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¿Qué cambiará entre Colombia y Venezuela a partir del gobierno de Gustavo Petro?

Las expectativas y los retos por la nueva etapa de las relaciones binacionales están en alza

  • YAZMÍN ANTÍA

07/08/2022 11:28 am

Caracas. - Las expectativas políticas, que incluyen las de seguridad, las económicas y sociales sobre el cambio de gobierno en Colombia parecen tener
buen tono para el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y las relaciones entre ambos países.

Las relaciones diplomáticas colombo venezolanas, rotas por Caracas, en febrero de 2019, luego que el Gobierno del saliente mandatario Iván Duque reconociera como “presidente interino” al opositor Juan Guaidó, comenzaron a reconfigurarse tras el encuentro, el pasado 28 de julio, entre el canciller a estrenar la nueva administración de Petro, Álvaro Leyva y el ministro de Relaciones Exteriores Carlos Faría del gobierno de Nicolás Maduro, en Táchira.

Frontera dinámica
Lo seguro, de acuerdo a lo anunciado por Petro y por Leyva, es la normalizarán inmediata de relaciones entre Venezuela y Colombia con el nombramiento de embajadores y restablecimiento de consulados, tras la toma de posesión de Gustavo Petro este 7 de agosto.

Las relaciones entre Venezuela y Colombia se definen no solo por su origen histórico que actualmente les obliga a compartir una frontera terrestre de 2.341 km de longitud, la más dinámica y activa del hemisferio, sino por una cuestión de supuesta afinidad ideológica que les permitiría estrechar nuevamente estos lazos diplomáticos, comerciales y sociales.

Para el gobernador del departamento fronterizo del Norte de Santander, Silvano Serrano, se espera apostarle a la reactivación económica, a una frontera segura y con oportunidades para todos”, en el marco de lo que han denominado la apertura ordenada y controlada de la frontera.

El presidente electo, por su parte, manifestó que la activación del comercio en la zona es una prioridad "ojalá las cooperativas, las personas dedicadas a la producción, independientemente de su poder económico, se alisten para los intercambios que nunca debieron ser suspendidos", expresó Petro.

Según el analista Manuel Alejandro Rayrán, docente de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia,  el avance en las relaciones entre los dos países es positivo, principalmente por tres factores: el humanitario, el económico y el de seguridad, cita Efe.

Rayrán observa que el cierre de la frontera común generó la utilización de los pasos fronterizos ilegales “en donde grupos criminales maltratan a la población” convirtiéndose además en un lugar propicio para la “creación de negocios ilícitos como la trata de personas”, agravando la situación de seguridad en la zona.



"El romper las relaciones, que no haya comunicación entre los dos Gobiernos claramente permitió que grupos armados ilegales tuvieran mayor control en esa zona y los fortaleció", asegura el analista.

La frontera podrá abrirse, luego de cumplirse siete años de ser implementado su cierre, en agosto del 2015, lo que significó pérdidas económicas millonarias para las dos naciones afectando principalmente a los comerciantes de la zona fronteriza. En la actualidad, los puentes internacionales que conectan a Venezuela con Colombia tienen solo permitido el paso de peatones.

El politólogo venezolano y exsecretario general de la gobernación de Táchira, Luis Díaz califica como una “gran victoria” para los pueblos latinoamericanos el restablecimiento de sus relaciones políticas y diplomáticas, entre ambos países. Díaz, en entrevista con Xinhua, considera que esta nueva situación también favorece el desarrollo de “políticas propias latinoamericanas”, alejadas del “tutelaje” que intenta imponer Estados Unidos en la región.
En ese contexto, indica que es oportuno retomar procesos de integración regional como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y afianzar la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC).

En tanto Pavel Rodón, exembajador de Venezuela en Colombia, entrevistado por la agencia china, aseveró que del lado venezolano sería pertinente activar la Comisión Presidencial de Integración y Asuntos Fronterizos (COPIAF).

“Esa Comisión llegó a trabajar más de 120 temas en diversas áreas, ambiente, seguridad, economía, educación, cultura, vialidad”, que pueden fortalecer los esquemas de cooperación bilateral, dijo el experto. 

Sobre el futuro inmediato también opina el diputado monaguense Luis Eduardo Martínez, para quien, “existen grandes expectativas que desde hoy mismo deben comenzar a ser realidad”, entre ellas enumeró: “El reinicio del intercambio comercial que pudiera ubicarse en los próximos meses en unos 6 mil millones de dólares generador a la par de unos 30 mil empleos, la regularización de los pases fronterizos, el intercambio de embajadores y cónsules poniendo fin a la ilegítima representación del ficticio “Interinato”, la reactivación de los vuelos directos entre las principales ciudades y la capacidad de buscar juntos soluciones a la migración venezolana, son tareas fundamentales a acometer que involucran no solo a ambos gobiernos sino también a los parlamentos, gremios empresariales y comerciales y a los ciudadanos de las regiones fronterizas que tanto saben de lo positivo de potenciar históricas relaciones”, destacó el parlamentario.
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