teatrales que se emprendían en el país, y cuya excelencia verificó al regresar hace más de un año
-¿Qué diferencias nota entre la escena teatral que dejó en 2011 y la que se encontró al volver?
-Me parecía que era una escena teatral muy caprichosa, que debía prestar más atención a su entorno, escucharlo de cerca, y buscar algo que pudiera dialogar con el momento, con el ahora. Cuando ví Macbeth, empecé a observar desde la distancia las cosas que se montaban acá y me di cuenta que la gente de teatro en Venezuela siempre busca cosas relevantes que decir.
A su regreso a Venezuela, en 2018, la actriz volvió al fragor de la escena local con la pieza Hembras, mito y café; luego participó en Kassandra, Tribus, Un dios salvaje y Cecilia y la cocina planetaria. Afirma que hizo más papeles en un año en Venezuela que en los siete que vivió en el sur.
-¿Cómo ha sido la experiencia de 20+20 a través de Zoom?
-Es conmovedor porque nació de una necesidad. Un espacio de contención artística y emocional, un lugar para encontrarnos. Al comienzo del confinamiento no entendía nada, pensé que iba a durar menos, pero al entender sus potencialidades, ese espacio se convirtió en algo relevante. Es importante que los artistas podamos mantener encendido el motor interno, porque si no, nos morimos de tristeza.
-Las iniciativas de los hacedores de teatro de hacer "obras" a través de Zoom, ¿pueden llamarse realmente teatro?
-Yo creo que es algo nuevo. Es una cosa que no es. No me parece que la etiqueta "teatro" sea la adecuada, sino que es teatro para esta plataforma, aunque hay algo de teatro presente ahí. Es una herramienta que aún se está descubriendo, es como un lenguaje primitivo. A la herramienta no le viene bien pensarla tal cual como teatro, para crear un espectáculo dramático en ella hay que pensar desde la herramienta, sin obligarla a ser una sala de teatro, sino ver qué puedes hacer ahí. Trabajar con lo real.
Para Valero Zelwer, Argentina fue una gran experiencia, pues en ella vivió experiencias que han nutrido su vida profesional y personal. "Buenos Aires es una ciudad impresionante y contundente en su movida teatral. Argentina me formó, de su gente aprendí la responsabilidad, pues ellos se hacen muy responsables de lo que les preocupa. Son personas que siempre salen a la calle a defender sus derechos, que viven de acuerdo con las ideas en las que creen; eso lo admiro mucho.
-¿Por qué decidió regresar a Venezuela?
-Finalmente, comencé a sentir que la experiencia estaba agotada y que la ciudad ya me había dado lo que tenía que dar.
La movida teatral argentina marcha en sentido contrario a la venezolana, en primer lugar, porque allá existen políticas que protegen y mantienen los diferentes espacios culturales, situación que no ocurre en Venezuela. A pesar de trabajar allá como actriz y asistente de producción, absorbiendo todo lo que podía, Valero Zelwer nunca perdió de vista todo lo que acontecía en su país natal. Cuenta que en 2013 viajó a Caracas y pudo disfrutar de la versión realizada por Orlando Arocha del clásico de William Shakespeare, Macbeth.
La actriz afirma, incluso, que se sintió triste cuando, con fecha de vuelta a Buenos Aires confirmada, se enteraba de los nuevos proyectos teatrales que se emprendían en el país, y cuya excelencia verificó al regresar hace más de un año
-¿Qué diferencias nota entre la escena teatral que dejó en 2011 y la que se encontró al volver?
-Me parecía que era una escena teatral muy caprichosa, que debía prestar más atención a su entorno, escucharlo de cerca, y buscar algo que pudiera dialogar con el momento, con el ahora. Cuando ví Macbeth, empecé a observar desde la distancia las cosas que se montaban acá y me di cuenta que la gente de teatro en Venezuela siempre busca cosas relevantes que decir.
@CarolynManrique
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