Gobierno contempla nuevas políticas de reorganización urbana tras sucesos en Aragua
Fuentes oficiales sostienen que en Las Tejerías hay que analizar los mapas aéreos y la cartografía
El Gobierno Nacional contempla el establecimiento de nuevas políticas de cartografía, población y organización urbana en el país, luego de los fenómenos meteorológicos ocurridos en los sectores de Las Tejerías y El Castaño, en el estado Aragua.
El vicepresidente sectorial de Planificación, Ricardo Menéndez, afirmó que el Estado venezolano ya cuenta con una vertiente, dentro de los mapas de soluciones, que tiene en cuenta los posibles riesgos que existen al poblar ciertos territorios, definida como mapa de riesgos.
El vicepresidente sectorial de Planificación, Ricardo Menéndez, afirmó que el Estado venezolano ya cuenta con una vertiente, dentro de los mapas de soluciones, que tiene en cuenta los posibles riesgos que existen al poblar ciertos territorios, definida como mapa de riesgos.
Sin embargo, con los sucesos provocados por las torrenciales lluvias de los últimos meses, el presidente de la República, Nicolás Maduro, ha exigido la máxima velocidad en la conformación de políticas de Estado que contemplen no solo la cartografía del territorio sino también la cartografía social.
Menéndez aseguró que el poder popular organizado en Venezuela es una gran ventaja en la conformación de estas políticas, y precisó que alrededor de 25.000 comunidades en el país ya cuentan con este tipo de mapas cartográficos.
Explicó que, parte del aprendizaje obtenido con el fenómeno ocurrido en estas poblaciones, es la necesidad de establecer políticas de Estado en el ámbito de la vivienda y el hábitat que contemplen la totalidad de los territorios al momento de realizar los mapas de riesgo que informen sobre los espacios adecuados para la urbanización del país.
Menéndez señaló que en el caso de Las Tejerías, al analizar los mapas aéreos y la cartografía de este territorio, se puede ver cómo las viviendas que se encontraban en las faldas de las montañas se encontraba una zona de riesgo debido al curso que las quebradas toman naturalmente entre las montañas.
En este sentido, alertó que es necesario definir las distorsiones que existen en cuanto a las formas de ocupación del territorio y los patrones de comportamiento errados al respecto, lo cual permitirá establecer políticas de repoblamiento y reorganización de las dinámicas urbanas en el país de acuerdo con estudios científicos que comprendan el territorio como un todo y no como puntos aislados.
Asimismo, al hablar sobre un terreno que se había dispuesto para la construcción de un centro comercial en Las Tejerías, del cual se descubrió la fuerte vulnerabilidad con el desborde de las quebradas, resaltó la importancia de establecer medidas que garanticen –en la medida de lo posible– la preservación de la vida al otorgar permisos de construcción.
Menéndez afirmó que la situación de El Castaño y Las Tejerías es una evidencia más de la necesidad de producir un cambio en el modelo económico, social y político del país, lo cual debe abarcar todos los niveles de la vida del venezolano.
Aseguró que estos patrones de ocupación del terreno obedecen a concepciones que desde la época colonial no han cambiado y que tienen como principal objetivo la mayor obtención de recursos económicos, en lugar del respeto del ambiente y la preservación de la vida.
Menéndez aseguró que el poder popular organizado en Venezuela es una gran ventaja en la conformación de estas políticas, y precisó que alrededor de 25.000 comunidades en el país ya cuentan con este tipo de mapas cartográficos.
Explicó que, parte del aprendizaje obtenido con el fenómeno ocurrido en estas poblaciones, es la necesidad de establecer políticas de Estado en el ámbito de la vivienda y el hábitat que contemplen la totalidad de los territorios al momento de realizar los mapas de riesgo que informen sobre los espacios adecuados para la urbanización del país.
Menéndez señaló que en el caso de Las Tejerías, al analizar los mapas aéreos y la cartografía de este territorio, se puede ver cómo las viviendas que se encontraban en las faldas de las montañas se encontraba una zona de riesgo debido al curso que las quebradas toman naturalmente entre las montañas.
En este sentido, alertó que es necesario definir las distorsiones que existen en cuanto a las formas de ocupación del territorio y los patrones de comportamiento errados al respecto, lo cual permitirá establecer políticas de repoblamiento y reorganización de las dinámicas urbanas en el país de acuerdo con estudios científicos que comprendan el territorio como un todo y no como puntos aislados.
Asimismo, al hablar sobre un terreno que se había dispuesto para la construcción de un centro comercial en Las Tejerías, del cual se descubrió la fuerte vulnerabilidad con el desborde de las quebradas, resaltó la importancia de establecer medidas que garanticen –en la medida de lo posible– la preservación de la vida al otorgar permisos de construcción.
Menéndez afirmó que la situación de El Castaño y Las Tejerías es una evidencia más de la necesidad de producir un cambio en el modelo económico, social y político del país, lo cual debe abarcar todos los niveles de la vida del venezolano.
Aseguró que estos patrones de ocupación del terreno obedecen a concepciones que desde la época colonial no han cambiado y que tienen como principal objetivo la mayor obtención de recursos económicos, en lugar del respeto del ambiente y la preservación de la vida.
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