El lado oscuro de la IA: Explotación infantil sin precedentes
La inteligencia artificial desata una ola de pornografía infantil, “normalizando” el abuso y burlando las leyes
En menos de tres años, la inteligencia artificial (IA) provocó un terremoto global. Desde labores sencillas hasta complejas se tambalearon con su llegada. Artistas y diseñadores, vieron cómo sus fuentes de trabajo se diluían; primero la pintura, la ilustración y el diseño de páginas web fueron los terrenos “invadidos” cuando cualquier persona podía simular e incluso superar las creaciones existentes tras escribir unos sencillos prompts, o instrucciones en pantalla.
Hoy cientos de páginas de IA ofrecen la producción de imágenes “sin censura”, usando servidores independientes; de esa manera se saltan alcabalas morales impuestas por las empresas y permiten realizar imágenes perturbadoras sin el menor freno.
Estudios han demostrado que la exposición al contenido pornográfico puede desensibilizar a quienes lo ven, especialmente a los más jóvenes, distorsionando su percepción de la sexualidad y aumentando el riesgo de comportamientos sexuales agresivos y peligrosos.
Especialistas consideran que la creación de imágenes que simulan abusos trivializa la gravedad de estos actos, los populariza y permite que se repitan asumiendo su “naturalidad”; así, la sociedad se hace más tolerante hacia el abuso real, mientras los grupos susceptibles pierden el respaldo social con que cuentan, espacio que es ganado como simpatías por los victimarios.
Así, con unas pocas palabras, hoy es posible crear fotografías realistas, dibujos al más claro estilo de cualquier gran artista, “escribir” una profunda investigación en apenas unos minutos, hacer videos, música y prácticamente cualquier tarea intelectual.
Pero en el mundo se mueven fuerzas muy oscuras e intereses mezquinos que no dudan en aplicar cualquier tecnología para el crimen. De pronto, la pornografía se convirtió en la gran estrella de la inteligencia artificial.
Pero en el mundo se mueven fuerzas muy oscuras e intereses mezquinos que no dudan en aplicar cualquier tecnología para el crimen. De pronto, la pornografía se convirtió en la gran estrella de la inteligencia artificial.
El abuso disfrazado
Tenemos la tendencia de convertir las tecnologías en padres auxiliares; generaciones hemos sido criados por la televisión y los videojuegos, hoy los encargados de “tranquilizar” a los niños son teléfonos, tablets y redes sociales.
Las redes sociales representan peligros que van desde adicciones, retos virales, exposición a contenidos no aptos, riesgo de ser adoctrinados y radicalizados hasta ser víctimas de redes de trata, explotación, pornografía y abuso infantil.
El material pornográfico de IA inicialmente afectó a artistas y personalidades, luego permeó a la vida común y golpeó a compañeros de trabajo, exparejas y niños.
En los últimos meses, la tendencia incluye un tipo de pornografía con protagonistas con síndrome de Down, con enanismo, con amputaciones o mujeres en avanzado estado de gravidez. En fin, el ser humano no deja de sorprender.
Pornografía al mayor
Los "deepfakes" generan contenido que parece auténtico, sin involucrar a personas reales, lo que plantea riesgos significativos de revictimización, ya que imágenes falsas pueden ser distribuidas y consumidas sin el conocimiento de las víctimas reales, sean adultas o menores.
Hoy cientos de páginas de IA ofrecen la producción de imágenes “sin censura”, usando servidores independientes; de esa manera se saltan alcabalas morales impuestas por las empresas y permiten realizar imágenes perturbadoras sin el menor freno.
Otros usan granjas de equipos de computación potentes, con modelos descargados; no dejan rastros en la red, ya que todo lo producen localmente y lo distribuyen a través de redes P2P y foros privados, lo que prácticamente invisibiliza su acción y dificulta su persecución.
Normalizando el abuso sexual
Estudios han demostrado que la exposición al contenido pornográfico puede desensibilizar a quienes lo ven, especialmente a los más jóvenes, distorsionando su percepción de la sexualidad y aumentando el riesgo de comportamientos sexuales agresivos y peligrosos.
Especialistas consideran que la creación de imágenes que simulan abusos trivializa la gravedad de estos actos, los populariza y permite que se repitan asumiendo su “naturalidad”; así, la sociedad se hace más tolerante hacia el abuso real, mientras los grupos susceptibles pierden el respaldo social con que cuentan, espacio que es ganado como simpatías por los victimarios.
Venezuela entre leyes y lagunas
Venezuela, como casi todos los países del mundo, cuenta con un marco legal que prohíbe la pornografía y el abuso sexual infantil, pero debemos destacar que una legislación específica sobre la pornografía generada por IA es prácticamente inexistente.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (Lopna) y la Ley Especial contra los Delitos Informáticos abordan aspectos relacionados con el área de protección de los menores de edad y el espacio digital, aunque no se han actualizado para incluir las nuevas tecnologías.
Carlos Trapani, coordinador de Cecodap, señala que "cada día al menos seis menores de edad sufren un acto violento en Venezuela, y la pornografía infantil es una de las formas más alarmantes de esta violencia".
Un informe de Cecodap y la Red de Derechos Humanos de Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna) contabilizó 1.541 hechos relacionados con abusos sexuales entre diciembre de 2022 y julio de 2023.
Por su parte, el fiscal general de la República, Tarek William Saab, ha declarado la lucha contra la pornografía infantil como una prioridad, y ha informado sobre miles de casos de abuso sexual a niños y adolescentes a lo largo de su carrera en la Fiscalía. Saab enfatiza que "la tecnología debe ser utilizada para proteger a nuestros niños, no para explotarlos".
Víctimas digitales = crímenes reales
A pesar del oscuro panorama, destacamos las acciones emprendidas por las autoridades en la lucha contra este flagelo. A inicios de abril la Europol llevó a cabo la operación Fever.
Esta operación, ejecutada por fuerzas policiales de 35 países, tenía como objetivo desmantelar Kidflix, una de las plataformas más grandes de pornografía infantil en línea.
Kidflix acumulaba unos 100 mil videos de abusos sexuales a menores. La plataforma permitía a los usuarios realizar transacciones mediante criptomonedas, subir y descargar entre tres y cuatro videos cada hora. Tras la operación se rescató a 39 menores y se detuvo a 79 individuos implicados en producción y distribución de contenido pedófilo. Además identificaron a 1.400 sospechosos que serán perseguidos y enjuiciados.
Meses antes, Interpol realizó la operación Cumberland y desarticuló una red que utilizaba tecnología de IA para crear imágenes de abuso infantil. A pesar de que las víctimas eran generadas artificialmente, las autoridades destacan que el crimen es real.
25 personas fueron arrestadas y 273 personas fueron identificadas como sospechosas. La operación sigue abierta, se asegura que habrá más detenciones en el futuro.
Víctimas digitales = crímenes reales
A pesar del oscuro panorama, destacamos las acciones emprendidas por las autoridades en la lucha contra este flagelo. A inicios de abril la Europol llevó a cabo la operación Fever.
Esta operación, ejecutada por fuerzas policiales de 35 países, tenía como objetivo desmantelar Kidflix, una de las plataformas más grandes de pornografía infantil en línea.
Kidflix acumulaba unos 100 mil videos de abusos sexuales a menores. La plataforma permitía a los usuarios realizar transacciones mediante criptomonedas, subir y descargar entre tres y cuatro videos cada hora. Tras la operación se rescató a 39 menores y se detuvo a 79 individuos implicados en producción y distribución de contenido pedófilo. Además identificaron a 1.400 sospechosos que serán perseguidos y enjuiciados.
Meses antes, Interpol realizó la operación Cumberland y desarticuló una red que utilizaba tecnología de IA para crear imágenes de abuso infantil. A pesar de que las víctimas eran generadas artificialmente, las autoridades destacan que el crimen es real.
25 personas fueron arrestadas y 273 personas fueron identificadas como sospechosas. La operación sigue abierta, se asegura que habrá más detenciones en el futuro.
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