Sombras del mal: El Unabomber o el intento de acabar con el sistema
Durante casi 20 años llevó adelante su cruzada contra la sociedad industrializada y tecnológica
Hay pocas historias de asesinos en serie tan apasionantes como la de la cacería que llevó a la captura de Theodore Kaczynski, “El Unabomber”, quien intentó derribar la sociedad industrial y tecnológica. Durante casi dos décadas mantuvo en vilo a Estados Unidos enviando bombas a quienes consideraba parte del sistema contra el que se había rebelado.
Ted Kaczynski nació en 1942 en Chicago, Illinois, en el seno de una familia de clase media. Desde edad temprana demostró ser un superdotado, con un coeficiente intelectual de 167. A los 16 años se graduó en Harvard y luego se doctoró en Matemáticas en la Universidad de Michigan. A los 25 años era profesor en la Universidad de Berkeley, en California.
Dio clases hasta 1969, cuando se retiró a casa de sus padres sin razón alguna. Más tarde comenzaría a aislarse y a vivir en una cabaña en medio de un bosque en Montana. Mantuvo un escasísimo contacto con el mundo exterior, en esa época fue cuando comenzó a crear lo que sería su manifiesto.
Fue un férreo opositor a la sociedad tecnológica. Quería que el ser humano regresara a la “vida salvaje” y apelaba por la destrucción de la sociedad industrial moderna global.
En mayo de 1978 Kaczynski inició una ola de atentados. Envió un paquete explosivo a un profesor en la Northwestern University. El profesor sospechó y llamó a la policía, el artefacto estalló e hirió a un agente; más tarde enviaría un segundo artefacto a la misma universidad, hiriendo a un estudiante.
Su tercer ataque fue el más grave. Intentó hacer estallar un avión, en pleno vuelo, pero la bomba falló, humeó en vez de explotar y el capitán aterrizó de emergencia. A partir de ese momento se involucró el Buró Federal de Investigación (FBI), que bautizó al atacante con el acrónimo de The Unabomber, proveniente de la frase University and Airlines Bomber.
Comenzó entonces una de las cacerías humanas más largas y costosas de la historia de Estados Unidos. El Unabomber continuó atacando, en total mató a tres personas e hirió a 23.
Tras años de jugar al gato y el ratón, en 1995, El Unabomber envió una comunicación a los medios: si publicaban su manifiesto, dejaría de enviar explosivos. Casi todos se negaron a hacerlo, pero The Washington Post y The New York Times cedieron y publicaron el documento titulado “La sociedad industrial y su futuro”.
A partir de ese momento comenzó la cuenta final para su captura. Entre los lectores del manifiesto estuvo el hermano de Kaczynski, quien vio similitudes con las cartas que recibía. Informó a la policía y finalmente, tras casi 20 años de cacería, la policía ubicó al escurridizo terrorista.
En abril de 1996 fue detenido en Montana. Al ser sometido a exámenes psicológicos, le diagnosticaron esquizofrenia y paranoia. Pero El Unabomber se negó a ser considerado loco y solicitó defenderse él mismo en el juicio.
Para evitar la pena de muerte se declaró culpable de todos los cargos. El 4 de mayo de 1996 fue sentenciado a cuatro cadenas perpetuas en una prisión de alta seguridad en Colorado.
Murió el 10 de junio de 2023 a los 81 años de edad.
Ted Kaczynski nació en 1942 en Chicago, Illinois, en el seno de una familia de clase media. Desde edad temprana demostró ser un superdotado, con un coeficiente intelectual de 167. A los 16 años se graduó en Harvard y luego se doctoró en Matemáticas en la Universidad de Michigan. A los 25 años era profesor en la Universidad de Berkeley, en California.
Dio clases hasta 1969, cuando se retiró a casa de sus padres sin razón alguna. Más tarde comenzaría a aislarse y a vivir en una cabaña en medio de un bosque en Montana. Mantuvo un escasísimo contacto con el mundo exterior, en esa época fue cuando comenzó a crear lo que sería su manifiesto.
Fue un férreo opositor a la sociedad tecnológica. Quería que el ser humano regresara a la “vida salvaje” y apelaba por la destrucción de la sociedad industrial moderna global.
En mayo de 1978 Kaczynski inició una ola de atentados. Envió un paquete explosivo a un profesor en la Northwestern University. El profesor sospechó y llamó a la policía, el artefacto estalló e hirió a un agente; más tarde enviaría un segundo artefacto a la misma universidad, hiriendo a un estudiante.
Su tercer ataque fue el más grave. Intentó hacer estallar un avión, en pleno vuelo, pero la bomba falló, humeó en vez de explotar y el capitán aterrizó de emergencia. A partir de ese momento se involucró el Buró Federal de Investigación (FBI), que bautizó al atacante con el acrónimo de The Unabomber, proveniente de la frase University and Airlines Bomber.
Comenzó entonces una de las cacerías humanas más largas y costosas de la historia de Estados Unidos. El Unabomber continuó atacando, en total mató a tres personas e hirió a 23.
Tras años de jugar al gato y el ratón, en 1995, El Unabomber envió una comunicación a los medios: si publicaban su manifiesto, dejaría de enviar explosivos. Casi todos se negaron a hacerlo, pero The Washington Post y The New York Times cedieron y publicaron el documento titulado “La sociedad industrial y su futuro”.
A partir de ese momento comenzó la cuenta final para su captura. Entre los lectores del manifiesto estuvo el hermano de Kaczynski, quien vio similitudes con las cartas que recibía. Informó a la policía y finalmente, tras casi 20 años de cacería, la policía ubicó al escurridizo terrorista.
En abril de 1996 fue detenido en Montana. Al ser sometido a exámenes psicológicos, le diagnosticaron esquizofrenia y paranoia. Pero El Unabomber se negó a ser considerado loco y solicitó defenderse él mismo en el juicio.
Para evitar la pena de muerte se declaró culpable de todos los cargos. El 4 de mayo de 1996 fue sentenciado a cuatro cadenas perpetuas en una prisión de alta seguridad en Colorado.
Murió el 10 de junio de 2023 a los 81 años de edad.
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