El gas doméstico: Una explosiva amenaza silenciosa
Hace tiempo venimos advirtiendo sobre estos cada vez más frecuentes “accidentes”
Hay temas que se hacen recurrentes, por ejemplo los accidentes, también los balances que cada cierto tiempo nos permiten estudiar delitos como homicidios, femicidios, abuso y maltrato infantil o violencia contra niños o adultos mayores.
Pero algunos se repiten con demasiada frecuencia y cobran altísimos saldos en muertos, heridos y pérdidas materiales. Luego se convierten en tragedias cotidianas debido a que no se hace nada para evitarlas. No hay investigaciones, responsables, tampoco campañas educativas o preventivas. Así, con indiferencia y silencio, se acumulan las muertes tras el estruendo de las cotidianas explosiones de bombonas de gas.
El aliado mortal
A las 3:00 de la madrugada del pasado lunes 9, una explosión sacudió la vereda 3 del sector García Carballo, UD1 de Caricuao. El estallido derrumbó una vivienda, destrozó otras y dejó dos víctimas mortales: Yamilet Quevedo, de 51 años, y su hijo José Gregorio Blanco, de 19, además de unos 10 heridos.
Ese mismo día, en Carrizal, a 30 kilómetros de distancia, otra explosión, esta vez provocada, dejó cinco heridos y cuantiosos daños materiales. Un sexagenario, en medio de una crisis sentimental, voló su apartamento usando gas doméstico para no dárselo a su expareja.
Días antes, otro estallido destruyó un apartamento y afectó cuatro más en el municipio Baruta, el saldo incluye una persona herida.
El panorama se recrudece cuando a estos hechos sumamos la tragedia ocurrida el pasado 12 de agosto en el barrio Unión de Petare, donde 13 personas, incluidos dos recién nacidos, perdieron la vida en otra explosión que demolió su hogar.
La reiteración muestra un patrón
Nos encontramos ante demasiados “hechos aislados”, como para no ver el patrón que se repite. Algo está ocurriendo con el gas doméstico y no hay respuestas.
Desde hace varios años hemos advertido sobre esta situación: en 2019 informamos sobre la muerte de al menos 50 personas en explosiones entre 2016 y 2019.
El Estudio Nacional de Incendios en Hogares de Venezuela, elaborado por Avepae en el hoy lejano 2015, señala que entre 2013 y 2015 se registraron al menos 41 incendios en viviendas con 56 víctimas mortales.
Entre 2017 y 2018 el número fue de 40, en 2019 se registraron al menos 35 siniestros vinculados con gas. Pero a partir de ese año incendios y explosiones se repiten sin mayores investigaciones.
Dónde explotan
Según los estudios realizados, la mayoría de las deflagraciones ocurren en viviendas, muchas durante el cambio de bombonas o al encender las cocinas tras períodos de inactividad. La acumulación de gas provocada por mal funcionamiento de tuberías, válvulas y boquillas de los cilindros sería la principal causa.
Durante ese período, al menos seis estallidos ocurrieron en transportes de bombonas y en plantas de llenado, tres en cada caso; al menos cinco vehículos particulares que transportaban los cilindros volaron por los aires.
Nos encontramos ante una epidemia de explosiones que ha cobrado cientos de vidas y dejado cientos de lesionados o discapacitados, ola que ha sido ignorada.
Fallas en las bombonas
“Una cosa que debe quedar clara es que los factores para las explosiones en este tipo de artefactos son múltiples, tenemos deflagraciones accidentales, por imprudencia, e incluso explosiones provocadas, como el caso del urbanismo La Ladera de Carrizal. También podríamos encontrarnos ante fallas provocadas por mala manipulación de parte de operadores, distribuidores y usuarios, así como fallas por falta de mantenimiento de bombonas, conectores y válvulas”, señaló “Manuel Zapata”, bombero del Distrito Capital, quien pidió que su nombre fuese cambiado por razones de seguridad.
Hay casos en los que no se produce la explosión, sino que la fuga de gas provoca la muerte por asfixia de quienes se encuentren en el inmueble, como el caso de la directora de la ONG SenosAyuda, su esposo, hija y dos mascotas, que a finales del año pasado murieron de esa manera.
“Las fallas en el llenado de las bombonas son otro problema. La sobrecarga de cilindros provoca fugas, daños a las válvulas y las presiones excesivas provocan explosiones mucho más intensas”, agregó el apagafuegos.
“También debe destacarse el estado del parque de bombonas, que en su mayoría no solo están deterioradas, sino además vencidas, con daños en las costuras y soldaduras”, concluyó el efectivo.
Algunos consejos para prevenir los accidentes
La recomendación más importante es que si siente olor a gas abandone el área, abra ventanas y puertas, no encienda la luz, fósforos o la cocina, e informe de inmediato a las autoridades.
Las bombonas solo deben ser manipuladas por adultos.
Este tipo de contenedores no deben ser arrastrados ni hacerlos rodar por el piso, pues la fricción puede ocasionar estallidos.
Transportar las bombonas en carretillas, amarradas y en posición vertical. Está prohibido transportarlas en transporte público.
Ubique las bombonas en espacios ventilados, lejos de calor, chispas, llamas abiertas, superficies calientes o tomas eléctricas.
Revise el estado de los conectores y tuberías con frecuencia: cámbielos si están deteriorados.
Conecte una sola bombona a la vez, cuando una se agote use la otra. Ciérrela cuando no esté en uso.
Revise y proteja la bombona de daños físicos.
Utilice guantes de goma cuando las manipule para evitar chispas de electricidad estática.
Pero algunos se repiten con demasiada frecuencia y cobran altísimos saldos en muertos, heridos y pérdidas materiales. Luego se convierten en tragedias cotidianas debido a que no se hace nada para evitarlas. No hay investigaciones, responsables, tampoco campañas educativas o preventivas. Así, con indiferencia y silencio, se acumulan las muertes tras el estruendo de las cotidianas explosiones de bombonas de gas.
El aliado mortal
A las 3:00 de la madrugada del pasado lunes 9, una explosión sacudió la vereda 3 del sector García Carballo, UD1 de Caricuao. El estallido derrumbó una vivienda, destrozó otras y dejó dos víctimas mortales: Yamilet Quevedo, de 51 años, y su hijo José Gregorio Blanco, de 19, además de unos 10 heridos.
Ese mismo día, en Carrizal, a 30 kilómetros de distancia, otra explosión, esta vez provocada, dejó cinco heridos y cuantiosos daños materiales. Un sexagenario, en medio de una crisis sentimental, voló su apartamento usando gas doméstico para no dárselo a su expareja.
Días antes, otro estallido destruyó un apartamento y afectó cuatro más en el municipio Baruta, el saldo incluye una persona herida.
El panorama se recrudece cuando a estos hechos sumamos la tragedia ocurrida el pasado 12 de agosto en el barrio Unión de Petare, donde 13 personas, incluidos dos recién nacidos, perdieron la vida en otra explosión que demolió su hogar.
La reiteración muestra un patrón
Nos encontramos ante demasiados “hechos aislados”, como para no ver el patrón que se repite. Algo está ocurriendo con el gas doméstico y no hay respuestas.
Desde hace varios años hemos advertido sobre esta situación: en 2019 informamos sobre la muerte de al menos 50 personas en explosiones entre 2016 y 2019.
El Estudio Nacional de Incendios en Hogares de Venezuela, elaborado por Avepae en el hoy lejano 2015, señala que entre 2013 y 2015 se registraron al menos 41 incendios en viviendas con 56 víctimas mortales.
Entre 2017 y 2018 el número fue de 40, en 2019 se registraron al menos 35 siniestros vinculados con gas. Pero a partir de ese año incendios y explosiones se repiten sin mayores investigaciones.
Dónde explotan
Según los estudios realizados, la mayoría de las deflagraciones ocurren en viviendas, muchas durante el cambio de bombonas o al encender las cocinas tras períodos de inactividad. La acumulación de gas provocada por mal funcionamiento de tuberías, válvulas y boquillas de los cilindros sería la principal causa.
Durante ese período, al menos seis estallidos ocurrieron en transportes de bombonas y en plantas de llenado, tres en cada caso; al menos cinco vehículos particulares que transportaban los cilindros volaron por los aires.
Nos encontramos ante una epidemia de explosiones que ha cobrado cientos de vidas y dejado cientos de lesionados o discapacitados, ola que ha sido ignorada.
Fallas en las bombonas
“Una cosa que debe quedar clara es que los factores para las explosiones en este tipo de artefactos son múltiples, tenemos deflagraciones accidentales, por imprudencia, e incluso explosiones provocadas, como el caso del urbanismo La Ladera de Carrizal. También podríamos encontrarnos ante fallas provocadas por mala manipulación de parte de operadores, distribuidores y usuarios, así como fallas por falta de mantenimiento de bombonas, conectores y válvulas”, señaló “Manuel Zapata”, bombero del Distrito Capital, quien pidió que su nombre fuese cambiado por razones de seguridad.
Hay casos en los que no se produce la explosión, sino que la fuga de gas provoca la muerte por asfixia de quienes se encuentren en el inmueble, como el caso de la directora de la ONG SenosAyuda, su esposo, hija y dos mascotas, que a finales del año pasado murieron de esa manera.
“Las fallas en el llenado de las bombonas son otro problema. La sobrecarga de cilindros provoca fugas, daños a las válvulas y las presiones excesivas provocan explosiones mucho más intensas”, agregó el apagafuegos.
“También debe destacarse el estado del parque de bombonas, que en su mayoría no solo están deterioradas, sino además vencidas, con daños en las costuras y soldaduras”, concluyó el efectivo.
Algunos consejos para prevenir los accidentes
La recomendación más importante es que si siente olor a gas abandone el área, abra ventanas y puertas, no encienda la luz, fósforos o la cocina, e informe de inmediato a las autoridades.
Las bombonas solo deben ser manipuladas por adultos.
Este tipo de contenedores no deben ser arrastrados ni hacerlos rodar por el piso, pues la fricción puede ocasionar estallidos.
Transportar las bombonas en carretillas, amarradas y en posición vertical. Está prohibido transportarlas en transporte público.
Ubique las bombonas en espacios ventilados, lejos de calor, chispas, llamas abiertas, superficies calientes o tomas eléctricas.
Revise el estado de los conectores y tuberías con frecuencia: cámbielos si están deteriorados.
Conecte una sola bombona a la vez, cuando una se agote use la otra. Ciérrela cuando no esté en uso.
Revise y proteja la bombona de daños físicos.
Utilice guantes de goma cuando las manipule para evitar chispas de electricidad estática.
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones