El hijo de la reina Camilla describe las mesas de la realeza
Tom Parker Bowles nos indica que la comida es una buena pista para conocer a la gente
Tom Parker Bowles es un periodista londinense de 49 años especializado en el tema gastronómico. Hasta aquí no hay ningún elemento noticioso, pero si agregamos que ha escrito un nuevo libro, el público se comienza a interesar y si a eso sumamos que el título es Cooking and the Crown: Royal Recipes from Queen Victoria to King Charles III (La cocina y la corona: recetas reales desde la reina Victoria hasta el rey Carlos III), muchos querrán leerlo, pero ese interés irá en ascenso, cuando se confirma que Tom es hijo de la reina Camilla.
Aunque algunos podrían caer en la tentación y pensar que Parker Bowles ha querido aprovecharse de ese vínculo con la casa real para alcanzar con facilidad un éxito editorial, el mismo especialista en gastronomía se ha adelantado a posibles prejuicios y ha declarado a la prensa que la investigación se había iniciado hace mucho tiempo, para ello había acudido a documentos de los tiempos victorianos, entre ellos una colección de 4.000 menús imperiales del chef Christophe Marguin que se subastó. En el momento de esa venta, Parker Bowles ya había revelado datos interesantes sobre el poder de la mesa en las relaciones diplomáticas de la realeza. Por otra parte, el hijo de Camilla ha ganado importantes premios en esta carrera donde la literatura y la gastronomía se cruzan, por lo que no necesita de influencias para consolidarse como crítico gastronómico.
Con este nuevo volumen de 240 páginas Tom compara la mesa de la reina Victoria y la de los actuales reyes. Se observa que con el tiempo la discreción se impone. Explica que si la tatarabuela de Carlos III conociera ese menú diario de palacio más que defraudada se sentiría angustiada, porque pensaría que van a morir de hambre.
No se trata de un libro de chisme sino que guía al lector a través de la historia culinaria real. De acuerdo a las críticas se trata de un libro serio que explora 200 años de comida real británica, repleto de anécdotas, que presenta 100 recetas que califica de accesibles.
Cooking and the Crown muestra una gran cantidad de recetas reales para todas las estaciones, ocasiones cotidianas y celebraciones de todo tipo, desde desayunos, almuerzos tipo picnic, cenas, coronaciones y banquetes estatales.
Tom Parker Bowles abre una ventana al mundo de los gustos y tradiciones reales que se remontan a la época victoriana. Escudriña en la vida de la realeza británica porque junto a aquellos menús que antes de la guerra resultaban interminables, también hace referencia a las comidas familiares, donde el protocolo baja la guardia; los picnics en los días de vacaciones y a eso agrega la historia de los chefs que han desfilado por las cocinas de los palacios británicos.
Hoy sabemos que en los palacios de Carlos III está prohibido el foie gras porque considera que el método que se aplica para obtenerlo ocasiona sufrimientos a los gansos.
El ahijado de Carlos III, porque debemos recordar que el rey Carlos III es su padrino de bautizo, también habla de los gustos gastronómicos de su madre, que parecen no ser muy exigentes, Considera que es una buena cocinera y hace alusión a la comida que preparaba cuando eran más jóvenes, a la importancia que se le prestaba en su familia.
De acuerdo a su hijo, Camilla le gusta la comida sencilla, sin muchas complicaciones. Agrega que en su casa se servían platos británicos, para subrayar que no era una mesa sofisticada, sino bastante común.
No estaba planificado que el libro incluyese el reinado de Carlos III y Camilla porque la reina Isabel II estaba viva, pero falleció antes de que estuviese terminado razón por la cual los integró para que estuviese completo.
También hay algunas intimidades como la que revela que el rey no almuerza pero que la hora del té es sagrada para él. A las cinco de la tarde el reloj se detiene en palacio. Describe a Carlos III como un hombre amable y culto.
El libro ya se encuentra a la venta, editado por Aster y cuesta 30 dólares.

Aunque algunos podrían caer en la tentación y pensar que Parker Bowles ha querido aprovecharse de ese vínculo con la casa real para alcanzar con facilidad un éxito editorial, el mismo especialista en gastronomía se ha adelantado a posibles prejuicios y ha declarado a la prensa que la investigación se había iniciado hace mucho tiempo, para ello había acudido a documentos de los tiempos victorianos, entre ellos una colección de 4.000 menús imperiales del chef Christophe Marguin que se subastó. En el momento de esa venta, Parker Bowles ya había revelado datos interesantes sobre el poder de la mesa en las relaciones diplomáticas de la realeza. Por otra parte, el hijo de Camilla ha ganado importantes premios en esta carrera donde la literatura y la gastronomía se cruzan, por lo que no necesita de influencias para consolidarse como crítico gastronómico.
Con este nuevo volumen de 240 páginas Tom compara la mesa de la reina Victoria y la de los actuales reyes. Se observa que con el tiempo la discreción se impone. Explica que si la tatarabuela de Carlos III conociera ese menú diario de palacio más que defraudada se sentiría angustiada, porque pensaría que van a morir de hambre.
No se trata de un libro de chisme sino que guía al lector a través de la historia culinaria real. De acuerdo a las críticas se trata de un libro serio que explora 200 años de comida real británica, repleto de anécdotas, que presenta 100 recetas que califica de accesibles.
Cooking and the Crown muestra una gran cantidad de recetas reales para todas las estaciones, ocasiones cotidianas y celebraciones de todo tipo, desde desayunos, almuerzos tipo picnic, cenas, coronaciones y banquetes estatales.
Tom Parker Bowles abre una ventana al mundo de los gustos y tradiciones reales que se remontan a la época victoriana. Escudriña en la vida de la realeza británica porque junto a aquellos menús que antes de la guerra resultaban interminables, también hace referencia a las comidas familiares, donde el protocolo baja la guardia; los picnics en los días de vacaciones y a eso agrega la historia de los chefs que han desfilado por las cocinas de los palacios británicos.
Hoy sabemos que en los palacios de Carlos III está prohibido el foie gras porque considera que el método que se aplica para obtenerlo ocasiona sufrimientos a los gansos.
El ahijado de Carlos III, porque debemos recordar que el rey Carlos III es su padrino de bautizo, también habla de los gustos gastronómicos de su madre, que parecen no ser muy exigentes, Considera que es una buena cocinera y hace alusión a la comida que preparaba cuando eran más jóvenes, a la importancia que se le prestaba en su familia.
De acuerdo a su hijo, Camilla le gusta la comida sencilla, sin muchas complicaciones. Agrega que en su casa se servían platos británicos, para subrayar que no era una mesa sofisticada, sino bastante común.
No estaba planificado que el libro incluyese el reinado de Carlos III y Camilla porque la reina Isabel II estaba viva, pero falleció antes de que estuviese terminado razón por la cual los integró para que estuviese completo.
También hay algunas intimidades como la que revela que el rey no almuerza pero que la hora del té es sagrada para él. A las cinco de la tarde el reloj se detiene en palacio. Describe a Carlos III como un hombre amable y culto.
El libro ya se encuentra a la venta, editado por Aster y cuesta 30 dólares.

La portada del libro Cooking & The Crown
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