Comenta el entrevistado sus apreciaciones sobre el papel y las condiciones que están llamado a cumplir los periodistas, señalando que son, por una parte, las de ejercer la labor social de informar para orientar debidamente al público y, por la otra sin que existan limitaciones que impidan el trabajo periodístico; además, que los ciudadanos puedan ejercer su derecho a estar informados.

“Las de democracias se miden en el termómetro de la libertad de prensa, y esto es importante destacarlo: la ciudadanía debe estar al tanto de los acontecimientos o hechos que afectan su entorno. Y por eso no se puede atentar contra un derecho de la democracia como es el de la información”, argumentó.

En lo que se refiere a las necesidades personales del comunicador, citó Cárdenas en primer lugar “la preocupación imperante hoy día de ser objeto de agresiones y de sanciones solamente por cumplir con la sagrada obligación de buscar la noticia y difundirla. Por otro lado, la situación económica del país, agravada por la pandemia del covid-19, la cual impide que los periodistas podamos percibir mejores es ingresos por nuestro trabajo”.

Se refirió en cuanto a la situación salarial a las dificultades que, admite, impide a las empresas poder ajustar sus salarios y reivindicaciones a los trabajadores, en virtud de lo que definió como “drástica disminución” de la inversión publicitaria, como fuente principal de ingresos de los medios de comunicación social.

Principales denuncias recibidas
En su condición de directivo de la secccional de CNP que agrupa a casi la mitad de los periodistas afiliados (cerca de 12.000 de los 25.000 en todo el país), señaló que tanto en Caracas como en distintas regiones de la nación, las denuncias que se reciben con mayor frecuencia están relacionadas con agresiones a trabajadores de la prensa en general durante el ejercicio de sus funciones, que incluyen detenciones arbitrarias, intento de robo de equipos, agresiones físicas, así como la destrucción de las grabaciones e imágenes recogidas por los reporteros, por parte de agentes de los distintos órganos de seguridad del Estado; y el permanente hostigamiento, intimidación y amenazas contra los profesionales y medios.

Sobre otras denuncias recibidas en las distintas seccionales del gremio, señala que en este periodo de la cuarentena se procesan algunas que tienen que ver con la suspensión de algunos afiliados, a causa de la difícil la situación que están atravesando los medios de comunicación en Venezuela.

Atención al agremiado
En cuanto a la atención a los miembros del Colegio, asegura Cárdenas que las distintas instancias del CNP están en capacidad de atender la mayoría de los requerimientos de los afiliados, que se tratan generalmente de constancias, solicitudes de inscripción, de solvencia, además de las citadas denuncias de agresiones.

En tal sentido explicó por otra parte el trabajo que mantiene el personal directivo, administrativo y las distintas secretarías, en el caso de la Seccional Caracas, dirigidas al funcionamiento de las distintas actividades, de las que mencionó las relacionadas con los programas de atención en las áreas de cultura y formación profesional, deportes y aprovechamiento del tiempo libre, y salud, entre otras.

Segunda preocupación: calidad informativa
La que podría ser catalogada como la segunda gran preocupación del gremio periodístico estaría representada en la generación incontrolada de contenidos que se difunden a través de las nuevas modalidades informativas que se dan en las redes sociales, de acuerdo con la declaración del dirigente gremial.

“Internet como red de redes se ha convertido en un medio que permite ciertamente la interacción y producción de distintos actores que participan generando procesos de sociabilización, donde el elemento característico es el usuario como productor y receptor. Ya no se trata de audiencias sino de usuarios que generan y consumen contenidos informativo”, expuso.

Comenta en relación a esta circunstancia que “ahora los periodistas y medios, de alguna manera hemos perdido el control absoluto en la generación de informaciones”, con el riesgo de que el procesamiento de sus contenidos no respondan a la calidad, veracidad y otras exigencias a las que están llamados a cumplir los comunicadores académicamente formados.

De esta manera, aunque admite la importancia del aporte que realizan estos “infociudadanos” a través de las redes, al revelar hechos que se suscitan en sus propias comunidades, teme que su procesamiento puede carecer de la rigidez y de la ética exigida a los profesionales de la comunicación, y convertirse en “caldo de cultivo” para la divulgación de noticias falsas (fake news), la desinformación o su carácter tendencioso, según la intención de los distintos generadores de información; “todo esto contrario a la labor que debemos desarrollar los periodistas y al deseo del ciudadano que necesita recibir información veraz, debida y oportuna”, sostuvo.

Ante tal situación, que considera como una de las consecuencias de las facilidades de transmitir y recibir información de manera inmediata, aconseja el secretario general del CNP-Caracas, la necesidad de que “los ciudadanos realicen el mejor esfuerzo por verificar la información” que reciben y difunden.