Durante horas, miles de hombres, mujeres y niños se dieron cita en el centro de Caracas para llenar la avenida Bolívar, Urdaneta, Universidad, Baralt, Lecuna, México y Fuerzas Armadas, gritando a todo pulmón la consigna que se convertiría en un himno revolucionario: "Chávez, corazón del pueblo".

En una verdadera fiesta de la tolda roja, muchos patriotas con sus camisas rojas, flores, panfletos, globos y sobre todo una energía avasallante, esperaban la llegada del Comandante para formar parte de ese momento que marcó un hito en la historia venezolana y antecedió a los comicios electorales del domingo 7 de octubre de ese mismo año.

A pesar de la torrencial lluvia, millares de personas acompañaron al entonces presidente, quien agradeció al pueblo con un memorable discurso que dejaría huella en los corazones de cada uno de los asistentes: "Hemos sido bañados por el agua bendita del Cordonazo de San Francisco. Así como San Francisco, somos instrumento de la paz de un pueblo: Aquí está Chávez, de pie con ustedes", expresaba emocionado, buscando una nueva reelección.

Bajo el cielo de Caracas entonó el Himno Nacional ante la emoción incontenible de los asistentes, quienes lo seguían con el canto del Bravo Pueblo y la canción Venezuela, lo cual se convirtió en un acto emotivo que dejó al descubierto el amor por su país.

Ese día, los venezolanos, junto al líder de la Revolución, gritaron al unísono: “¡Viva la Revolución! ¡Viva el Socialismo! ¡Viva Venezuela libre! ¡Viva el siete de octubre! ¡Viva el pueblo venezolano! ¡Viva Bolívar! ¡Viva la juventud! ¡Viva la lluvia!”.

Con información de CiudadCCS