Raúl y Miguel, junto a los hermanos Naranjo, José Antonio y Telésforo, fundaron en el año 1979 un grupo que le abrió caminos a la música popular y folklórica venezolana, El Cuarteto. Este proyecto, comenta Miguel, “surgió con la idea de grabar un disquito, para que cuando estuviéramos viejos, pudiéramos mostrarle a nuestros hijos la música que tocábamos en nuestras reuniones juveniles”. Así, la evocación del pasado lo traslada a su natal ciudad de Calabozo, donde Raúl y él pasaron su infancia, bailando desnudos bajo la lluvia y encaramándose en los árboles para evitar los castigos de su madre. 

Fue en El Cuarteto donde Raúl desarrolló su faceta como cuatrista. “No era solista, pero todos los solistas lo admiraban por su concepto del acompañamiento, por su tempo y justeza rítmica”, explica su hermano y compañero musical. Si bien El Cuarteto influyó decididamente en el desarrollo de los ensambles instrumentales de música popular venezolana, la musicóloga Josefina Benedetti, exdirectora de cultura de la UCV, afirma que la faceta más importante de Raúl Delgado Estévez fue como director del Orfeón Universitario. Gracias a él la escuela nacionalista venezolana de música coral alcanzó una proyección inusitada. Tanto es así que, durante su gestión, el grupo fue declarado patrimonio artístico y cultural de la nación. 

Miguel Delgado afirma que, en cuanto al Orfeón, su hermano siempre declaraba con vehemencia: “la institución está por encima de todo”. No es de extrañar este apego al organismo fundado por su tío, Antonio Estévez, en 1943, ya que fue Raúl el encargado de refundarlo luego de la tragedia de 1976, cuando el avión donde viajaba el grupo coral se estrelló en el archipiélago de las Azores (Portugal), sin dejar sobrevivientes. 

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Se acerca el concierto más esperado de la temporada: “LATINOAMÉRICA, en homenaje al Maestro Raúl Delgado Estévez”. La cita es este viernes 12 de julio a las 4:00pm en la #SalaSimónBolívar del @centrodeaccionsocial , donde presentaremos un hermoso repertorio en el marco del Festival #VacacionesAlRitmoDelSistema. Podrán disfrutar de ritmos y armonías tradicionales de todo nuestro continente: tango, son oaxaqueño, guaguancó, merengue dominicano, golpe tocuyano y bolero son solo algunos de los géneros que presentaremos ese día, junto a un grupo muy especial de músicos invitados. Pueden adquirir sus entradas directamente en Taquilla, a través del portal de @ticketmundo_ve , o ingresando a https://venezuela.ticketmundo.com/ (link en nuestra bio). ¡No se lo pierdan! • • • #CoralNacionalSimónBolívar #Tango #Guaguancó #MerengueDominicano #MerengueVenezolano #GolpeTocuyano #GolpeTuyero #SonOaxaqueño #MúsicaCoral #ElSistema #SomosElSistema #TocarCantarYLuchar #ChoirMember #Choir #ChoralMusic #Voices #Instamusic #Instachoir

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Considera Lourdes Sánchez, actual directora de la Coral Nacional Juvenil Simón Bolívar, que a partir de ese proceso de reestructuración, el Orfeón “marcó una innovación en cuanto al repertorio latinoamericano, haciendo que se convirtiera en un ejemplo sonoro, un referente para el movimiento coral de Venezuela”. Lourdes, quien fue alumna de Raúl Delgado, piensa que a partir de su vivencia debe hacerse “una cátedra de enseñanza a la nuevas generaciones”. La directora coral recuerda con nostalgia la labor pedagógica de su mentor, quien desarrolló un método de trabajo cuya meta siempre fue la excelencia y el máximo respeto por la música: “Era muy riguroso en los ensayos, podía planificar los repertorios de acuerdo a los niveles artístico-musicales de sus agrupaciones. Manejaba con mucha destreza elementos de humor en sus dinámicas de ensayo. Explicaba dándole opciones de comprensión a sus cantantes, de manera que no solo fuera un proceso de aprendizaje e interpretación, sino de crecimiento académico. Abordaba con mucha seriedad cada género que formara parte de los programas de concierto. Hacía que cada práctica generara interés combinando los procesos metodológicos con mucha habilidad. Bien podía ser firme, muy firme, para conseguir lo que buscaba a través de la música; así como comprensivo, lleno de humor y anécdotas”. 

En el mismo sentido, Josefina Benedetti recuerda entre risas las caras que Raúl ponía cuando un cantante se equivocaba; pero afirma que, si bien era riguroso, siempre mantenía la alegría y la jovialidad. La catedrática hace énfasis en que Raúl estudió composición, dirección coral, pedagogía musical y música electroacústica en París, y destaca que “sus conocimientos le permitían abordar cualquier pieza, internalizarla y transmitirle su visión a los cantantes que no leían música”. También le reconoce haber sido el mejor intérprete de la Cantata Criolla de su tío Antonio Estévez. Pensando que Raúl ya debe estar dirigiendo un coro de ángeles en el cielo, aquí en la tierra sus allegados, sucesores y las nuevas generaciones de músicos tienen la tarea de mantener vivo su legado, trabajando con alegría y honestidad por el desarrollo de la música coral y la música tradicional venezolana.