Un nuevo incendio forestal, en el cerro del sector La Candelaria, en el municipio Mario Briceño Iragorry del estado Aragua, activó las alarmas sobre el impacto que pueden tener los siniestros fuera de control que, además de consumir vegetación, pueden afectar viviendas y personas en áreas pobladas.

La actuación rápida y precisa del Cuerpo de Bomberos del estado Aragua, Protección Civil, Ministerio de Ecosocialismo, Bomberos Universitarios, Policía Nacional Bolivariana y voluntarios, logró mitigar el fuego que amenazaba más de 20 viviendas en el sector.

Los efectivos de seguridad desalojaron a más 300 personas, para combatir las fuertes llamas que afectaron gran parte del cerro de La Candelaria.

“El incendio fue controlado a la brevedad posible sin ninguna pérdida humana ni material”, precisaron informes locales.

Por su parte, el general de brigada Pedro Olivo hizo un llamado a todos los aragüeños para que eviten la quema de desechos, ya que las condiciones climáticas favorecen el desarrollo de siniestros de gran magnitud.

Actuación a tiempo
La Gobernación de Aragua precisó que el incendio amenazaba con expandirse hacia una veintena de viviendas, por lo que organismos de seguridad acudieron al sitio inmediatamente a mitigar el fuego y realizar la evacuación.

Por su parte, el viceministro de Gestión de Riesgo y Protección Civil, Carlos Pérez Ampueda, señaló que funcionarios hicieron las labores para bloquear el avance del fuego y lograr su extinción total y refrescamiento.

Pérez Ampueda también informó que un incendio que afectó una urbanización en el estado Miranda fue controlado.

Según estimaciones oficiales, 90% de los incendios forestales en el país son ocasionados por seres humanos, por lo que las autoridades abrieron una investigación para hallar a los responsables, quienes luego serán presentados ante la justicia.

Hasta el miércoles, 16 personas habían sido detenidas por estos hechos, según el Gobierno. Cerca de 61 mil hectáreas han sido afectadas por tres mil 115 incendios registrados durante la temporada seca, que comenzó la segunda semana de diciembre de 2023 y se extenderá hasta mediados de mayo, informó el ministro de Ecosocialismo (Ambiente), Josué Lorca.

Un mapa complejo
Venezuela ha experimentado una temporada de incendios forestales particularmente severa en 2024, con miles de hectáreas afectadas en todo el país. Las regiones más afectadas han sido:

Los Llanos: Esta región, caracterizada por su vegetación sabanera, es propensa a incendios durante la estación seca, que se extiende desde diciembre hasta abril.

Los Andes: En esta región montañosa, los incendios forestales suelen ser causados por actividades humanas, como la quema agrícola o la tala ilegal.

Noreste: En esta zona, los incendios forestales son más frecuentes en los bosques secos y las áreas de matorrales.

Afectación a viviendas
Los incendios forestales no solo han causado daños a la flora y fauna, sino que también han afectado a las comunidades que viven en las zonas aledañas. Se han reportado varios casos de viviendas destruidas o dañadas por las llamas, así como la pérdida de cosechas y ganado.

Aunque no se tienen situaciones a gran escala como en otros países, el llamado de atención sobre el tema es clave en este momento.

De hecho, las causas de los incendios forestales en Venezuela son diversas, pero las más comunes son la quema agrícola, la tala ilegal, la negligencia y el vandalismo. También están los factores climáticos como las sequías prolongadas y las olas de calor que pueden aumentar la susceptibilidad de los bosques al fuego.

Medidas para prevenir y combatir
Las autoridades venezolanas han tomado diversas medidas para prevenir y combatir los incendios forestales, como las campañas de sensibilización para concienciar a la población sobre la importancia de prevenir los incendios forestales y las consecuencias que estos pueden tener.

Igualmente, se ha aumentado la vigilancia en las zonas más propensas a incendios forestales.

El Niño y su impacto en las sequías en Venezuela
Como fenómeno climático complejo, El Niño se caracteriza por el calentamiento periódico de las aguas superficiales del océano Pacífico tropical central y oriental, teniendo un impacto significativo en la ocurrencia de sequías e incendios forestales en Venezuela.

Los patrones de circulación atmosférica se modifican, lo que genera una reducción en las precipitaciones en algunas regiones de Venezuela, especialmente en el norte y noreste del país.

También hay una reducción de las precipitaciones que impacta directamente en la disponibilidad de agua para consumo humano, riego agrícola y ganadería. Esto puede generar escasez de agua, especialmente en zonas que ya son propensas a la sequía.

Además, la sequía asociada a El Niño puede afectar significativamente la producción agrícola, ocasionando pérdidas económicas y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria.

Sobre los incendios forestales, El Niño genera condiciones climáticas más secas y cálidas, lo que aumenta la susceptibilidad de los bosques a los incendios forestales. A esto se suma la disminución de la humedad en el ambiente y en la vegetación, que hace que los incendios forestales sean más propensos a propagarse rápidamente y con mayor intensidad.

Es clave apuntar que las condiciones secas asociadas a El Niño pueden incentivar algunas actividades humanas que aumentan el riesgo de incendios forestales, como la quema agrícola o la tala ilegal.

Una de las sequías más severas en la historia reciente de Venezuela la provocó El Niño de 2015-2016.