Violencia, sexo y monstruos ¿Quién cuida a nuestros niños?
Los niños, niñas y adolescentes son las víctimas de una ola de violencia con 128 menores de edad muertos entre marzo y junio
Por dos días estuvo desaparecida Adriannys Carolina, una niña de ocho años de edad con síndrome de Down. El 8 de octubre, junto a su mamá, salió de su casa cerca del barrio Moscú de Ciudad Bolívar. Iba a casa de su abuela a cocinar, porque se había ido la luz.
La niña se quedó en la casa de una tía que estaba cerca, y poco después se fue. A partir de ese momento se perdió. Cuando la buscaron para comer, ya era tarde, nadie sabía dónde estaba.
La familia fue a la policía a denunciar la desaparición, pero solo les tomaron los datos, les dijeron que “había que esperar 24 horas”, algo inverosímil ante la urgencia por la desaparición de un niño, más aún especial.
La niña estaba perdida bajo el sol abrazador y el húmedo calor del estado Bolívar. Al día siguiente, continuaron la búsqueda, hasta que un vecino dijo que fue alertado por un acre y penetrante olor que lo condujo hasta un carro accidentado estacionado cerca de su casa.
Al revisar, encontraron el cadáver en estado de descomposición de Adriannys. Estaba en el asiento trasero, sin camisa y con signos de abuso.
En marzo de este año otra historia de horror se vivió en el poblado de Galipán, en el cerro Ávila. En ese idílico paraje, el día 28 encontraron el cuerpo de una una niña de 12 años, se había quitado la vida.
La niña tomó la decisión tras una campaña de acoso y escarnio a la que fue sometida por su propia familia. Su abuela y su abuelastro difundieron mentiras sobre la menor, luego de que la niña denunciara que había sido abusada sexualmente por el esposo de la abuela
La campaña de desprestigio tenía el objetivo de desvirtuar las denuncias realizadas contra el abuelastro y que habían sido validadas por exámenes médico-forenses, pero el bullying pudo más que la frágil estabilidad de la pequeña, quien terminó quitándose la vida.
Las historias de violencia contra niños se vuelven dantescas cuando observamos el desequilibrio de poder al que son sometidos, y lo peor es que los victimarios tratan de justificarse.
El catálogo del horror
Con el objetivo de hacerle seguimiento a la situación de los derechos humanos de los menores de edad, un grupo de asociaciones civiles, comunitarias, académicas, institutos de investigación y defensores de derechos, se unieron en la Red por los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna) en una alianza que publica periódicamente informes que analizan la situación de los derechos de niños y adolescentes.
El último informe de la Redhnna refleja datos obtenidos durante el segundo trimestre de este año, entre marzo y julio, cuando analizaron el contenido de mil 207 artículos de prensa, logrando determinar que los menores en Venezuela están en riesgo.
Según el documento liberado semanas atrás, entre marzo y julio de 2024 se contabilizaron mil 254 situaciones asociadas a muertes, abusos y otras violaciones relacionadas con la integridad de los niños y niñas; de ellos 128 corresponden a la muerte de menores, 278 a violaciones sexuales y otras 699 a vulneraciones no letales.
128 menores muertos violentamente
Entre marzo y julio la Redhnna recopiló información sobre la muerte de 128 menores de edad; 74 niños de entre 0 y 12 años y 46 adolescentes de 12 a 17, en ocho casos no se indicó la edad de la víctima.
De ese total el 33,59% de las muertes estaría asociado a situaciones de violencia social o familiar, 14 (10,16%) a violencia social o delincuencial, diez niñas (7,81%) murieron en casos de femicidios, ocho casos (6,25%) fueron por infanticidios, otros seis (5,47%) murieron debido a trato cruel o negligencia de familiares, en tres casos la muerte se produjo debido a suicidios y dos casos (1,56%) fueron muertes provocadas por actuación letal de cuerpos policiales.
Además 68 (53,13%) menores fallecieron en accidentes, 28 (41,2%) de ellos en accidentes de tránsito, 20 (29,4%) por inmersión, 13 (19,1%) por otras causas, dos (2,9%) en accidentes domésticos, dos por electrocución, otros dos en incendio, uno (1,5%) por intoxicación.
Finalmente otras 20 muertes (29%) estuvieron relacionadas con negligencia en el cuidado de niños pequeños.
Muertes que pudieron evitarse
El informe destaca que la mayoría de estas muertes pudo haberse evitado, por lo que se exige extremar los cuidados y precauciones para detener su ocurrencia.
“La muerte violenta, inesperada de un adolescente electrocutado al pisar una guaya de alta tensión en una calle, o de niños al ahogarse en envases usados para almacenar agua en sus casas, o en accidentes en motos; son actos de negligencia en el cuidado y protección en los que incurren madres, padres, familiares, así como las autoridades responsables de la prestación, mantenimiento y supervisión de la calidad de los servicios a la ciudadanía”, indica el informe de Redhnna.
En lo relativo a la cantidad y gravedad de casos relacionados con trato cruel y abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes, la Redhnna destacó que “la respuesta policial y judicial ha dejado un mensaje claro y convincente de intolerancia a toda forma de violencia contra los más pequeños”.
Pero critican la falta de información sobre programas, acciones o medidas institucionales para atender o prevenir el trato cruel y maltrato en los hogares, tampoco para la formación de la ciudadanía en la debida protección de los niños y adolescentes que puedan estar siendo vulnerados; así como tampoco programas o medidas de prevención de estos delitos.
La niña se quedó en la casa de una tía que estaba cerca, y poco después se fue. A partir de ese momento se perdió. Cuando la buscaron para comer, ya era tarde, nadie sabía dónde estaba.
La familia fue a la policía a denunciar la desaparición, pero solo les tomaron los datos, les dijeron que “había que esperar 24 horas”, algo inverosímil ante la urgencia por la desaparición de un niño, más aún especial.
La niña estaba perdida bajo el sol abrazador y el húmedo calor del estado Bolívar. Al día siguiente, continuaron la búsqueda, hasta que un vecino dijo que fue alertado por un acre y penetrante olor que lo condujo hasta un carro accidentado estacionado cerca de su casa.
Al revisar, encontraron el cadáver en estado de descomposición de Adriannys. Estaba en el asiento trasero, sin camisa y con signos de abuso.
En marzo de este año otra historia de horror se vivió en el poblado de Galipán, en el cerro Ávila. En ese idílico paraje, el día 28 encontraron el cuerpo de una una niña de 12 años, se había quitado la vida.
La niña tomó la decisión tras una campaña de acoso y escarnio a la que fue sometida por su propia familia. Su abuela y su abuelastro difundieron mentiras sobre la menor, luego de que la niña denunciara que había sido abusada sexualmente por el esposo de la abuela
La campaña de desprestigio tenía el objetivo de desvirtuar las denuncias realizadas contra el abuelastro y que habían sido validadas por exámenes médico-forenses, pero el bullying pudo más que la frágil estabilidad de la pequeña, quien terminó quitándose la vida.
Las historias de violencia contra niños se vuelven dantescas cuando observamos el desequilibrio de poder al que son sometidos, y lo peor es que los victimarios tratan de justificarse.
El catálogo del horror
Con el objetivo de hacerle seguimiento a la situación de los derechos humanos de los menores de edad, un grupo de asociaciones civiles, comunitarias, académicas, institutos de investigación y defensores de derechos, se unieron en la Red por los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna) en una alianza que publica periódicamente informes que analizan la situación de los derechos de niños y adolescentes.
El último informe de la Redhnna refleja datos obtenidos durante el segundo trimestre de este año, entre marzo y julio, cuando analizaron el contenido de mil 207 artículos de prensa, logrando determinar que los menores en Venezuela están en riesgo.
Según el documento liberado semanas atrás, entre marzo y julio de 2024 se contabilizaron mil 254 situaciones asociadas a muertes, abusos y otras violaciones relacionadas con la integridad de los niños y niñas; de ellos 128 corresponden a la muerte de menores, 278 a violaciones sexuales y otras 699 a vulneraciones no letales.
128 menores muertos violentamente
Entre marzo y julio la Redhnna recopiló información sobre la muerte de 128 menores de edad; 74 niños de entre 0 y 12 años y 46 adolescentes de 12 a 17, en ocho casos no se indicó la edad de la víctima.
De ese total el 33,59% de las muertes estaría asociado a situaciones de violencia social o familiar, 14 (10,16%) a violencia social o delincuencial, diez niñas (7,81%) murieron en casos de femicidios, ocho casos (6,25%) fueron por infanticidios, otros seis (5,47%) murieron debido a trato cruel o negligencia de familiares, en tres casos la muerte se produjo debido a suicidios y dos casos (1,56%) fueron muertes provocadas por actuación letal de cuerpos policiales.
Además 68 (53,13%) menores fallecieron en accidentes, 28 (41,2%) de ellos en accidentes de tránsito, 20 (29,4%) por inmersión, 13 (19,1%) por otras causas, dos (2,9%) en accidentes domésticos, dos por electrocución, otros dos en incendio, uno (1,5%) por intoxicación.
Finalmente otras 20 muertes (29%) estuvieron relacionadas con negligencia en el cuidado de niños pequeños.
Muertes que pudieron evitarse
El informe destaca que la mayoría de estas muertes pudo haberse evitado, por lo que se exige extremar los cuidados y precauciones para detener su ocurrencia.
“La muerte violenta, inesperada de un adolescente electrocutado al pisar una guaya de alta tensión en una calle, o de niños al ahogarse en envases usados para almacenar agua en sus casas, o en accidentes en motos; son actos de negligencia en el cuidado y protección en los que incurren madres, padres, familiares, así como las autoridades responsables de la prestación, mantenimiento y supervisión de la calidad de los servicios a la ciudadanía”, indica el informe de Redhnna.
En lo relativo a la cantidad y gravedad de casos relacionados con trato cruel y abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes, la Redhnna destacó que “la respuesta policial y judicial ha dejado un mensaje claro y convincente de intolerancia a toda forma de violencia contra los más pequeños”.
Pero critican la falta de información sobre programas, acciones o medidas institucionales para atender o prevenir el trato cruel y maltrato en los hogares, tampoco para la formación de la ciudadanía en la debida protección de los niños y adolescentes que puedan estar siendo vulnerados; así como tampoco programas o medidas de prevención de estos delitos.
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