18 estados del país fueron afectados por la conspiración del opositor Juan Guaidó, la derecha internacional y el gobierno de los Estados Unidos.

El Jefe de Estado Nicolás Maduro manifestó en su momento que “Esta es la agresión más grande del imperialismo contra Venezuela (…) nos sale fuerza espiritual y la moral combatiente para sobreponernos ante cualquier circunstancia, porque somos los hijos de los Libertadores de América, somos el Pueblo de Hugo Chávez Frías”, aseguró.

Por su parte, Jorge Rodríguez, ministro de comunicación en aquel entonces, mostró pruebas donde señala a Marco Rubio como uno de los involucrados.

"¿Cómo supo Marco Rubio pocos minutos después (del ataque) que los generadores de respaldo habían fallado? En ese momento, nadie lo sabía aún", dijo Rodríguez el 8 de marzo de ese mismo año durante una rueda de prensa.

También a Juan Guaidó se le vio las costuras al publicar desde su cuenta en X (Twitter) que “Venezuela tiene claro que la luz llega con el cese de la usurpación”.

La intención del sabotaje era agredir al pueblo y dejar diversas áreas vitales sin electricidad. Gracias a la gestión del Gobierno Nacional se garantizó plantas eléctricas a los hospitales de país.

Los trabajadores del sector eléctrico restablecieron paulatinamente el servicio.