La violencia contra las mujeres una epidemia que continúa cobrando víctimas
Cientos de mujeres han caído víctimas de una violenta ola no atendida por las autoridades
Adriana del Carmen Morales fue asesinada en las residencias militares ubicadas en Fuerte Tiuna, le dieron un disparo mortal cuando se disponía a abandonar a su pareja, un militar de alta jerarquía, general de división y directivo del Instituto de Aeronáutica Civil (INAC).
Apenas había terminado de salir del apartamento cuando los disparos la detuvieron para siempre. Las peleas entre la pareja se habían intensificado en los últimos meses y de las muestras de cariño que mostraban en las redes sociales, solo quedó la muerte y un charco de sangre coagulada. A su lado yacía el cadáver del general.
En Maracaibo, Josefina Betancourt de 49 años fue atacada con un cuchillo cuando discutía con Guillermo Estrella (55). El hombre, con quien había compartido parte de su vida, la apuñaló en múltiples oportunidades. Al creerla muerta, bañado en sangre, huyó de lo que hasta hacía pocas horas había sido su hogar. Funcionarios de la policía lo detuvieron cerca de donde cometió el femicidio. Alegó que el demonio lo había dominado.
El 3 de septiembre, a Keylis Saraí Pacheco González de 29 años de edad la mataron por segunda vez. Un caso tan extraño como injusto terminaba a manos del mismo hombre, Juan Carlos Orellana.
Hace cuatro años ocurrió el primer ataque cuando Juan Carlos le cortó el cuello y la dieron por muerta, esa vez despertó en la morgue cuando lavaban su cuerpo.
En la segunda, no había nada que hacer, Juan Carlos nuevamente le cortó el cuello, y la apuñaló repetidamente en el pecho y abdomen. El con quien había compartido 11 años de historia y tres hijos terminó lo que años antes había iniciado.
Una epidemia que no da tregua
La violencia contra la mujer es un tema que durante años se mantuvo oculto detrás de eufemismos, como “drama pasional”. Así históricamente se ha dado por sentado que los asesinatos de mujeres tenían una única razón: la pasión de .
Se descartaba otros problemas como el control, el uso de la fuerza, física y económica; paradigmas religiosos y sociales, se establecieron límites y mitos que justificaban el uso de la fuerza sobre la mujer y hasta disminuían las penas en caso de sus asesinatos. El sexismo/machismo se impuso como una ideología dominante y la violencia por razones de género, prácticamente se cometía “por alguna razón”.
Pero, el avance de las libertades y el despertar social, permitieron darle voz a quienes durante años se mantuvieron silenciados, es así como los asesinatos de mujeres dejaron de ser un tema secundario o “pasional” y legalmente se convirtieron en lo que eran: un tipo de crímenes derivados de un ejercicio desigual del poder que merecía una clasificación y penas particulares, sin embargo el problema no desaparecía.
De esta manera hemos sido testigos de cómo día tras día, semana tras semana y año tras año las cifras de asesinatos de mujeres se han mantenido como una epidemia que no es atendida y que continúa cobrando víctimas, sin programas oficiales, sin acciones educativas, solo paños tibios legales.
Cifras de la muerte
Como lo hemos señalado en otras oportunidades, las cifras nos permiten tener una visión de las víctimas, crear un perfil de quienes fueron noticia y que a veces se olvidan.
De acuerdo a datos recopilados por la plataforma de comunicación digital Cotejo.info, medio de factchecking de la Asociación Civil Medianálisis, en lo que va de año 147 mujeres fueron asesinadas en todo el país hasta el 5 de octubre de este año, y aun cuando la cifra ha disminuido en comparación con 2021, el descenso es muy leve como para señalar que es consecuencia de alguna política de estado.
Por su parte la antropóloga Aimeé Zambrano, fundadora e integrante del colectivo Utopix, señala en su balance mensual de femicidios que hasta el mes de agosto de 2022, habían sido asesinadas 151 mujeres, 11 de ellas en Caracas y 27 en el estado Miranda.
Además el Monitor de Víctimas recopiló información de cinco femicidios por violencia de género y la muerte de una menor de edad por razones de maltratos o abusos, solo en Caracas hasta el mes de agosto de este año.
En los últimos cinco años (2017-2022) esta última iniciativa de periodismo de datos, logró registrar información sobre 82 casos de asesinatos de mujeres relacionados por la violencia por razones de género y cinco casos de muertes durante el abuso y maltrato infantil.
Es importante destacar que aunque la violencia por razones de género ha sido la principal causa de muerte violenta entre mujeres en los últimos cinco años, no es la única, los robos, las venganzas y ajustes de cuenta, las balas perdidas, entre otras también están como causa de muerte violenta de mujeres.
Debemos destacar que la violencia es una epidemia que golpea en general a la sociedad, el Monitor de Víctimas registró en ese período de cinco años, el asesinato de 4 mil 678 personas, de ellas 4354 (el 93%) eran de sexo masculino, 313 (6,69%) erna de sexo femenino y 5 eran transgénero (0,11%)
Peligro muy cerca
A diferencia de la violencia que afecta a los hombres, en la que los victimarios en su gran mayoría son desconocidos para las víctimas, en los casos de violencia dirigida contra las mujeres, nos encontramos un gran número de rostros cercanos a las víctimas como sus asesinos.
En los 87 femicidios registrados por el Monitor de Víctimas, el 44,8% de los asesinos eran cónyuges de la víctima; en otros casos familiares, amigos, padres, abuelos y vecinos por distintas razones, los desconocidos representan apenas el 12,46% del total de los asesinos.
Por otra parte, según los datos recopilados por Cotejo.info en 16 de las 55 muertes documentadas (29,1 %) los crímenes fueron perpetrados por parejas de las víctimas, y en 6 de las 55 muertes (11 %) el autor material fue una ex pareja, o sea en 40,1% de los femicidios los victimarios tenían o tuvieron una relación sentimental con las víctimas.
Esto puede explicar otro de los aspectos que hacen particular la violencia contra las mujeres, el lugar donde se cometió el crimen.
El hogar donde 55 de las 87 mujeres cayeron víctimas de hechos, en otras palabras 63,2% de los femicidios se cometieron en la casa de la mujer asesinada.
Otro aspecto a destacar es el arma usada en los crímenes, en este particular vemos que se usaron armas blancas, fuerza física, asfixia, y objetos contundentes, en 54 femicidios, o sea 62% de los crímenes.
Esto deja en evidencia la necesidad de políticas informativas y educativas que instruyan a la población sobre los riesgos, además son necesarias medidas de protección eficaces para garantizar la seguridad de las mujeres que pueden ser potenciales víctimas de femicidios, como en el caso de Keilys Saraí Pacheco González.
Apenas había terminado de salir del apartamento cuando los disparos la detuvieron para siempre. Las peleas entre la pareja se habían intensificado en los últimos meses y de las muestras de cariño que mostraban en las redes sociales, solo quedó la muerte y un charco de sangre coagulada. A su lado yacía el cadáver del general.
En Maracaibo, Josefina Betancourt de 49 años fue atacada con un cuchillo cuando discutía con Guillermo Estrella (55). El hombre, con quien había compartido parte de su vida, la apuñaló en múltiples oportunidades. Al creerla muerta, bañado en sangre, huyó de lo que hasta hacía pocas horas había sido su hogar. Funcionarios de la policía lo detuvieron cerca de donde cometió el femicidio. Alegó que el demonio lo había dominado.
El 3 de septiembre, a Keylis Saraí Pacheco González de 29 años de edad la mataron por segunda vez. Un caso tan extraño como injusto terminaba a manos del mismo hombre, Juan Carlos Orellana.
Hace cuatro años ocurrió el primer ataque cuando Juan Carlos le cortó el cuello y la dieron por muerta, esa vez despertó en la morgue cuando lavaban su cuerpo.
En la segunda, no había nada que hacer, Juan Carlos nuevamente le cortó el cuello, y la apuñaló repetidamente en el pecho y abdomen. El con quien había compartido 11 años de historia y tres hijos terminó lo que años antes había iniciado.
Una epidemia que no da tregua
La violencia contra la mujer es un tema que durante años se mantuvo oculto detrás de eufemismos, como “drama pasional”. Así históricamente se ha dado por sentado que los asesinatos de mujeres tenían una única razón: la pasión de .
Se descartaba otros problemas como el control, el uso de la fuerza, física y económica; paradigmas religiosos y sociales, se establecieron límites y mitos que justificaban el uso de la fuerza sobre la mujer y hasta disminuían las penas en caso de sus asesinatos. El sexismo/machismo se impuso como una ideología dominante y la violencia por razones de género, prácticamente se cometía “por alguna razón”.
Pero, el avance de las libertades y el despertar social, permitieron darle voz a quienes durante años se mantuvieron silenciados, es así como los asesinatos de mujeres dejaron de ser un tema secundario o “pasional” y legalmente se convirtieron en lo que eran: un tipo de crímenes derivados de un ejercicio desigual del poder que merecía una clasificación y penas particulares, sin embargo el problema no desaparecía.
De esta manera hemos sido testigos de cómo día tras día, semana tras semana y año tras año las cifras de asesinatos de mujeres se han mantenido como una epidemia que no es atendida y que continúa cobrando víctimas, sin programas oficiales, sin acciones educativas, solo paños tibios legales.
Cifras de la muerte
Como lo hemos señalado en otras oportunidades, las cifras nos permiten tener una visión de las víctimas, crear un perfil de quienes fueron noticia y que a veces se olvidan.
De acuerdo a datos recopilados por la plataforma de comunicación digital Cotejo.info, medio de factchecking de la Asociación Civil Medianálisis, en lo que va de año 147 mujeres fueron asesinadas en todo el país hasta el 5 de octubre de este año, y aun cuando la cifra ha disminuido en comparación con 2021, el descenso es muy leve como para señalar que es consecuencia de alguna política de estado.
Por su parte la antropóloga Aimeé Zambrano, fundadora e integrante del colectivo Utopix, señala en su balance mensual de femicidios que hasta el mes de agosto de 2022, habían sido asesinadas 151 mujeres, 11 de ellas en Caracas y 27 en el estado Miranda.
Además el Monitor de Víctimas recopiló información de cinco femicidios por violencia de género y la muerte de una menor de edad por razones de maltratos o abusos, solo en Caracas hasta el mes de agosto de este año.
En los últimos cinco años (2017-2022) esta última iniciativa de periodismo de datos, logró registrar información sobre 82 casos de asesinatos de mujeres relacionados por la violencia por razones de género y cinco casos de muertes durante el abuso y maltrato infantil.
Es importante destacar que aunque la violencia por razones de género ha sido la principal causa de muerte violenta entre mujeres en los últimos cinco años, no es la única, los robos, las venganzas y ajustes de cuenta, las balas perdidas, entre otras también están como causa de muerte violenta de mujeres.
Debemos destacar que la violencia es una epidemia que golpea en general a la sociedad, el Monitor de Víctimas registró en ese período de cinco años, el asesinato de 4 mil 678 personas, de ellas 4354 (el 93%) eran de sexo masculino, 313 (6,69%) erna de sexo femenino y 5 eran transgénero (0,11%)
Peligro muy cerca
A diferencia de la violencia que afecta a los hombres, en la que los victimarios en su gran mayoría son desconocidos para las víctimas, en los casos de violencia dirigida contra las mujeres, nos encontramos un gran número de rostros cercanos a las víctimas como sus asesinos.
En los 87 femicidios registrados por el Monitor de Víctimas, el 44,8% de los asesinos eran cónyuges de la víctima; en otros casos familiares, amigos, padres, abuelos y vecinos por distintas razones, los desconocidos representan apenas el 12,46% del total de los asesinos.
Por otra parte, según los datos recopilados por Cotejo.info en 16 de las 55 muertes documentadas (29,1 %) los crímenes fueron perpetrados por parejas de las víctimas, y en 6 de las 55 muertes (11 %) el autor material fue una ex pareja, o sea en 40,1% de los femicidios los victimarios tenían o tuvieron una relación sentimental con las víctimas.
Esto puede explicar otro de los aspectos que hacen particular la violencia contra las mujeres, el lugar donde se cometió el crimen.
El hogar donde 55 de las 87 mujeres cayeron víctimas de hechos, en otras palabras 63,2% de los femicidios se cometieron en la casa de la mujer asesinada.
Otro aspecto a destacar es el arma usada en los crímenes, en este particular vemos que se usaron armas blancas, fuerza física, asfixia, y objetos contundentes, en 54 femicidios, o sea 62% de los crímenes.
Esto deja en evidencia la necesidad de políticas informativas y educativas que instruyan a la población sobre los riesgos, además son necesarias medidas de protección eficaces para garantizar la seguridad de las mujeres que pueden ser potenciales víctimas de femicidios, como en el caso de Keilys Saraí Pacheco González.
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