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Sombras del Mal: El Gigante Rosa

Un hombre sembró el terror en Alemania entre finales de 1989 y abril de 1991

  • Diario El Universal

13/10/2024 06:00 am

Durante menos de dos años, entre octubre de 1989 y abril de 1991, un despiadado asesino sembró el terror en Brandeburgo, Alemania, donde asesinó a cinco mujeres y a un bebé. Años más tarde, tras ser detenido, obligaría a suicidarse a un compañero preso a quien violó.

Esta es la historia de Wolfgang Schmidt, quien luego legalmente cambiaría su nombre a Beate Schmidt, nacido el 5 de octubre de 1966. Este infame asesino en serie germano dejó una sangrienta huella en la historia criminal de Alemania.

Su vida es una mezcla de violencia, obsesiones perturbadoras y las complejas relaciones de él y su identidad de género. De su infancia se conoce poco, Schmidt nació en Lehnin, Brandeburgo, en el seno de una familia pobre y disfuncional.

A edad temprana comenzó a mostrar un comportamiento antisocial y muy violento, indicativo de su futura actitud. Fue un niño solitario y muy inestable, lo que sus psiquiatras creen que pudo haber contribuido a desarrollar sus tendencias violentas.

Los crímenes de Schmidt comenzaron el 24 de octubre de 1989 con el asesinato de Edeltraut Nixdorf, una mujer de 51 años, cuando entró a su casa a robar ropa. Al encontrarla la golpeó con un martillo y luego la estranguló.

Poco tiempo más tarde, el 24 de mayo de 1990, asesinó a Christa Naujoks, de 45 años. La estranguló con un cable y luego abusó sexualmente de su cadáver. Tras ser detenido, declaró que no podía controlar la excitación que le generaba violencia sexual.

Casi un año más tarde, en marzo de 1991, asesinó a Inge Fischer, de 34 años. La atacó cuando regresaba a casa, la estranguló y apuñaló. Su cuerpo destrozado fue encontrado cubierto de ropa que no le pertenecía.

Los crímenes más horrendos los cometió el 22 de marzo de 1991, cuando asesinó a Tamara Petrowskaja y a su bebé de tres meses. A ella la estranguló con un sostén y luego golpeó al infante contra un árbol.

Finalmente, el 5 de abril de 1991, Schmidt asesinó a Talita Bremer, una mujer de 66 años a quien estranguló y luego abusó sexualmente de su cadáver antes de robarle ropa.

Wolfgang Schmidt fue detenido el 1 de agosto de 1991 por dos hombres que corrían y lo encontraron masturbándose mientras usaba binoculares para espiar a posibles víctimas, lograron dominarlo y lo entregaron a la policía.

En 1992, fue condenado a 15 años en prisión y a tratamiento psiquiátrico. Su defensa se centró en su salud mental y en las alegaciones sobre su identidad de género. En 2001, solicitó un cambio legal de nombre a Beate Schmidt y comenzó un tratamiento hormonal para la reasignación de género.

El asesino fue identificado como "el gigante rosa" debido a su estatura, casi dos metros de altura, y a su preferencia por la lencería rosa, pero también fue apodado "la bestia de Beelitz", haciendo referencia al área donde ocurrieron muchos de sus crímenes.

En 2010, ya transicionada a Beate Schmidt, se abrió una nueva investigación en su contra por violar y provocar que otro recluso transgénero intentara suicidarse.

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