Hija de un granjero estricto, Hazel no fue a la escuela, a pesar de ello aprendió a leer y se convirtió en una lectora apasionada de las novelas románticas. Se cree que su fervor por esa literatura marcó su futuro, ya que se casó en múltiples oportunidades.

Era una mujer de mirada agradable y con una eterna sonrisa. Parecía una buena abuela, de allí que cuando fue detenida la bautizaron “Giggling Granny” o "Abuela Risueña". Ni tras su detención se borró esa sonrisa, lo que reflejaba una personalidad aparentemente dulce y un comportamiento despreocupado, incluso después de cometer actos atroces.

La historia de sus romances se inicia cuando trabajaba de obrera en una fábrica de ropa. Con 16 años conoció a Charley Braggs, tras cuatro meses de noviazgo se escapó y se casó. Tuvo cuatro hijas.

En 1927 dos de sus hijas murieron intoxicadas, poco tiempo después Braggs huyó con su hija mayor, Melvina, y dejó la más pequeña. Un año después regresó a la niña y se divorció.

Dos años más tarde Hazel se casó con Robert Harrelson, un alcohólico. El matrimonio duró 16 años de tranquilidad relativa. En 1943, Melvina tuvo un bebé y, dos años más tarde, llegó el segundo nieto de Hazel, quien murió poco después. Melvina creyó ver a su madre clavar un alfiler en la cabeza del bebé, pero estaba bajo los efectos de la anestesia.

En 1945 Melvina fue a visitar a su padre y dejó a su hijo al cuidado de Hazel. Al regresar el niño se asfixió “por causas desconocidas”. Meses después Hazel cobró un seguro de vida de 500 dólares a nombre del niño.

Ese mismo año, moriría Harrelson, quien fue envenenado con arsénico en el frasco de whisky de maíz que bebía. Al parecer el hombre había abusado de ella.

Llegó un nuevo matrimonio y Arlie Lanning, su nueva víctima. El hombre murió poco más tarde de supuestos problemas cardíacos y después murió la madre de Lanning mientras dormía. Cuando la casa en que vivían se quemó, Hazel cobró el seguro.

En 1952 se casó con Richard L. Morton, quien se llevó a su mamá a vivir con ellos. Madre e hijo murieron envenenados entre enero y mayo de 1953.

A finales de ese año conoció a Samuel Doss, quien comenzó a vivir con ella. A partir de entonces Hazel se identificó como Nannie Doss. De nuevo el marido enfermó gravemente.

Apenas fue dado de alta, Nannie lo mató, quería cobrar dos seguros que había contratado. Esa prisa alertó al médico, quien ordenó una autopsia que reveló gran cantidad de arsénico. Nannie fue arrestada de inmediato.

Al ser detenida confesó 11 asesinatos (incluidos cuatro esposos). En 1955 fue condenada a cadena perpetua, pero murió de leucemia en la Penitenciaría de Oklahoma en 1965.