La intervención de las empresas y los controles de precio no son la solución a la crisis que enfrenta el país, al contrario, los profundizará aún más porque pudiera generarse escasez, según el diputado a la Asamblea Nacional, Simón Calzadilla.

Considera que las acciones que adelanta el “régimen” de Nicolás Maduro contra la empresa privada productora y distribuidora de alimentos representa una maniobra con lo que se busca evadir responsabilidades, distraer y aparentar control.

Calzadilla cuestionó que, a pesar de poseer el monopolio de la distribución de combustibles líquidos, el ¨régimen” no ha logrado evitar el surgimiento del mercado negro del combustible.

El parlamentario sostiene que la situación en el mercado de combustibles pudiera trasladarse al de alimentos, “pasamos de tener la gasolina más barata, a tener el litro de gasolina más cara del mundo ubicándose en 2 dólares”.

Calzadilla advierte que “no se podrá controlar el mercado negro de alimentos que pudiera surgir cuando la escasez empeore a causa de la imposición de precios”.

“Nicolás Maduro no se atreverá a ejecutar sus amenazas debido a la situación precaria en la que se encuentra”, dijo.

En cuanto a la fijación de precios de la canasta básica en relación al valor nominal del dólar publicado por el BCV, el parlamentario considera que esto pudiera significar el cierre del sector empresarial del país, puesto que los empresarios tendrían que vender a pérdida, desencadenando un aumento vertiginoso en la escasez de los productos básicos. “El sector empresarial venezolano debe exigir al BCV y a Nicolás Maduro la venta de dólares a ese precio, necesarios para comprar los insumos y producir”.

Destacó además la doble implicación de la imposición de estas tarifas calculadas en base al precio del dólar del BCV, lo que también afectaría a los consumidores quienes tendrían que pagar precios elevados con un salario mínimo insuficiente.

“El cambio que los venezolanos anhelan y la consecución de un salario mínimo digno, no será posible mientras Maduro siga usurpando el poder. El 1 de mayo debe servir para arrancar la lucha y exigirle al régimen de Nicolás Maduro que los salarios y las pensiones también tienen que estar referenciados al valor del BCV”, expresó Simón Calzadilla.

Informó además que a partir del primero de mayo comienza una jornada de exigencia ciudadana desde los balcones, ventanas, aceras y puertas, encabezada por los trabajadores y empresarios para exigir la dolarización de los salarios que permita la adquisición de la canasta básica y condiciones dignas de vida.