En Lara, habitantes del municipio Palavecino de Los Rastrojos, tienen un año sin agua potable; en otros sectores de ese estado carecen del servicio por tubería, por lo que pobladores se ven obligados a lavar ropa, bañarse y llenar tobos de un “chorro” en la plaza Bolívar de Cabudare.

La mayoría de los que recurren a esta opción son adultos mayores, en ocasiones les pagan “algo” o les dan comida a los más jóvenes para trasladar los tobos hasta sus hogares.

“Aquí en la plaza hasta lavan la ropa y se bañan algunas personas, porque con tobitos no se pueden hacer todas las cosas en la casa. Hemos reclamado infinidad de veces, pero Hidrolara no da respuesta”, declaró Juana Orozco, de 73 años, para el portal El Pitazo.

En otro caso, hay 20 familias que desde el año 2010 no cuentan con el servicio de agua, incluso pagan por la conexión, pero no han tenido respuestas tras la denuncia, reseñó el medio.

En la calle Los Rastrojos, hay cantidades de botes de aguas blancas; mientras que en la calle Santa Bárbara se observan tuberías rotas y en la sede del cuerpo de bomberos de Palavecinos hay botes de aguas negras.

Esperan obtener respuestas rápidas de la alcaldesa Mirna Víes y de las autoridades de la hidrológica regional, de lo contrario amenazan con cerrar la Intercomunal de Cabudare: “Si no vienen, cerraremos la autopista por ambos lados, ya basta de mentiras, queremos soluciones”, reiteró Pastor Álvarez de 69 años de edad.

Elevarán las quejas
Ante la falta de respuestas a los problemas planteados, habitantes de las mencionadas comunidades anunciaron la constitución de comités de vecinos en cada sector para acudir de nuevo a las instancias gubernamentales, no solo a Hidrolara, sino también a Corpoelec y a la alcaldía de Palavecino, porque los servicios de suministro de energía eléctrica y de aseo urbano son también irregulares en la zona.

Otra denuncia está relacionada con la toma clandestina que le resta fuerza y caudales a las tuberías de agua, especialmente aplicadas en los nuevos urbanismos construidos en los alrededores de Los Rastrojos: “Palavecino creció de forma desordenada, entonces nos quitaron el agua a las zonas rurales para dárselas a las urbanizaciones más nuevas”, protestó Cristóbal Escalona.

Por otro lado, el principal centro de salud de la zona, el ambulatorio de Los Rastrojos, también carece de agua potable y las enfermeras también caminan a la plaza a llenar y cargar tobos, agrega la fuente informante.