POESÍA /// NATASHA TINIACOS
Animal de adentro, animal de afuera
Animal de afuera, animal de adentro:
Los olores de las estaciones salen por la boca.
Cuando mi madre se despide es una petición de tiempo
y “que la luz nos guíe como un par de zapatos”.
From where I stand la línea del horizonte
es menos paisaje y más arribo.
From where I stand o aproximaciones,
como números en la planilla de la aduana.
From where I stand mi perro es una cifra redonda
que ladra en vocales fuertes.
From where I stand con cada roncha seca,
cada jeringa que dejé queriendo más mi tacto,
cada acera ambarina donde la libertad ha sido un entreacto,
el tránsito de una vida a otra.
From where I stand la gente camina y agradece.
Gracias pues aquí sigo,
aquí proclamo mi presencia y nadie la arrebata.
Anclado, diría,
From where I stand, el jardín
si la podadora pasa por alto.
From where I stand nada sucede,
pongo la alarma y el teléfono me priva.
From where I stand el zumbar de mis oídos me gobierna.
From where I stand, garrapata a la deriva.
¿Te has preguntado alguna vez cómo concibe el mundo,
equilibrándose en una rama a punto de saltar, comer y morir?
From where I stand aprendo a esperar de sombra al árbol
que cuenta hasta tres y se rehúsa.
Seré paciente, amor, si te haces laguna
y me dejas seca From where I stand con todo y eso,
tiendo a enamorarme, mi charquito, mi república.
From where I stand ser el peor requiere también una destreza.
From where I stand ningún metal es frío,
ningún metal es frío en la nuca,
lo prometo con la nuca en la mano.
From where I stand la tanqueta militar retrocede.
From where I stand el sonido de los niños,
el sonido de los niños
curándose solos,
puestos al sol para que ayude el viento
que solo quiere estar más cerca de la tierra.
–Natasha Tiniacos
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