En las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania ha habido algunos avances que pudieran anunciar futuros acuerdos para poner fin a las hostilidades. Sin embargo, aun cuando se llegue a un sólido acuerdo de paz, las medidas económicas tomadas desde Occidente contra Rusia son de carácter duradero y se mantendrán durante todo el período de transición del sistema mundial unipolar al multipolar.
En esta etapa, que puede ser larga, continuarán las prohibiciones de Estados Unidos a las importaciones de petróleo y energía de Rusia. A su vez, los países de la Unión Europea se encaminan hacia la reducción de las importaciones de Rusia, país que suministra el 40 % del gas de la UE, el 27 % de sus importaciones de petróleo y el 46 % del carbón.
El objetivo es desprenderse del consumo de combustibles fósiles rusos para 2030. En lo inmediato, EEUU trabaja para sustituir 15.000 millones de gas, una porción relativamente pequeña del total de los suministros rusos.
AGENDA MUNDIAL
Las necesidades creadas por el conflicto de Ucrania han puesto a Venezuela en la agenda internacional por su condición de primera reserva mundial de petróleo y por sus reservas probadas (197,1 billones de pies cúbicos) de gas natural, cifra que la ubica en el octavo lugar a escala mundial.
Estas circunstancias han propiciado un acercamiento entre los gobiernos de EEUU y Venezuela, lo que se expresó en la visita de una delegación de la Casa Blanca al Palacio de Miraflores para sostener una reunión con el presidente Nicolás Maduro. Entre los temas tratados estuvo el suministro de petróleo de Venezuela al mercado estadounidense, lo que fue confirmado por Antony Blinken en rueda de presa desde Londres.
CHEVRON-EXXON
Ahora bien, para que esos suministros puedan realizarse, el gobierno de EEUU tendría que aliviar las sanciones al sector petrolero y financiero venezolano. Por el momento, se tiene conocimiento de que han continuado los contactos y se ha conocido que las empresas internacionales de petróleo están en Venezuela negociando los términos de su participación.
Hay presiones en contra desde la bancada cubanoamericana y competencia entre grandes empresas petroleras, cada quien con su lobby haciendo cabildeo. Exxon, aunque pudiera negociar en Caracas, presiona hacia Guyana y Chevron hacia Venezuela.
ESCENARIOS
De manera que se desconoce cuál pudiera ser la decisión definitiva de Washington. Como se sabe, Venezuela tiene más de 20 acuerdos bilaterales con Rusia, incluida la cooperación militar, lo que une a los dos países con lazos estrechos. Caracas es una de las ciudades del continente americano que tiene vuelos directos a Moscú y el pequeño programa turístico tiene su importancia simbólica.
En este marco global complejo, que conjuga una Rusia considerada como enemiga y la necesidad de los hidrocarburos venezolanos, Washington pudiera estar estudiando las siguientes políticas:
• Una posición pragmática que conduzca a acuerdos amplios para otorgar licencias a las petroleras y alivios financieros que permitan a Venezuela incrementar sus suministros al mercado occidental en un esquema progresivo, programado para varios años.
• Otra opción, que pudiera tentar a EEUU si estima incompatibles las inversiones petroleras con las actuales relaciones Venezuela-Rusia, sería la reincorporación plena y expedita de Venezuela al dispositivo geopolítico estadounidense. Para este fin, Washington tendría que adoptar políticas de derrocamiento, de disuasión o intervención militar.
• Washington pudiera también considerar otro camino, que consistiría en mantener el statu quo, en espera de un deterioro mayor de la situación económica interna a consecuencia de los efectos de la guerra y el aislamiento de Rusia. En esta línea, se otorgarían pocas o ninguna licencia, en la perspectiva de un cambio de gobierno generado por las dificultades de las nuevas circunstancias mundiales.
Desde el punto de vista del interés venezolano, convendría apuntalar la primera opción, la del pragmatismo, para lo que se debe aprovechar la ventana abierta de oportunidades que brinda el diálogo iniciado entre Washington y Caracas, así como las conversaciones con los enviados de las petroleras.
Para tal fin, se tendría que avanzar en el campo de las garantías económicas para los inversionistas nacionales y extranjeros y, en el plano político, en el proceso de actualización institucional para facilitar las condiciones del desarrollo plural de las diferentes corrientes partidistas.
En esta etapa, que puede ser larga, continuarán las prohibiciones de Estados Unidos a las importaciones de petróleo y energía de Rusia. A su vez, los países de la Unión Europea se encaminan hacia la reducción de las importaciones de Rusia, país que suministra el 40 % del gas de la UE, el 27 % de sus importaciones de petróleo y el 46 % del carbón.
El objetivo es desprenderse del consumo de combustibles fósiles rusos para 2030. En lo inmediato, EEUU trabaja para sustituir 15.000 millones de gas, una porción relativamente pequeña del total de los suministros rusos.
AGENDA MUNDIAL
Las necesidades creadas por el conflicto de Ucrania han puesto a Venezuela en la agenda internacional por su condición de primera reserva mundial de petróleo y por sus reservas probadas (197,1 billones de pies cúbicos) de gas natural, cifra que la ubica en el octavo lugar a escala mundial.
Estas circunstancias han propiciado un acercamiento entre los gobiernos de EEUU y Venezuela, lo que se expresó en la visita de una delegación de la Casa Blanca al Palacio de Miraflores para sostener una reunión con el presidente Nicolás Maduro. Entre los temas tratados estuvo el suministro de petróleo de Venezuela al mercado estadounidense, lo que fue confirmado por Antony Blinken en rueda de presa desde Londres.
CHEVRON-EXXON
Ahora bien, para que esos suministros puedan realizarse, el gobierno de EEUU tendría que aliviar las sanciones al sector petrolero y financiero venezolano. Por el momento, se tiene conocimiento de que han continuado los contactos y se ha conocido que las empresas internacionales de petróleo están en Venezuela negociando los términos de su participación.
Hay presiones en contra desde la bancada cubanoamericana y competencia entre grandes empresas petroleras, cada quien con su lobby haciendo cabildeo. Exxon, aunque pudiera negociar en Caracas, presiona hacia Guyana y Chevron hacia Venezuela.
ESCENARIOS
De manera que se desconoce cuál pudiera ser la decisión definitiva de Washington. Como se sabe, Venezuela tiene más de 20 acuerdos bilaterales con Rusia, incluida la cooperación militar, lo que une a los dos países con lazos estrechos. Caracas es una de las ciudades del continente americano que tiene vuelos directos a Moscú y el pequeño programa turístico tiene su importancia simbólica.
En este marco global complejo, que conjuga una Rusia considerada como enemiga y la necesidad de los hidrocarburos venezolanos, Washington pudiera estar estudiando las siguientes políticas:
• Una posición pragmática que conduzca a acuerdos amplios para otorgar licencias a las petroleras y alivios financieros que permitan a Venezuela incrementar sus suministros al mercado occidental en un esquema progresivo, programado para varios años.
• Otra opción, que pudiera tentar a EEUU si estima incompatibles las inversiones petroleras con las actuales relaciones Venezuela-Rusia, sería la reincorporación plena y expedita de Venezuela al dispositivo geopolítico estadounidense. Para este fin, Washington tendría que adoptar políticas de derrocamiento, de disuasión o intervención militar.
• Washington pudiera también considerar otro camino, que consistiría en mantener el statu quo, en espera de un deterioro mayor de la situación económica interna a consecuencia de los efectos de la guerra y el aislamiento de Rusia. En esta línea, se otorgarían pocas o ninguna licencia, en la perspectiva de un cambio de gobierno generado por las dificultades de las nuevas circunstancias mundiales.
VENTANA
Desde el punto de vista del interés venezolano, convendría apuntalar la primera opción, la del pragmatismo, para lo que se debe aprovechar la ventana abierta de oportunidades que brinda el diálogo iniciado entre Washington y Caracas, así como las conversaciones con los enviados de las petroleras.
Para tal fin, se tendría que avanzar en el campo de las garantías económicas para los inversionistas nacionales y extranjeros y, en el plano político, en el proceso de actualización institucional para facilitar las condiciones del desarrollo plural de las diferentes corrientes partidistas.
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