Caracas.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció el 11 de agosto de 2025 la complicidad y pasividad de organismos internacionales ante las masacres en la Franja de Gaza, afirmando que “cada bomba que cae sobre los niños palestinos buscando comida en Gaza, cae también sobre la Asamblea de las Naciones Unidas”. En un discurso contundente, el mandatario criticó la ineficacia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el Consejo de Seguridad de la ONU y la Organización Internacional del Comercio (OIC), acusándolos de parcialidad y silencio frente al genocidio perpetrado por Israel contra el pueblo palestino.

Maduro señaló que la OIC “ha muerto por flojera y cobardía”, al permitir una economía global impuesta por la fuerza, liderada por Estados Unidos, que ignora el derecho internacional y somete a las naciones más vulnerables. Asimismo, calificó al Consejo de Seguridad de la ONU como “desaparecido” por su inacción ante el conflicto en Palestina y las guerras promovidas por potencias imperiales para lucrar con la venta de armas. “La ONU está herida de muerte. Las bombas que lanza el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, caen en la oficina de Guterres”, expresó, refiriéndose al secretario general de la ONU, António Guterres.

El presidente venezolano también denunció el asesinato diario de niños y periodistas en Gaza, víctimas de bombardeos y hambruna, y llamó a una renovación profunda de estos organismos internacionales. Propuso expulsar a los funcionarios que han guardado silencio ante los crímenes y abogó por un “control popular global” para restaurar el propósito original de estas instituciones, creadas para contrarrestar los abusos del sistema capitalista, no para ser cómplices de ellos.

El presidente Maduro destacó la gravedad del momento actual, a 80 años de la victoria contra el fascismo, alertando sobre el resurgimiento de corrientes que buscan destruir el derecho internacional. Venezuela reafirma su compromiso con la causa palestina y exige una acción inmediata para detener las agresiones, garantizar justicia para las víctimas y avanzar hacia un orden mundial más equitativo.