En una jugada maestra fue rescatada Maikelys Espinoza
Migrantes / Para Miraflores era un punto de honor, para el país un asunto de justicia. Regreso de la niña ratifica contacto activo entre la Casa Blanca y Miraflores
EL UNIVERSAL
El retorno de la niña Maikelys Espinoza a Venezuela trascendió con creces la repatriación de una menor de edad, ya que para la administración liderada por Nicolás Maduro, este acontecimiento se elevó a la categoría de triunfo político de considerable magnitud y un punto estratégico donde se demostró la eficacia de la diplomacia bolivariana.
En el ámbito nacional, la noticia superó las fronteras de la política para instalarse profundamente en el sentir colectivo como “un acto de justicia fundamental, la restitución de un derecho inalienable a una ciudadana venezolana”, y para la familia Espinoza, marcada por la dolorosa separación y la incertidumbre jurídica, la llegada de Maikelys representó “la culminación de un anhelo arraigado, un sueño largamente esperado que finalmente se materializó”.
La espera, las noches de desvelo y la constante preocupación encontraron un punto final con el abrazo tan ansiado que se ha plasmado en numerosas fotos esta semana.
Jugada diplomática
Este caso hay que verlo con detenimiento ya que el propio presidente Nicolás Maduro asumió un rol protagónico en la misión de repatriar a Maikelys, designándola como una prioridad esencial de su gestión gubernamental.
En una jugada diplomática que numerosos analistas internacionales describieron como efectiva, el mandatario venezolano logró negociar su liberación y traslado desde Estados Unidos, nación donde la niña había sido separada de sus padres venezolanos poco antes de que estos fueran sometidos a un proceso de deportación.
“La felicidad nos desborda al ver a esta hermosa niña rescatada, libre y feliz entre nosotros. Gracias a Dios, el milagro se consumó nuevamente. Con el favor de Dios, rescataremos sanos y salvos a todos los venezolanos secuestrados en El Salvador, más temprano que tarde. Vendrán a abrazar a sus familias”, expresó el Presidente.
Superada la prueba
La Diplomacia Bolivariana superó la prueba, ya que este significativo rescate demostró, de manera innegable que, a pesar de las evidentes tensiones y las profundas diferencias ideológicas existentes, los canales de comunicación entre la Casa Blanca y el Palacio de Miraflores se mantienen activos y operativos.
El presidente Maduro mismo no vaciló en reconocer públicamente la relevancia de estas gestiones bilaterales, extendiendo su agradecimiento al embajador Richard Grenell, quien fungía como enviado especial del entonces presidente estadounidense Donald Trump, y al propio mandatario norteamericano por la concreción de lo que calificó como un "acto de justicia humano".
“Gracias a la solidaridad de las madres y el pueblo de Venezuela, así como las gestiones de Jorge Rodríguez, como enviado de Paz; el trabajo del equipo de la Vicepresidenta Delcy Rodríguez; el apoyo del ministro de Interior, Diosdado, Cilia Flores, el Defensor de los Derechos Humanos, Larry Devoe, Camilla y Alex Saab”, destacó Maduro.
“Asimismo, extendemos nuestro agradecimiento al Enviado Especial de EEUU, Richard Grenell, y al presidente Donald Trump, por encima de las diferencias”, precisó el mandatario.
Las palabras y los silencios
Cabello no dudó en señalar el silencio de la oposición venezolana y la jerarquía de la Iglesia Católica tras la repatriación de Maikelys Espinoza. El secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) manifestó su sorpresa e indignación ante la falta de pronunciamiento por parte de estos sectores.
Enfatizó que, mientras la ciudadanía se movilizaba y expresaba su júbilo por el rescate de Maikelys, figuras prominentes de la oposición optaban por la indiferencia e incluso incurrían en comentarios sarcásticos. Una manifestación congregó a una multitudinaria marcha desde la Plaza Morelos hasta el Palacio de Miraflores.
Jorge Rodríguez, también jefe del comando de campaña Ven25+, formuló una grave denuncia, señalando a un alto funcionario de la administración del presidente estadounidense Donald Trump como el presunto responsable intelectual del secuestro de Maikelys Espinoza.
Por su parte Delcy Rodríguez, vicepresidenta Ejecutiva de la República, extendió su agradecimiento público al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) por el papel fundamental que desempeñó la organización en el exitoso rescate.
La historia de una niña y la unión de un país
Maikelys Antonella, una niña de tan solo dos años de edad, había nacido en suelo peruano, pero sus vínculos filiales y su nacionalidad venezolana la unían de manera intrínseca e ineludible con su Patria.
Tras el ingreso de sus padres a los Estados Unidos y su posterior detención por las autoridades de inmigración, la pequeña quedó bajo la custodia de una familia de acogida designada por la Oficina de Reubicación. Esta difícil situación generó una profunda angustia y desasosiego tanto en sus padres como en el gobierno venezolano, que de inmediato activó todos sus mecanismos.
El ministro de Interior Diosdado Cabello, visiblemente emocionado al referirse al caso, declaró que este logro representó “una batalla librada con la sabiduría y experiencia del presidente Nicolás Maduro”.

Diosdado Cabello y Cilia Flores fueron personalmente a buscarla al aeropuerto. CORTESÍA
El retorno de la niña Maikelys Espinoza a Venezuela trascendió con creces la repatriación de una menor de edad, ya que para la administración liderada por Nicolás Maduro, este acontecimiento se elevó a la categoría de triunfo político de considerable magnitud y un punto estratégico donde se demostró la eficacia de la diplomacia bolivariana.
En el ámbito nacional, la noticia superó las fronteras de la política para instalarse profundamente en el sentir colectivo como “un acto de justicia fundamental, la restitución de un derecho inalienable a una ciudadana venezolana”, y para la familia Espinoza, marcada por la dolorosa separación y la incertidumbre jurídica, la llegada de Maikelys representó “la culminación de un anhelo arraigado, un sueño largamente esperado que finalmente se materializó”.
La espera, las noches de desvelo y la constante preocupación encontraron un punto final con el abrazo tan ansiado que se ha plasmado en numerosas fotos esta semana.
Jugada diplomática
Este caso hay que verlo con detenimiento ya que el propio presidente Nicolás Maduro asumió un rol protagónico en la misión de repatriar a Maikelys, designándola como una prioridad esencial de su gestión gubernamental.
En una jugada diplomática que numerosos analistas internacionales describieron como efectiva, el mandatario venezolano logró negociar su liberación y traslado desde Estados Unidos, nación donde la niña había sido separada de sus padres venezolanos poco antes de que estos fueran sometidos a un proceso de deportación.
“La felicidad nos desborda al ver a esta hermosa niña rescatada, libre y feliz entre nosotros. Gracias a Dios, el milagro se consumó nuevamente. Con el favor de Dios, rescataremos sanos y salvos a todos los venezolanos secuestrados en El Salvador, más temprano que tarde. Vendrán a abrazar a sus familias”, expresó el Presidente.
Superada la prueba
La Diplomacia Bolivariana superó la prueba, ya que este significativo rescate demostró, de manera innegable que, a pesar de las evidentes tensiones y las profundas diferencias ideológicas existentes, los canales de comunicación entre la Casa Blanca y el Palacio de Miraflores se mantienen activos y operativos.
El presidente Maduro mismo no vaciló en reconocer públicamente la relevancia de estas gestiones bilaterales, extendiendo su agradecimiento al embajador Richard Grenell, quien fungía como enviado especial del entonces presidente estadounidense Donald Trump, y al propio mandatario norteamericano por la concreción de lo que calificó como un "acto de justicia humano".
“Gracias a la solidaridad de las madres y el pueblo de Venezuela, así como las gestiones de Jorge Rodríguez, como enviado de Paz; el trabajo del equipo de la Vicepresidenta Delcy Rodríguez; el apoyo del ministro de Interior, Diosdado, Cilia Flores, el Defensor de los Derechos Humanos, Larry Devoe, Camilla y Alex Saab”, destacó Maduro.
“Asimismo, extendemos nuestro agradecimiento al Enviado Especial de EEUU, Richard Grenell, y al presidente Donald Trump, por encima de las diferencias”, precisó el mandatario.
Las palabras y los silencios
Cabello no dudó en señalar el silencio de la oposición venezolana y la jerarquía de la Iglesia Católica tras la repatriación de Maikelys Espinoza. El secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) manifestó su sorpresa e indignación ante la falta de pronunciamiento por parte de estos sectores.
Enfatizó que, mientras la ciudadanía se movilizaba y expresaba su júbilo por el rescate de Maikelys, figuras prominentes de la oposición optaban por la indiferencia e incluso incurrían en comentarios sarcásticos. Una manifestación congregó a una multitudinaria marcha desde la Plaza Morelos hasta el Palacio de Miraflores.
Jorge Rodríguez, también jefe del comando de campaña Ven25+, formuló una grave denuncia, señalando a un alto funcionario de la administración del presidente estadounidense Donald Trump como el presunto responsable intelectual del secuestro de Maikelys Espinoza.
Por su parte Delcy Rodríguez, vicepresidenta Ejecutiva de la República, extendió su agradecimiento público al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) por el papel fundamental que desempeñó la organización en el exitoso rescate.
La historia de una niña y la unión de un país
Maikelys Antonella, una niña de tan solo dos años de edad, había nacido en suelo peruano, pero sus vínculos filiales y su nacionalidad venezolana la unían de manera intrínseca e ineludible con su Patria.
Tras el ingreso de sus padres a los Estados Unidos y su posterior detención por las autoridades de inmigración, la pequeña quedó bajo la custodia de una familia de acogida designada por la Oficina de Reubicación. Esta difícil situación generó una profunda angustia y desasosiego tanto en sus padres como en el gobierno venezolano, que de inmediato activó todos sus mecanismos.
El ministro de Interior Diosdado Cabello, visiblemente emocionado al referirse al caso, declaró que este logro representó “una batalla librada con la sabiduría y experiencia del presidente Nicolás Maduro”.

Diosdado Cabello y Cilia Flores fueron personalmente a buscarla al aeropuerto. CORTESÍA
"Le damos la bienvenida a la niña Maikelys Espinoza, hija y nieta de todos nosotros. Gracias a Dios por traer a esta hermosa niña a los brazos de su madre”
NICOLÁS MADURO
Presidente de la República
NICOLÁS MADURO
Presidente de la República
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