Historias de la violencia La última montaña
José Antonio Delgado Sucre, el primer venezolano en escalar el Everest, murió luego de alcanzar su quinta cumbre de más de ocho mil metros
“Cada quien tiene su Everest… ¿Cuál es el tuyo?”, es la frase que identifica plenamente a José Antonio Delgado Sucre, quien era conocido como "El Indio", uno de esos hombres que se trazan metas y a fuerza de constancia las logran, así fuese conquistar las cumbres más altas del mundo.
Delgado Sucre, un ingeniero formado en la Universidad Simón Bolívar, fue un enamorado del montañismo, actividad a la que dedicó gran parte de su vida, desde su época de estudiante, hasta convertirse en uno de los grandes exponentes de esta actividad a nivel mundial.
Recorrió los picos nevados de nuestro país y de América Latina y luego se trazó la meta, junto a un grupo de compañeros, de llevar el tricolor nacional a la cima del mundo, meta que alcanzó el año 2001, junto a los integrantes del Proyecto Cumbre, que había fundado años antes en 1997.
Delgado es el primer venezolano en conseguir cinco cumbres de más de ocho mil metros de altura: el Cho Oyu, 8.201 metros, en 1994; Shishapangma Central, 8.008 metros, en 1998; Gasherbrum II, 8.035 metros, en 2000; Everest, 8.850 metros, en 2001; y el Nanga Parbat, 8.125 metros, el 12 de julio de 2006.
Junto a Edgard Guariguata, "El Indio" partió con destino al Himalaya el 4 de junio, el 25 se dirigían a la “Montaña Desnuda” y llegan al campamento base, donde por problemas de salud Guariguata debe permanecer, sin embargo Delgado continuó el ascenso.
El 11 de junio a las dos de la tarde alcanzó la cima de la montaña, su quinta cima por encima de los ocho mil metros e inició el retorno, pero a partir de allí todo se complicó. Un fuerte viento borró las huellas y Delgado se pierde, por lo que debe pasar la noche en un vivac a unos 7.800 metros de altura.
El 12 de junio, con el apoyo de su compañero desde la base, logra alcanzar el campamento IV, donde anuncia que se descansará para luego continuar el descenso.
Pero por dos días queda incomunicado, el 15 de junio informa que una avalancha lo había tapiado y pidió que lo rescataran.
El domingo 16 de junio insiste en pedir que lo rescaten y el lunes 17 se comunica por última vez, señala que su carpa se encuentra rota y no puede dormir, informa que va a intentar llegar al campamento más cercano.
Como sabía a los riesgos a los que se expondría con ese último esfuerzo, le pide a Edgard que lo despidiera de su esposa Frida y de sus hijos, esa fue su última comunicación, cinco días más tarde su cuerpo fue localizado a unos 7.100 metros de altura en una ladera del Monte Nanga Parbat.
Los restos de José Antonio Delgado reposan en la montaña donde murió.
Una de las frases que recogen el espíritu de Delgado es: “Lo mejor que puedo hacer con la muerte es aprovechar la vida”.
Delgado Sucre, un ingeniero formado en la Universidad Simón Bolívar, fue un enamorado del montañismo, actividad a la que dedicó gran parte de su vida, desde su época de estudiante, hasta convertirse en uno de los grandes exponentes de esta actividad a nivel mundial.
Recorrió los picos nevados de nuestro país y de América Latina y luego se trazó la meta, junto a un grupo de compañeros, de llevar el tricolor nacional a la cima del mundo, meta que alcanzó el año 2001, junto a los integrantes del Proyecto Cumbre, que había fundado años antes en 1997.
Delgado es el primer venezolano en conseguir cinco cumbres de más de ocho mil metros de altura: el Cho Oyu, 8.201 metros, en 1994; Shishapangma Central, 8.008 metros, en 1998; Gasherbrum II, 8.035 metros, en 2000; Everest, 8.850 metros, en 2001; y el Nanga Parbat, 8.125 metros, el 12 de julio de 2006.
Junto a Edgard Guariguata, "El Indio" partió con destino al Himalaya el 4 de junio, el 25 se dirigían a la “Montaña Desnuda” y llegan al campamento base, donde por problemas de salud Guariguata debe permanecer, sin embargo Delgado continuó el ascenso.
El 11 de junio a las dos de la tarde alcanzó la cima de la montaña, su quinta cima por encima de los ocho mil metros e inició el retorno, pero a partir de allí todo se complicó. Un fuerte viento borró las huellas y Delgado se pierde, por lo que debe pasar la noche en un vivac a unos 7.800 metros de altura.
El 12 de junio, con el apoyo de su compañero desde la base, logra alcanzar el campamento IV, donde anuncia que se descansará para luego continuar el descenso.
Pero por dos días queda incomunicado, el 15 de junio informa que una avalancha lo había tapiado y pidió que lo rescataran.
El domingo 16 de junio insiste en pedir que lo rescaten y el lunes 17 se comunica por última vez, señala que su carpa se encuentra rota y no puede dormir, informa que va a intentar llegar al campamento más cercano.
Como sabía a los riesgos a los que se expondría con ese último esfuerzo, le pide a Edgard que lo despidiera de su esposa Frida y de sus hijos, esa fue su última comunicación, cinco días más tarde su cuerpo fue localizado a unos 7.100 metros de altura en una ladera del Monte Nanga Parbat.
Los restos de José Antonio Delgado reposan en la montaña donde murió.
Una de las frases que recogen el espíritu de Delgado es: “Lo mejor que puedo hacer con la muerte es aprovechar la vida”.
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