La marcha de Bermúdez
Tal fue la hazaña singular del bravo general Bermúdez, el hombre del carácter, defensor de Cartagena, un gran libertador de Venezuela
El valiente, esforzado y temperamental José Francisco Bermúdez, uno de los Generales en Jefe del Ejército Libertador, cumplió en la campaña de Carabobo en el año de 1821, una de las acciones más decisivas que contribuyeron al triunfo que se obtuvo el 24 de junio de 1821.
Su marcha ejecutada con destreza desde Píritu y hasta la Victoria, y sus movimientos en los alrededores de Caracas que le llevaron incesante a Petare, Guarenas, las cercanías de Guatire, Santa Lucía, La Guaira inclusive a la que había llegado en la noche del 13 de mayo, sorprendidos los realistas de su exitosa invasión desde Barlovento y la derrota que había infringido al Batallón Hostalrich, fue asombrosa y crucial. El puerto venezolano se alertó y dispuso el embarque general realizando en pocas horas la emigración de muchos de sus habitantes.
Persiguiendo al realista Correa, alcanzándolo en El Consejo y derrotándolo allí, este exigió auxilios importantes a Morales y La Torre quienes enviaron mil hombres en el 2º Batallón del Valencey, lo cual representó una disminución de plazas que de otra manera se hubieran enfrentado a Bolívar en la Sabana de Carabobo.
Por su parte, el jefe realista Morales no pudo contener la marcha del llanero Páez hacia el centro del país para unirse a Bolívar, como lo hizo, abiertas las puertas de los recursos del Apure. Y mientras este retroceso y división de los españoles ocurría para proteger a Caracas, se verificó la concentración del ejército patriota encabezado por Bolívar, seguido por Páez y Urdaneta, tal y como aquel había previsto y ejecutado.
Para completar este cuadro de disposiciones ejecutadas por los hombres de acción, planificado por los hombres de pensamiento, ambos atributos reunidos en la persona del Libertador, necesaria es destacar la genialidad de Sucre, quien 8 meses antes, desde Mérida primero, y ratificado desde Trujillo, le escribió al Vicepresidente de Venezuela, el 09 de octubre de 1820, lo siguiente:
“En todo noviembre se abrirá la campaña: este ejército se aproximará a las posiciones o acantonamientos enemigos, el de occidente pasará el Apure y distraído Morillo por esta parte, está descubierta absolutamente la espalda de Caracas. El ejército de oriente se preparará también en todo noviembre, no sólo para amenazar a Caracas, sino como se ha dicho a V.E. antes, para atacarla por Ocumare o por la dirección que en esa parte tenga V.E. por conveniente… El señor general Bermúdez, que manda el ejército, ha obrado en ese territorio y es una ventaja el conocimiento de él. El Libertador dirige la campaña en el Occidente confiado en que el ejército de Oriente no faltará a esta operación esencial y sus disposiciones van consecuentes a este principio”. El futuro Gran Mariscal de Ayacucho era entonces Ministro Interino de Guerra.
Morales, buscando ahora a Bermúdez en las proximidades de Caracas con superiores fuerzas, lo logró derrotar y siguió su marcha reagrupado con Soublette hacia las alturas de El Rodeo, en Guatire.
El jefe realista aseguraba el 26 de mayo a los habitantes de Caracas que estuviesen tranquilos: “las tropas vencedoras del Rey y la Nación ocupan una ciudad abandonada por los enemigos…” y, por su parte, el Gobernador Militar y Político Antonio Tovar, el 15 de junio de 1821, no obstante el revés que Bermúdez le infringió a los españoles comandados por Pereira en Santa Lucía, decía a los habitantes de Caracas: “confiad en las disposiciones del Gobierno que vela incesantemente por vuestra seguridad”.
En ese proceso de detener el avance del jefe oriental y asegurar la capital, Morales había dejado a Pereira en ella para impedir que Bermúdez la ocupase y, al mismo tiempo, asistido con tropas de Arismendi, el 30 de mayo, éste apoyó con nueva tropa al jefe patriota, se enfrentó en las inmediaciones de El Calvario con los realistas quienes lo derrotaron con una gran mortandad entre los patriotas pero sin embargo, la victoria de los independientes en Carabobo el 24 de Junio ya estaba asegurada.
El coronel Arturo Santana en su valiosa obra “La Campaña de Carabobo” (1921), deja un testimonio sustancial: “ La diversión ejecutada por Bermúdez impidió a La Torre caer con su Ejército concentrado sobre Bolívar en los Llanos; permitió la reunión del Ejército patriota en San Carlos; ahorro a la División Urdaneta 15 jornadas de marcha; alejó del Apure la amenaza del Ejército de Morales, debilitando estas fuerzas con una marcha forzada de 120 leguas, y por último, contuvo en la Provincia de Caracas una fracción importante del Ejército español, mientras Bolívar batía el resto en Carabobo”.
Tal fue la hazaña singular del bravo general Bermúdez, el hombre del carácter, defensor de Cartagena, un gran libertador de Venezuela. El fue ancestro nuestro y conservó del valiente militar una carta de la época en la que fue Comandante en Guayana.
Jfd599@gmail.com
Su marcha ejecutada con destreza desde Píritu y hasta la Victoria, y sus movimientos en los alrededores de Caracas que le llevaron incesante a Petare, Guarenas, las cercanías de Guatire, Santa Lucía, La Guaira inclusive a la que había llegado en la noche del 13 de mayo, sorprendidos los realistas de su exitosa invasión desde Barlovento y la derrota que había infringido al Batallón Hostalrich, fue asombrosa y crucial. El puerto venezolano se alertó y dispuso el embarque general realizando en pocas horas la emigración de muchos de sus habitantes.
Persiguiendo al realista Correa, alcanzándolo en El Consejo y derrotándolo allí, este exigió auxilios importantes a Morales y La Torre quienes enviaron mil hombres en el 2º Batallón del Valencey, lo cual representó una disminución de plazas que de otra manera se hubieran enfrentado a Bolívar en la Sabana de Carabobo.
Por su parte, el jefe realista Morales no pudo contener la marcha del llanero Páez hacia el centro del país para unirse a Bolívar, como lo hizo, abiertas las puertas de los recursos del Apure. Y mientras este retroceso y división de los españoles ocurría para proteger a Caracas, se verificó la concentración del ejército patriota encabezado por Bolívar, seguido por Páez y Urdaneta, tal y como aquel había previsto y ejecutado.
Para completar este cuadro de disposiciones ejecutadas por los hombres de acción, planificado por los hombres de pensamiento, ambos atributos reunidos en la persona del Libertador, necesaria es destacar la genialidad de Sucre, quien 8 meses antes, desde Mérida primero, y ratificado desde Trujillo, le escribió al Vicepresidente de Venezuela, el 09 de octubre de 1820, lo siguiente:
“En todo noviembre se abrirá la campaña: este ejército se aproximará a las posiciones o acantonamientos enemigos, el de occidente pasará el Apure y distraído Morillo por esta parte, está descubierta absolutamente la espalda de Caracas. El ejército de oriente se preparará también en todo noviembre, no sólo para amenazar a Caracas, sino como se ha dicho a V.E. antes, para atacarla por Ocumare o por la dirección que en esa parte tenga V.E. por conveniente… El señor general Bermúdez, que manda el ejército, ha obrado en ese territorio y es una ventaja el conocimiento de él. El Libertador dirige la campaña en el Occidente confiado en que el ejército de Oriente no faltará a esta operación esencial y sus disposiciones van consecuentes a este principio”. El futuro Gran Mariscal de Ayacucho era entonces Ministro Interino de Guerra.
Morales, buscando ahora a Bermúdez en las proximidades de Caracas con superiores fuerzas, lo logró derrotar y siguió su marcha reagrupado con Soublette hacia las alturas de El Rodeo, en Guatire.
El jefe realista aseguraba el 26 de mayo a los habitantes de Caracas que estuviesen tranquilos: “las tropas vencedoras del Rey y la Nación ocupan una ciudad abandonada por los enemigos…” y, por su parte, el Gobernador Militar y Político Antonio Tovar, el 15 de junio de 1821, no obstante el revés que Bermúdez le infringió a los españoles comandados por Pereira en Santa Lucía, decía a los habitantes de Caracas: “confiad en las disposiciones del Gobierno que vela incesantemente por vuestra seguridad”.
En ese proceso de detener el avance del jefe oriental y asegurar la capital, Morales había dejado a Pereira en ella para impedir que Bermúdez la ocupase y, al mismo tiempo, asistido con tropas de Arismendi, el 30 de mayo, éste apoyó con nueva tropa al jefe patriota, se enfrentó en las inmediaciones de El Calvario con los realistas quienes lo derrotaron con una gran mortandad entre los patriotas pero sin embargo, la victoria de los independientes en Carabobo el 24 de Junio ya estaba asegurada.
El coronel Arturo Santana en su valiosa obra “La Campaña de Carabobo” (1921), deja un testimonio sustancial: “ La diversión ejecutada por Bermúdez impidió a La Torre caer con su Ejército concentrado sobre Bolívar en los Llanos; permitió la reunión del Ejército patriota en San Carlos; ahorro a la División Urdaneta 15 jornadas de marcha; alejó del Apure la amenaza del Ejército de Morales, debilitando estas fuerzas con una marcha forzada de 120 leguas, y por último, contuvo en la Provincia de Caracas una fracción importante del Ejército español, mientras Bolívar batía el resto en Carabobo”.
Tal fue la hazaña singular del bravo general Bermúdez, el hombre del carácter, defensor de Cartagena, un gran libertador de Venezuela. El fue ancestro nuestro y conservó del valiente militar una carta de la época en la que fue Comandante en Guayana.
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