Manuel Rodríguez: “La risa es vital para todos”
El confinamiento por el coronavirus supuso para el creador de Lilian, Luzmila y Leíto el reto de reinventarse todos los días. Actualmente, se prepara para mostrarle al público sus dotes en el canto
“Si la vida no me sonríe, yo le echo un chiste” es la máxima de Manuel Rodríguez (Los Teques, 1989), quien arranca carcajadas a sus más de 872 mil seguidores en Instagram y a las personas que tienen la oportunidad de toparse con algunos de sus videos en las redes sociales.
La irascible Lilian, la despistada Luzmila, el impertinente Leíto y el fiel Empanada con malta son algunos de los integrantes de la fauna que ha creado el humorista, radicado en España, que retratan la chispa del gentilicio nacional y que mantienen al influencer, de alguna manera, conectado de la forma de ser de sus coterráneos y de las ocurrencias propias de este país bañado por el Mar Caribe.
El confinamiento por el coronavirus supuso para Rodríguez el reto de reinventarse todos los días “para sacarle una sonrisa a aquellos que se venían abajo por esta crisis mundial”, afirma.
Próximamente, además de seguir divirtiendo a su fanaticada a través de sus sketchs y presentaciones, el venezolano sorprenderá al público con sus dotes en el canto.
- ¿Cuáles fueron las barreras que le tocó superar una vez que decidió desarrollarse profesionalmente fuera de Venezuela?
- Luego de iniciar mi carrera como comediante, me tocó ir de gira por diferentes países y ver con mis propios ojos la realidad que estaban viviendo mis paisanos por haber abandonado su país, debido a los problemas económicos, políticos y sociales que presenta Venezuela. Fue muy duro, escuchar muchas historias tan fuertes y subirme al escenario para hacerlos reír, creo que ha sido un gran reto para mí.
- ¿Qué profesionales del humor han influido o influyen en su oficio?
- No me he sentido influenciado por ningún humorista, ya que tampoco me imaginaba algún día serlo. Pero creo que en el fondo, quien me influenció fue mi propia familia, que son ese tipo de personas que echan chistes en todas las fiestas y tienen buen sentido del humor, pero sí tengo colegas que me inspiran mucho como: Douglas Morales (La Yubraska) y Marko Música, entre otros, que admiro un montón.
- ¿Qué retos ha supuesto para usted como humorista e influencer el confinamiento por el Covid 19?
- El reto de reinventarme todos los días para sacarle una sonrisa a aquellos que se venían abajo por esta crisis mundial, me enseñó que la risa es vital para todos.
- ¿Cuáles son sus más grandes ambiciones en el mundo de la comicidad?
- Seguir sacando sonrisas por mucho tiempo, experimentar diferentes facetas y, algún día, presentarme en Venezuela, cerquita de mi gente, de mi cultura y mis recuerdos.
- ¿Cuáles proyectos piensa retomar después de que el mundo supere la alarma por el brote de la pandemia?
- Se viene un proyecto que me tiene muy entusiasmado porque antes de iniciar en el humor estuve vinculado con la música (muy pocas personas lo saben) y ahora me llegó una propuesta que me la voy a disfrutar mucho y espero que el público también. Me gusta cantar y hacer reír también ¿Por qué no se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo? (risas).
- ¿Qué mensaje quiere enviar no sólo a las personas que lo siguen sino también a aquellas que pueden ver su trabajo?
- Que siempre busquen su felicidad, que dejen a un lado “el que dirán”, que no se dejen llevar por esas voces que a veces tenemos al lado que nos limitan o que influyen en nuestras vidas porque hacen que vivamos una felicidad ajena, que se atrevan, que sueñen en grande sin despegar los pies de la tierra... ¡Ah! ¡Y que las caraotas no llevan azúcar aunque Luzmila diga que sí! (risas). @yolimer
La irascible Lilian, la despistada Luzmila, el impertinente Leíto y el fiel Empanada con malta son algunos de los integrantes de la fauna que ha creado el humorista, radicado en España, que retratan la chispa del gentilicio nacional y que mantienen al influencer, de alguna manera, conectado de la forma de ser de sus coterráneos y de las ocurrencias propias de este país bañado por el Mar Caribe.
El confinamiento por el coronavirus supuso para Rodríguez el reto de reinventarse todos los días “para sacarle una sonrisa a aquellos que se venían abajo por esta crisis mundial”, afirma.
Próximamente, además de seguir divirtiendo a su fanaticada a través de sus sketchs y presentaciones, el venezolano sorprenderá al público con sus dotes en el canto.
- ¿Cuáles fueron las barreras que le tocó superar una vez que decidió desarrollarse profesionalmente fuera de Venezuela?
- Luego de iniciar mi carrera como comediante, me tocó ir de gira por diferentes países y ver con mis propios ojos la realidad que estaban viviendo mis paisanos por haber abandonado su país, debido a los problemas económicos, políticos y sociales que presenta Venezuela. Fue muy duro, escuchar muchas historias tan fuertes y subirme al escenario para hacerlos reír, creo que ha sido un gran reto para mí.
- ¿Qué profesionales del humor han influido o influyen en su oficio?
- No me he sentido influenciado por ningún humorista, ya que tampoco me imaginaba algún día serlo. Pero creo que en el fondo, quien me influenció fue mi propia familia, que son ese tipo de personas que echan chistes en todas las fiestas y tienen buen sentido del humor, pero sí tengo colegas que me inspiran mucho como: Douglas Morales (La Yubraska) y Marko Música, entre otros, que admiro un montón.
- ¿Qué retos ha supuesto para usted como humorista e influencer el confinamiento por el Covid 19?
- El reto de reinventarme todos los días para sacarle una sonrisa a aquellos que se venían abajo por esta crisis mundial, me enseñó que la risa es vital para todos.
- ¿Cuáles son sus más grandes ambiciones en el mundo de la comicidad?
- Seguir sacando sonrisas por mucho tiempo, experimentar diferentes facetas y, algún día, presentarme en Venezuela, cerquita de mi gente, de mi cultura y mis recuerdos.
- ¿Cuáles proyectos piensa retomar después de que el mundo supere la alarma por el brote de la pandemia?
- Se viene un proyecto que me tiene muy entusiasmado porque antes de iniciar en el humor estuve vinculado con la música (muy pocas personas lo saben) y ahora me llegó una propuesta que me la voy a disfrutar mucho y espero que el público también. Me gusta cantar y hacer reír también ¿Por qué no se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo? (risas).
- ¿Qué mensaje quiere enviar no sólo a las personas que lo siguen sino también a aquellas que pueden ver su trabajo?
- Que siempre busquen su felicidad, que dejen a un lado “el que dirán”, que no se dejen llevar por esas voces que a veces tenemos al lado que nos limitan o que influyen en nuestras vidas porque hacen que vivamos una felicidad ajena, que se atrevan, que sueñen en grande sin despegar los pies de la tierra... ¡Ah! ¡Y que las caraotas no llevan azúcar aunque Luzmila diga que sí! (risas). @yolimer
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