ELENA SOTO
“Mi intención no es enseñar, ni que aprendan sino disfrutar y vivenciar un momento de descubrimiento de lo que se encuentra a su alrededor y de sí mismos en ese entorno”. Lovera relata que los niños deben cubrir esa necesidad de explorar, curiosear, de ver y probar ya que esta es su manera de comunicarse y de conectarse con todo lo que puedan encontrar a su alrededor.
Además, señala que esto les ayudará a comprender normas de convivencia con las acciones, debido a que los instrumentos se comparten, se cuidan y se respeta el tiempo que cada niño lo tenga.
Lovera, desde que inició con este proyecto quería que los infantes pudieran tener una experiencia vivencial con la música para que estos fuesen más sensibles al mundo de las artes.
Asimismo, busca crear vínculos de contacto social ya que esto conformará una manera sana de relacionarse con las personas de su entorno. Además, formar un sentido del ritmo a través del cuerpo es fundamental para que los niños reconozcan la esencia de la música y puedan explorar otras culturas a través de los sonidos y sus formas de expresión.
De igual manera, ella aclara que la idea es que vivencien y se aproximen a la curiosidad de responder preguntas como saber qué es lo que estoy tocando, cómo me hace sentir, cómo lo manifiesto con mi cuerpo, cómo se expresa con mi voz. “Mi mayor objetivo es hacer feliz al niño durante ese día con esta expresión del ser”, destaca, ya que al recibir todos esos estímulos jugando el niño aprende y se divierte con su madre.
Para saber más: www.instagram.com/doremi_bebe/
Estar presente para sentir un lenguaje universal y único
“La música es un lenguaje”, explica Lovera que la música puede asemejarse con el proceso cognitivo de aprender a hablar ya que este es un conocimiento que adquiere desde que el niño nace. Por esto, mientras se exponga al bebé a una formación de lenguaje musical rico melódica y armónicamente, puede aprender de esta experiencia sensorial a potenciar su aptitud musical por el resto de su vida. Lovera enfatiza que en esas edades, los niños procesan todo tipo de estímulos y eso va formando una concepción musical que puede evolucionar en un futuro.
Descubrir el mundo a través de los cinco sentidos
Un niño que crezca en un entorno en el que es tomado en cuenta, donde es escuchado y se le demuestra importancia a sus juicios de valor, es una persona que logrará entablar un vínculo comunicativo sano con sus relaciones interpersonales, así como llegar a ser una persona segura de sí misma. “Un bebé no habla pero lo expresa a través de su conducta y eso dice algo de la carencia que está viviendo”. Lovera destaca que es importante permitir que los niños simplemente sean para que descubran el mundo y que los padres deben evitar envolverlos en una burbuja.
Nuevos espacios para divertirse y compartir en familia
“Tomás Elías es un niño que estuvo acompañado por Heidy desde los tres meses de vida y de verdad que no me arrepiento”, dice Valentina Mujica, su mamá. Siempre quiso que tuviera muchos estímulos y con Do re mi bebé encontró ese espacio para divertirse con canciones, movimientos y para estimular el gusto porque Lovera se encarga de hacer un taller integral. “Tomás tiene 4 años, pero espero observar los resultados en el futuro”, Mujica destaca que es un niño que tiene criterio cuando dibuja, sabe escribir su nombre y es extrovertido gracias a esta formación.
¿Sabías que...?
Lovera explica que los primeros cinco años de vida son muy importantes porque en esta etapa se crean patrones a nivel psicológico que probablemente no cambien ya que estas primeras experiencias marcarán la manera de ser del niño para toda la vida e influirá en su forma de percibir el mundo y actuar dentro de él. “Esta primera infancia es fundamental porque todas esas experiencias nos marcan”. Ella señala que a lo mejor de grande no se tiene un recuerdo consciente, pero que de alguna manera esto repercute en su desarrollo en el futuro.
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