Pedro Rojas
EL UNIVERSAL
La industria petrolera, columna vertebral de la economía venezolana, se enfrenta a desafíos complejos en el siglo XXI. Más allá de las fluctuaciones del mercado global y la necesidad de optimización tecnológica, la clave para su revitalización reside en un factor esencial: el capital humano.

La apuesta por el bienestar laboral de los trabajadores no es meramente una cuestión de responsabilidad social corporativa, sino una estrategia fundamental para impulsar la productividad, la innovación y la sostenibilidad en un sector tan estratégico. Por ello la reinauguración del comedor industrial en el Mejorador de Petrolera Roraima, una empresa mixta integrada por Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y A&B Oil and Gas, es un ejemplo claro de cómo esta visión comienza a materializarse en Anzoátegui, sentando las bases para una transformación profunda.

Esta iniciativa trasciende la mera infraestructura, pues representa una declaración de principios sobre la importancia de generar ambientes laborales dignos, seguros y motivantes. En un sector donde las jornadas pueden ser extenuantes y las condiciones operativas demandantes, garantizar espacios adecuados para el descanso, la alimentación y el aseo personal se convierte en un pilar esencial para la salud física y mental de los trabajadores.

La capacidad del nuevo comedor para atender a cientos de empleados por turno, diseñado bajo estrictos criterios de eficiencia operativa y normativas sanitarias, refleja un compromiso con la calidad de vida que impacta directamente en la moral y el rendimiento.

Uno de los mejores del país
El proyecto del Mejorador de Petrolera Roraima va más allá de un simple comedor; es una inversión integral en la infraestructura de apoyo al personal. “La construcción de nuevas áreas administrativas y almacenes, la modernización de la cocina industrial con equipos de última generación, la instalación de pisos antideslizantes y la renovación de sanitarios son mejoras que, en su conjunto, crean un ecosistema de trabajo más funcional y seguro”, destacó Jorge Silva, presidente de A&B Oil and Gas en la entrega de las instalaciones.

Destaca también la habilitación de una sala de descanso, un espacio crucial para que el personal pueda recuperarse y desconectar, fomentando así un equilibrio entre el trabajo y el bienestar. Estas acciones, aunque puedan parecer puntuales, se inscriben en una visión más amplia de gestión humana.

Una relación indisoluble
La modernización de las instalaciones no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar la eficiencia operativa. Una cocina industrial dotada con hornos de alto rendimiento, campanas extractoras y sistemas de climatización no solo mejora el confort del personal de cocina, sino que optimiza los procesos de preparación de alimentos, garantizando un servicio más ágil y de mayor calidad para todos los trabajadores.

La logística alimentaria, vital en complejos industriales de gran envergadura, se beneficia directamente de la rehabilitación de espacios externos y zonas de circulación, facilitando un flujo más fluido y seguro.

“La implementación de estas mejoras estructurales y tecnológicas demuestra una comprensión clara de la interconexión entre las condiciones laborales y la productividad. Un trabajador que se siente valorado, que dispone de un ambiente limpio y seguro, y que tiene acceso a servicios de calidad, es un trabajador más motivado y eficiente”, indicó Silva.

Esta correlación es fundamental en la industria petrolera, donde la precisión, la concentración y la capacidad de respuesta son críticas para la seguridad y el éxito de las operaciones. La ergonomía y el cumplimiento de normativas industriales son requisitos indispensables hoy.

Inversión con una clara visión de futuro
Iniciativas como el nuevo comedor en el Mejorador de Petrolera Roraima es una señal de que la inversión en bienestar laboral no debe ser vista como un gasto, sino como una inversión estratégica con un retorno tangible. Un personal satisfecho es menos propenso a la rotación, reduce los índices de ausentismo y contribuye a un ambiente de trabajo positivo.

Esto se traduce en una mayor retención de talento, una reducción de costos asociados a la capacitación de nuevo personal y, en última instancia, un aumento en la productividad general del complejo industrial. El liderazgo de empresas como A&B Oil and Gas subraya la importancia de la visión empresarial en la implementación de estas políticas.

Jorge Silva, su presidente, precisa que están convencidos de que “la productividad y la excelencia operativa comienzan por el bienestar de nuestra gente", e indica que el “enfoque de gestión que coloca al ser humano en el centro de la estrategia corporativa es una inversión que impulsa una palanca fundamental para la transformación de la industria petrolera venezolana”. Es una visión de largo plazo que busca construir una base sólida para el crecimiento y la sostenibilidad.

“No se trata solo de tener un buen comedor, sino de integrar estas mejoras humanas en un ecosistema de modernización tecnológica y operativa. El bienestar del personal es un factor habilitador para la adopción de nuevas tecnologías y la optimización de procesos”, dijo.