Historias de la violencia: La Bestia
El brutal asesino que mató a casi 200 niños en Colombia.
A veces la realidad supera la ficción. Hay historias que creemos que son producto de la imaginación, son tan salvajes que pensamos que no hay seres tan monstruosos, tan peligrosos. Suponemos que los demonios solo están en las novelas más oscuras, pero como lo dijimos, la realidad supera a la ficción.
Los asesinos en serie son uno de esos temas en los que la maldad humana supera con creces las más descabelladas visiones. Ellos rompen toda lógica humana y prácticamente se convierten en animales. Aparentan ser personas normales, pero en realidad se trata de lobos ocultos en pieles de oveja. Bestias en permanente cacería.
En tiempos de relativa calma, las aberraciones llaman la atención, pero en tiempos de violencia, esas aberraciones pasan desapercibidas, se esconden entre la barbarie y el miedo. En esos tiempos, los de violencia, son en los que nació y se desarrolló el protagonista de nuestra historia.
Un sujeto que es considerado como uno de los asesinos seriales más prolíficos de la historia mundial, y no, no es norteamericano o ruso, es un colombiano. Se trata de Luis Alfredo Garavito Cubillos condenado por haber abusado y asesinado al menos 172 niños, niñas y adolescentes.
Luis Garavito, es conocido por el nombre con que lo bautizaron tras su captura: "La Bestia", también le decían Tribilín. Hoy tiene 66 años, es un acuariano nacido el 25 de enero de 1957, que se dedicaba a la venta de postales religiosas, por lo que viajaba por toda Colombia en plena efervescencia de la guerra entre la guerrilla y el gobierno.
Garavito, es hijo de Manuel Antonio Garavito y de Rosa Delia Cubillos es el mayor de siete hermanos. Alega haber sido víctima de maltratos y de abuso durante su infancia, su padre lo golpeaba. Confesó que una persona cercana a su familia lo habría violado cuando tenía 13 años.
A los 14 años de edad, La Bestia hizo su primera aparición, Garavito fue sorprendido cuando intentaba abusar de un niño de 5 años. Tras ese hecho lo botaron de su casa, Luis Alfredo, ya sabía lo que le gustaba.
De su juventud poco se conoce. Cuando cumplió los 35 años comenzó la masacre por la que recibiría la condena más larga impuesta en Colombia. “La Bestia” estuvo activa entre 1992 y 1999.
Durante siete años abusó, degolló, mutiló, torturó, decapitó a cientos de niños. Toda esa barbarie estuvo aderezada de una botella de brandy, que por lo general quedaba como mudo testigo en el lugar de sus horrendos crímenes.
Tras 2.391 de masacre, fue arrestado, era el 22 de abril de 1999, cuando un indigente escuchó los gritos de un niño pidiendo auxilio, Garavito tenía una nueva víctima en sus manos, pero el pequeño fue rescatado por el indigente e hizo huir al asesino.
Horas más tarde fue detenido durante una operación, fue reconocido por el niño, y se supo que era buscado por varios crímenes.
Al ser sometido a las evidencias que pesaban sobre él, como huellas dactilares, ADN, el patrón que había hecho, el rastro de asesinatos que dejaba a su paso por cada ciudad que visitaba terminó confesando.
Su confesión llenó de cruces el mapa colombiano su coto de caza comprendía el Valle del Cauca, Boyacá, Meta, Quindío, Risaralda, Cundinamarca, Nariño, Huila, Caquetá, Antioquia y Caldas, además confesó que el año antes de su detención había cometido crímenes en Ecuador y en Venezuela.
Los detalles sobre los crímenes de Garavito son escalofriantes. Se estima que entre 1992 y 1999, violó y asesinó al menos a 172 niñas y niños entre 8 y 16 años. Fue condenado a más de 1.853 años de prisión por sus crímenes. En Ecuador fue condenado, en ausencia, a 22 años de cárcel.
Aunque la pena máxima que cumpliría sería de 40 años, establecida en la Constitución colombiana, podría ser liberado este año debido a una ley que permite la liberación anticipada de los presos que han cumplido parte de su sentencia.
Hoy la Bestia, enferma de leucemia, estaría viviendo la etapa terminal de esa enfermedad, tendrá una muerte tranquila, quien en vida fue un salvaje ser.
Los asesinos en serie son uno de esos temas en los que la maldad humana supera con creces las más descabelladas visiones. Ellos rompen toda lógica humana y prácticamente se convierten en animales. Aparentan ser personas normales, pero en realidad se trata de lobos ocultos en pieles de oveja. Bestias en permanente cacería.
En tiempos de relativa calma, las aberraciones llaman la atención, pero en tiempos de violencia, esas aberraciones pasan desapercibidas, se esconden entre la barbarie y el miedo. En esos tiempos, los de violencia, son en los que nació y se desarrolló el protagonista de nuestra historia.
Un sujeto que es considerado como uno de los asesinos seriales más prolíficos de la historia mundial, y no, no es norteamericano o ruso, es un colombiano. Se trata de Luis Alfredo Garavito Cubillos condenado por haber abusado y asesinado al menos 172 niños, niñas y adolescentes.
Luis Garavito, es conocido por el nombre con que lo bautizaron tras su captura: "La Bestia", también le decían Tribilín. Hoy tiene 66 años, es un acuariano nacido el 25 de enero de 1957, que se dedicaba a la venta de postales religiosas, por lo que viajaba por toda Colombia en plena efervescencia de la guerra entre la guerrilla y el gobierno.
Garavito, es hijo de Manuel Antonio Garavito y de Rosa Delia Cubillos es el mayor de siete hermanos. Alega haber sido víctima de maltratos y de abuso durante su infancia, su padre lo golpeaba. Confesó que una persona cercana a su familia lo habría violado cuando tenía 13 años.
A los 14 años de edad, La Bestia hizo su primera aparición, Garavito fue sorprendido cuando intentaba abusar de un niño de 5 años. Tras ese hecho lo botaron de su casa, Luis Alfredo, ya sabía lo que le gustaba.
De su juventud poco se conoce. Cuando cumplió los 35 años comenzó la masacre por la que recibiría la condena más larga impuesta en Colombia. “La Bestia” estuvo activa entre 1992 y 1999.
Durante siete años abusó, degolló, mutiló, torturó, decapitó a cientos de niños. Toda esa barbarie estuvo aderezada de una botella de brandy, que por lo general quedaba como mudo testigo en el lugar de sus horrendos crímenes.
Tras 2.391 de masacre, fue arrestado, era el 22 de abril de 1999, cuando un indigente escuchó los gritos de un niño pidiendo auxilio, Garavito tenía una nueva víctima en sus manos, pero el pequeño fue rescatado por el indigente e hizo huir al asesino.
Horas más tarde fue detenido durante una operación, fue reconocido por el niño, y se supo que era buscado por varios crímenes.
Al ser sometido a las evidencias que pesaban sobre él, como huellas dactilares, ADN, el patrón que había hecho, el rastro de asesinatos que dejaba a su paso por cada ciudad que visitaba terminó confesando.
Su confesión llenó de cruces el mapa colombiano su coto de caza comprendía el Valle del Cauca, Boyacá, Meta, Quindío, Risaralda, Cundinamarca, Nariño, Huila, Caquetá, Antioquia y Caldas, además confesó que el año antes de su detención había cometido crímenes en Ecuador y en Venezuela.
Los detalles sobre los crímenes de Garavito son escalofriantes. Se estima que entre 1992 y 1999, violó y asesinó al menos a 172 niñas y niños entre 8 y 16 años. Fue condenado a más de 1.853 años de prisión por sus crímenes. En Ecuador fue condenado, en ausencia, a 22 años de cárcel.
Aunque la pena máxima que cumpliría sería de 40 años, establecida en la Constitución colombiana, podría ser liberado este año debido a una ley que permite la liberación anticipada de los presos que han cumplido parte de su sentencia.
Hoy la Bestia, enferma de leucemia, estaría viviendo la etapa terminal de esa enfermedad, tendrá una muerte tranquila, quien en vida fue un salvaje ser.
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