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Migración y explotación: La punta de un iceberg criminal

La crisis venezolana y el éxodo masivo han alimentado las redes de trata de personas

  • Diario El Universal

15/12/2024 06:00 am

Cuando las crisis golpean los países, sus ciudadanos más vulnerables son los principales afectados; y Venezuela ha sufrido una de las crisis más severas del continente.

Durante los últimos siete años la crisis nos abofeteó con desnutrición, falta de alimentos, escasez de medicamentos. Muchos sobrevivieron gracias a las frutas de temporada. Los menos favorecidos lo hicieron comiendo de la basura. Todo esto, sumado a una delincuencia desatada, abonó el camino para un fenómeno migratorio que no ha cesado.

En medio de ese éxodo masivo que salió tras los sueños de un futuro mejor, se produjo una de las consecuencias más peligrosas: la trata de personas a manos de una tenebrosa industria millonaria que convierte los sueños en pesadillas.

Un problema in crescendo
Como en la mayoría de los delitos, en Venezuela la inexistencia de datos oficiales sobre crimen, seguridad y migración impide conocer la situación real, o hacerle seguimiento.

Una de las consecuencias de esta falta de información es el espejismo de normalidad. “No está pasando nada, son algunas niñas que se escapan de sus casas”, “falta de padres” y comentarios similares se leen en las redes sociales cada vez que alguna célula de tratantes es desarticulada; pero nunca se detiene a las cabezas detrás de esas organizaciones.

Mientras se niega el fenómeno migratorio, colateralmente se desconocen la trata y el tráfico. Se presentan como problemas de bandas y no como una falla sistémica que golpea con fuerza a familias venezolanas y convierte a mujeres, adolescentes y niñas en mercancías.

Un delito millonario
Como hemos dicho, desconocemos la magnitud real de la trata, el tráfico y la explotación, sin embargo organizaciones internacionales manejan cifras que alertan sobre un delito que compite con el narcotráfico por el monto de sus ganancias.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estiman que la trata de personas genera ingresos superiores a los 30 mil millones de dólares al año.

Por su parte, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) calcula que genera entre 32 mil millones y 150 mil millones de dólares anualmente. En perspectiva podemos decir que la cifra es casi el total de la deuda externa de Venezuela, estimada en 154 mil millones de dólares.

“El dinero está involucrado en todas las etapas de la trata, desde establecer la infraestructura básica, logística para alimentación y traslado de las víctimas, pagos a funcionarios corruptos, manejo continuo de ganancias y lavado de dinero”, señala el Manual para la Lucha contra la Trata de la ONU.

Hacerle rastreo y seguimiento a las enormes cantidades de dinero permitiría a las autoridades desarticular las organizaciones detrás de este delito, más que limitarse a capturar pequeñas células. “El seguimiento de ese dinero llevaría a las autoridades hasta quienes legalizan el dinero proveniente de la trata y los verdaderos capos”, destaca el informe.

Efecto Iceberg del crimen organizado
El efecto Iceberg se refiere a que tenemos una visión parcial de la magnitud del problema, pues la falta de cifras hace que terminemos con un conocimiento de menos del 10%.

El informe de la ONG Mulier de 2022 resaltó un aumento en el rescate de venezolanas de tales redes con 1.390 mujeres, incluyendo 284 niñas y adolescentes. Si nos basamos en el efecto Iceberg, al menos 13.900 venezolanas podrían estar en esa situación.

Aunque no hay datos sobre la prostitución de venezolanas en el exterior, se sabe que países como Trinidad y Tobago y Colombia son destinos de explotación sexual. En el primero se estima que 21 mil venezolanas fueron explotadas sexualmente entre 2015 y 2020, generando 2,2 millones de dólares en ganancias, señala el reportaje “Esclavas sexuales venezolanas, una industria en auge en Trinidad” de la ONG Connectas.

En Colombia, con una mayor base migratoria, las cifras son mucho mayores. Regiones fronterizas como Norte de Santander y ciudades como Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla han evidenciado un incremento en la prostitución. Datos recientes indican que las venezolanas constituyen el 80% de las mujeres rescatadas de redes de trata en las poblaciones fronterizas de Cúcuta y La Parada.

España e Italia también han visto un aumento en la prostitución de migrantes venezolanas y, en los últimos dos años, México y Estados Unidos se sumaron a este panorama. El “Informe de Trata de Personas” (TIP) de EEUU señala que Venezuela ha estado en el Nivel 3 por siete años, sin mejoras en la lucha contra este delito.

Varias opciones para atacar el problema
Para enfrentar la trata de personas vinculada a la migración venezolana, Estados, organizaciones internacionales y Organizaciones No Gubernamentales deben abordar planes multifactoriales que ataquen el problema desde distintas perspectivas.

Se ha propuesto fortalecer y mejorar las políticas migratorias y atacar policialmente, de manera coordinada e internacional, las redes criminales para desarticularlas.

Además se plantea la necesidad de darle visibilidad al problema, brindarle apoyo integral a las víctimas y promover la educación y el empleo en las comunidades vulnerables

Otro factor importante es recopilar datos precisos y emplear herramientas tecnológicas para rastrear las redes y facilitar las denuncias.

La trata es un negocio millonario que se alimenta de las necesidades de una población empobrecida. IMAGEN CREADA POR IA
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