El primero fue un repartidor de alimentos, bajo la modalidad de delivery, identificado como Jesús Castejón Córdoba, de 25 años de edad, quien murió tras recibir múltiples disparos, en el distrito de San Juan de Miraflores, en Perú, luego de que unos delincuentes trataran de robarle su moto.

A pesar de que la víctima se encontraba en el suelo sin signos vitales, los antisociales continuaron disparando hasta en quince oportunidades. Medios peruanos reseñaron que los hombres intentaron huir de la escena del crimen con la moto, pero al parecer, esta sufrió un desperfecto mecánico y fue abandonada a unos pocos metros de la víctima.

La pareja de la víctima descartó que Castejón Córdoba tuviese problemas con persona alguna. La víctima habría acudido al lugar donde lo asesinaron para recibir una motocicleta que había alquilado.

La otra víctima, fue Wilmer Jaimes Colmenares (41), natural de la población de Michelena en el estado Táchira, y quien desde hace cuatro años estaba radicado en Lima.

La causa de la muerte según medios peruanos sería una golpiza y una caída desde el tercer piso. Según un familiar de la víctima, el crimen ocurrió el pasado 13 de febrero en el lugar de trabajo de Colmenares.

Según versiones publicadas Colmenares se había encontrado con unos amigos e ingerido bebidas alcohólicas por dos días. Fue en ese momento, cuando alguien le puso algo en su bebida que lo hizo actuar de forma “extraña”.

Al tercer día, la víctima, acudió a su trabajo, pero no reconoció a los presentes. Supuestamente sus atacantes lo golpearon y envolvieron con papel envoplast para luego lo lanzarlo desde el tercer piso.

Esta sería la tercera muerte ocurrida en tierras incas en las últimas semanas, el 12 de febrero se hizo público un video que mostraba imágenes del migrante venezolanos Orlando Abreu, a manos de un delincuente apodado «Cara Cortada», en un mercado de la provincia de Trujillo, Perú.

El crimen ocurrió el pasado 26 de enero de este año. Cuando el joven comerciante informal fue atacado por un hombre que lo amenazaba con un arma de fuego, porque no había pagado la extorsión, el sujeto intenta dispararle en varias oportunidades hasta que finalmente lo asesina delante de los presentes.

«Tú me conoces a mí, yo soy tranquilo. Yo no me he metido con ustedes. No me he metido con nadie», fueron las últimas palabras de Orlando Abreu, quien era un reconocido cantante de música llanera.