NICOLAS SAVARY
MIRADA EXPUESTA | “Adolescentes en la ciudad informal”
Fiel al foco de su trabajo -los vínculos entre las personas y el paisaje construido- el fotógrafo suizo se aproximó a la realidad venezolana con esta propuesta realizada en barrios caraqueños
Partiendo, quizás, de aquella famosa frase del filósofo y ensayista José Ortega y Gasset, “"Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”, el fotógrafo Nicolas Savary (Bulle, Suiza, 1971) ha centrado su indagación en las relaciones de los hombres con su espacio o paisaje construido. Concretamente, el artista visual se sustentó en las reflexiones que la historiadora francesa Agnés Thiercé vertió en su Historia de la adolescencia, que vincula la construcción social en esa edad con el desarrollo de las instituciones dedicadas a su supervisión (escuelas, cuarteles, hospitales, centros de rehabilitación, etc.).
De allí surgió en 2006 la serie L’Age critique (La edad crítica), que relacionaba los retratos de adolescentes y la arquitectura escolar que les servía como espacio educativo y lugar de retención. Ese trabajo lo hizo en su país como una reacción sensible a problemas como la alta tasa de suicidios en jóvenes, los peligros asociados a adicciones y la sexualidad desenfrenada.
“Es en ese contexto que conocí al sociólogo Yves Pedrazzini, quien se interesó por la juventud en la ciudad, particularmente, en las grandes metrópolis latinoamericanas. En 2007 aproveché sus experiencias y contactos personales en el seno de ciertos barrios populares de Caracas. Ya en el sitio, pasamos un tiempo en cuatro barrios de la capital. Al observar las estrategias de supervivencia durante la construcción y desarrollo de las viviendas, o en el diálogo con los habitantes, pude captar el nivel de creatividad desplegado en esos barrios, tanto en materia de ingenio cotidiano como también en lo relativo a la organización social, en un entorno relativamente hostil donde el grado de violencia es muy superior al que se vive en Suiza”, comenta Nicolas Savary, quien a partir de esas vivencias creó la serie Adolescentes en la ciudad informal, expuesta el año pasado en nuestro país en el marco de la exposición Al encuentro, presentada en la sala Trasnocho Arte Contacto (TAC).
Vistas en conjunto, las imágenes de Adolescentes en la ciudad informal confrontan al espectador con un fenómeno antropológico fascinante: los rostros de los jóvenes fotografiados por él no pueden prescindir de las tomas hechas a Caracas desde los barrios en los que éstos viven. Uno es la proyección del otro, sin caer en categorizaciones excluyentes. Esos muchachos de nuestros barrios retratados por Savary llevan en sus rostros las marcas de una vida difícil, de una existencia que ha transcurrido entre escalinatas, ranchos y mucha violencia…
Pero lo más conmovedor del trabajo del artista visual suizo es que su mirada está despojada de tonalidades peyorativas o condescendientes. En esos rostros hay ilusión de futuro, esperanza y la justa vivacidad de la juventud, una vivacidad que les permite sortear las escaramuzas de las bandas delincuenciales o los excesos policiales. Y por qué no, también la pobreza.
Así lo explica el propio Savary: “Vista desde Suiza, la vida de los habitantes de los barrios parecía en extremo difícil, y toda una mitología a la vez épica y miserabilista se alimentaba –y continúa haciéndolo– de información difundida por los medios, el cine o de algunas imágenes de vacaciones en América Latina. Pero cuando observo mis imágenes de la última década en retrospectiva, me doy cuenta de que tan solo intenté relacionar un contexto urbano y una serie de retratos de jóvenes habitantes de los barrios. En el ámbito fotográfico, no intenté evocar alguna acción o narrativa. Mis imágenes son naturalistas, en el sentido de que reivindican cierta frontalidad, sin un cambio dinámico espectacular. Una cierta sobriedad y la mayor modestia visual posible brindan a los individuos la oportunidad de ‘ocupar la imagen’ de una manera digna y no estereotipada”.
mirada.expuesta@gmail.com
De allí surgió en 2006 la serie L’Age critique (La edad crítica), que relacionaba los retratos de adolescentes y la arquitectura escolar que les servía como espacio educativo y lugar de retención. Ese trabajo lo hizo en su país como una reacción sensible a problemas como la alta tasa de suicidios en jóvenes, los peligros asociados a adicciones y la sexualidad desenfrenada.
“Es en ese contexto que conocí al sociólogo Yves Pedrazzini, quien se interesó por la juventud en la ciudad, particularmente, en las grandes metrópolis latinoamericanas. En 2007 aproveché sus experiencias y contactos personales en el seno de ciertos barrios populares de Caracas. Ya en el sitio, pasamos un tiempo en cuatro barrios de la capital. Al observar las estrategias de supervivencia durante la construcción y desarrollo de las viviendas, o en el diálogo con los habitantes, pude captar el nivel de creatividad desplegado en esos barrios, tanto en materia de ingenio cotidiano como también en lo relativo a la organización social, en un entorno relativamente hostil donde el grado de violencia es muy superior al que se vive en Suiza”, comenta Nicolas Savary, quien a partir de esas vivencias creó la serie Adolescentes en la ciudad informal, expuesta el año pasado en nuestro país en el marco de la exposición Al encuentro, presentada en la sala Trasnocho Arte Contacto (TAC).
Vistas en conjunto, las imágenes de Adolescentes en la ciudad informal confrontan al espectador con un fenómeno antropológico fascinante: los rostros de los jóvenes fotografiados por él no pueden prescindir de las tomas hechas a Caracas desde los barrios en los que éstos viven. Uno es la proyección del otro, sin caer en categorizaciones excluyentes. Esos muchachos de nuestros barrios retratados por Savary llevan en sus rostros las marcas de una vida difícil, de una existencia que ha transcurrido entre escalinatas, ranchos y mucha violencia…
Pero lo más conmovedor del trabajo del artista visual suizo es que su mirada está despojada de tonalidades peyorativas o condescendientes. En esos rostros hay ilusión de futuro, esperanza y la justa vivacidad de la juventud, una vivacidad que les permite sortear las escaramuzas de las bandas delincuenciales o los excesos policiales. Y por qué no, también la pobreza.
Así lo explica el propio Savary: “Vista desde Suiza, la vida de los habitantes de los barrios parecía en extremo difícil, y toda una mitología a la vez épica y miserabilista se alimentaba –y continúa haciéndolo– de información difundida por los medios, el cine o de algunas imágenes de vacaciones en América Latina. Pero cuando observo mis imágenes de la última década en retrospectiva, me doy cuenta de que tan solo intenté relacionar un contexto urbano y una serie de retratos de jóvenes habitantes de los barrios. En el ámbito fotográfico, no intenté evocar alguna acción o narrativa. Mis imágenes son naturalistas, en el sentido de que reivindican cierta frontalidad, sin un cambio dinámico espectacular. Una cierta sobriedad y la mayor modestia visual posible brindan a los individuos la oportunidad de ‘ocupar la imagen’ de una manera digna y no estereotipada”.
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