Los privados de libertad que se encuentran en el centro de detención del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cipcc) en La Guaira, levantaron la huelga de hambre que mantenían desde la semana pasada por el retardo procesal.
“Se están descompensando”, así lo alertó entre sollozos Yereida Farías, madre de un detenido que tiene 19 meses en el centro y cuyo juicio se ha diferido tres veces,
Contó que uno de los detenidos, de nombre Luis Guillén, recibió atención médica el jueves debido a su delicado estado de salud. Guillén es uno de los 75 detenidos que está recluido en el calabozo Alcatraz, el primero que inició la huelga el pasado viernes.
Otro de los que recibió atención de parte del equipo de Seguridad Ciudadana de La Guaira, Protección Civil y demás personal médico fue Nelson Rojas, un adulto mayor que está en el calabozo llamado La Jaula, donde más de 60 reos se unieron a la protesta el pasado miércoles.
De acuerdo con Farías, Rojas es diabético y tiene problemas de tensión. “Están muy mal los de La Jaula y apenas el miércoles comenzaron la huelga”.
Los familiares lamentaron la suspensión de la visita el pasado miércoles, pero entienden que la medida la tomaron con único fin de conseguir los traslados de los condenados a sus sitios de origen y que agilicen los juicios de los procesados.
Presos y familiares están desesperados debido a que a la fecha no han recibido respuestas.
Aclararon que se trata de una huelga pacífica, pero no descartaron que se transforme en huelga de sangre.
El fiscal Décimo de Derechos Fundamentales, Lenín Guidice, los visitó, pero solo prometió 10 cupos, acción que recibió el rechazo de los privados de libertad.
A través de una de las ventanillas de los calabozos el reo Yember López, vocero de los privados, ha revelado la situación en la que se encuentran.
Recordó que solo en Alcatraz son 75 hombres en un espacio de 6 metros por 4 metros, es decir, para 15 o 20 hombres máximo.
Aseguró que necesitan “la presencia de funcionarios del Ministerio de Servicios Penitenciarios, porque las palabras se las lleva el viento. Hace un año fuimos engañados. Nos ofrecieron traslados y nunca se dieron”.
López declaró que están afectados por el retardo procesal. “Solo pedimos el traslado a nuestros centros penitenciarios de origen y a aquellos compañeros que tienen más de 45 días que sean atendidos en los Tribunales, porque a cada rato los difieren”.
Todos los detenidos se mantenían con papelón, agua y caramelos, que muchas veces se los pasan luego de las 4:00 de la tarde, según denunciaron los familiares. Sin embargo, están muy descompensados.
“Ellos duermen parados, no respiran, comen y duermen con sus necesidades. Llevan ocho días sin probar alimentos. Hay quienes se están descompensando. Lo único que piden son traslados. Tienen una huelga pacífica”, manifestó Farías.
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