Caracas.- Antes el cierre oficial de la frontera colombo-venezolana impuesta por los gobiernos de ambos países, cientos de connacionales “se las ingenian” para franquear los pasos ilegales y las restricciones impuesta para frenar la pandemia, porque, sobre todo, “temen morir de hambre”.

Así lo reseña AFP en un despacho desde Cúcuta, en la que cuenta las formas como se las arreglan los que cuantifica la agencia como “cientos de venezolanos” que “saltan a través de cultivos de arroz, caminan sobre el pantano, trepan cercas, siempre apurando el paso, evadiendo desconocidos y periodistas”.
  
Recuerda AFP las medidas adoptadas en forma separada por los presidentes de Colombia y Venezuela, Iván Duque y Nicolás Maduro, de cerrar los siete pasos fronterizos terrestres a lo largo de la frontera de 2.200 kilómetros que comparten ambos países.

Pero muchos no pueden esperar a que la pandemia mengüe, porque necesitan abastecerse debido al deterioro de la economía venezolana, apunta la agencia y cita, como ejemplo de la situación que describe, la trocha conocida como "La Pared" que los venezolanos estarían pasando en forma incesante “apenas protegidos con tapabocas sucios”.

Las trochas se cuentan por decenas. Son rutas ilegales sin Dios ni ley, custodiadas por grupos armados o contrabandistas que imponen sus reglas a sangre y fuego. Según Marianne Menjivar, directora de la ONG Comité Internacional de Rescate para Colombia y Venezuela, "los 35.000 venezolanos que cruzaban todos los días a Colombia (...) ahora solo pueden hacerlo a través de cruces ilegales, que los exponen a violación, agresión sexual y otros tipos de violencia", refiere AFP.

"El hambre nos hace quitar el miedo", dice Jairo Pabón, de 56 años, antes de seguir su camino hacia el municipio colombiano de Villa del Rosario, en busca de alimentos para sus dos nietos, testifica.

Refiere por otra parte la agencia, el despliegue que a ambos lados de la frontera mantienen con barricadas las autoridades de los dos países, persuadiendo a quienes puedan demostrar la emergencia de sus casos para que hagan uso del “paso humanitario” habilitado en el puente Simón Bolívar, la principal vía formal de acceso entre ambas naciones.