Tras la detección de 37 casos de Leishmaniasis en la parroquia Teresén del municipio Caripe, al norte de Monagas, la dirección de Salud atiende la contingencia con la oportuna fumigación en cuatro sectores de la localidad.
En este sentido, el equipo de Salud Ambiental de Monagas, con médicos epidemiólogos, especialistas, inspectores de salud y personal asistencial, junto al equipo de la alcaldía de Caripe abordaron las zonas afectadas para contrarrestar el brote.
De esta manera, se realizó una jornada de fumigación para la eliminación de los Flebótomos que son los insectos transmisores de Leishmaniasis, atendiendo de forma inmediata los sectores Palo Quemao 1, 2 y 3, así como el Cementerio y La Tigra.
Edgar Bastardo, director de Salud Ambiental Monagas, destacó que con esta acción inmediata en la zona endémica se logaron atender 347 casas, protegiendo a mil 735 habitantes de estas comunidades.
Bastardo explicó que la Leishmaniasis es una enfermedad parasitaria diseminada por la picadura de un mosquito infectado, el Flebótomo hembra, con un protozoo parasitario llamado Leishmania, cuyo hábitat endémico está en las zonas rurales y húmedas.
Este mosquito al que se exponen humanos y animales domésticos como perros y gatos, se adapta a cualquier sitio con cierta humedad y temperatura constante. Generalmente habita en campos y zonas rurales, pero ha comenzado a adaptarse en áreas urbanas en los jardines, alcantarillas y espacios con acumulación de desechos.
Destacó que existen varios tipos de Leishmaniasis y que las más comunes son la cutánea y la visceral. El tipo cutáneo causa llagas en la piel que pueden convertirse en úlceras que sanan muy lentamente.
Entre otros síntomas también destacan la congestión, goteo y hemorragia nasal, dificultad para deglutir, úlceras y desgaste en la boca, la lengua, las encías, los labios, la nariz y el tabique nasal.
La Leishmaniasis visceral afecta el bazo, hígado, médula ósea y otros órganos. Los síntomas que produce son fiebre prolongada, aumento de tamaño del abdomen, pérdida de apetito, disminución de peso, tos seca, diarrea y vómito.
Al tener en cuenta el conocimiento que le da la experiencia en Salud Pública, Bastardo hace referencia al cuidado en casa, evitar a toda costa ser alcanzado por algún mosquito y aplicar las medidas sanitarias en el hogar para así evitar este tipo de enfermedades que, ante una complicación, pudieran resultar letales.
En sintonía con el Epidemiólogo Regional, Álvaro Chacoa, Bastardo asegura el control de la situación de la Leishmaniasis en Caripe, acotando que los 37 habitantes afectados se mantienen bajo asistencia médica, con tratamiento y vigilancia epidemiológica permanente.
En este sentido, el equipo de Salud Ambiental de Monagas, con médicos epidemiólogos, especialistas, inspectores de salud y personal asistencial, junto al equipo de la alcaldía de Caripe abordaron las zonas afectadas para contrarrestar el brote.
De esta manera, se realizó una jornada de fumigación para la eliminación de los Flebótomos que son los insectos transmisores de Leishmaniasis, atendiendo de forma inmediata los sectores Palo Quemao 1, 2 y 3, así como el Cementerio y La Tigra.
Edgar Bastardo, director de Salud Ambiental Monagas, destacó que con esta acción inmediata en la zona endémica se logaron atender 347 casas, protegiendo a mil 735 habitantes de estas comunidades.
Bastardo explicó que la Leishmaniasis es una enfermedad parasitaria diseminada por la picadura de un mosquito infectado, el Flebótomo hembra, con un protozoo parasitario llamado Leishmania, cuyo hábitat endémico está en las zonas rurales y húmedas.
Este mosquito al que se exponen humanos y animales domésticos como perros y gatos, se adapta a cualquier sitio con cierta humedad y temperatura constante. Generalmente habita en campos y zonas rurales, pero ha comenzado a adaptarse en áreas urbanas en los jardines, alcantarillas y espacios con acumulación de desechos.
Destacó que existen varios tipos de Leishmaniasis y que las más comunes son la cutánea y la visceral. El tipo cutáneo causa llagas en la piel que pueden convertirse en úlceras que sanan muy lentamente.
Entre otros síntomas también destacan la congestión, goteo y hemorragia nasal, dificultad para deglutir, úlceras y desgaste en la boca, la lengua, las encías, los labios, la nariz y el tabique nasal.
La Leishmaniasis visceral afecta el bazo, hígado, médula ósea y otros órganos. Los síntomas que produce son fiebre prolongada, aumento de tamaño del abdomen, pérdida de apetito, disminución de peso, tos seca, diarrea y vómito.
Al tener en cuenta el conocimiento que le da la experiencia en Salud Pública, Bastardo hace referencia al cuidado en casa, evitar a toda costa ser alcanzado por algún mosquito y aplicar las medidas sanitarias en el hogar para así evitar este tipo de enfermedades que, ante una complicación, pudieran resultar letales.
En sintonía con el Epidemiólogo Regional, Álvaro Chacoa, Bastardo asegura el control de la situación de la Leishmaniasis en Caripe, acotando que los 37 habitantes afectados se mantienen bajo asistencia médica, con tratamiento y vigilancia epidemiológica permanente.
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