La pareja real se trasladó al Parque Lansdowne para un encuentro comunitario, lo que permitió a reunirse e intercambiar con personas y organizaciones canadienses que mostraban la identidad y diversidad de Canadá en un ambiente amistoso y festivo.

Los reyes, acompañados de los grupos que les dieron la bienvenida, visitaron a vendedores y artesanos locales, disfrutaron de presentaciones artísticas, bailes, música y conversaron con los jóvenes jugadores de hockey callejero. Posteriormente, en los jardines de Rideau Hall, los ilustres visitantes plantaron un árbol para conmemorar esta visita.

Rideau Hall es la residencia oficial del Gobernador General de Canadá y el hogar del monarca durante su estancia en ese país. Construido en 1838 y adquirido por el gobierno canadiense en 1868, sigue siendo un sitio histórico nacional y un centro ceremonial para los asuntos estatales canadienses.
Carlos III mantuvo audiencias con la gobernadora general, Mary Simon, y el primer ministro, Mark Carney. Por su parte, la reina Camilla juró su cargo como miembro del Consejo Privado de Canadá, un grupo compuesto por ministros, exministros y otros canadienses prominentes designados para asesorar al Rey en asuntos de importancia para el país. Carlos III fue miembro de ese consejo antes de su ascenso al trono, al igual que el difunto príncipe Felipe.

El Rey también se reunió con el presidente y representante nacional de los inuit de Canadá, inuit Tapiriit Kanatami, Natan Obed; la jefa nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones, Cindy Woodhouse; y la presidenta del Consejo Nacional Métis, Victoria Pruden.

El jefe de Estado, inauguró la 45 Legislatura de Canadá en el segundo día de su visita. La última vez que un monarca británico abrió oficialmente el Parlamento canadiense fue en 1957, acto que realizó la reina Isabel II.

El landó estatal, tirado por caballos, trasladó a los reyes al edificio del Senado de Canadá. Lo acompañaron 28 oficiales a caballo que desfilaron por la calle Wellington. El Primer Ministro Mark Carney y su esposa, Fox Carney los recibieron a las puertas del Senado.

El Rey pronunció el Discurso del Trono, donde presentó la agenda y las prioridades del Gobierno y de esta manera abrió formalmente la primera sesión del Parlamento. “La democracia, el pluralismo, el estado de derecho, la autodeterminación y la libertad son valores que los canadienses aprecian profundamente y que el Gobierno está decidido a proteger”, declaró el monarca británico y jefe de Estado de Canadá.

Posteriormente, la pareja real se dirigió al monumento de la tumba del soldado desconocido, donde depositaron una ofrenda. Allí se encuentran los restos de un soldado canadiense no identificado que fue enterrado cerca de la cresta de Vimy en Francia.