Mejorar el sector salud para un 2045 con comunidades fortalecidas
Las comunidades han encontrado mayores dificultades en su entorno por el cómo la contaminación en sus distintas caras ha generado afecciones respiratorias en las personas más vulnerables
Por Carmen Olanizola, vocera de la Unidad de Contraloría Social del Consejo Comunal Los Colorados, municipio Valencia, Carabobo.
Desde mi experiencia laboral con comunidades, he constatado que la contaminación ambiental es uno de los obstáculos que transversaliza el área ambiental, económica y hasta política por las consecuencias que acarrea en la vida del ser humano; pero en esta oportunidad, me deseo enfocar en cómo afecta propiamente a las comunidades. Actualmente, las comunidades han encontrado mayores dificultades en su entorno por el cómo la contaminación en sus distintas caras ha generado afecciones respiratorias en las personas más vulnerables, propiciando, en algunos casos, epidemias que por lo general afectan a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores. En este sentido, si deseamos ver un mundo mejor en el 2045, que es lo que todos deseamos, es importante promover un buen conjunto de políticas públicas en materia sanitaria que logre fortalecer los sistemas de salud en el país, y así permitir un mayor acceso de los más vulnerables a los sistemas de salud.
El contexto actual por el Covid-19, a pesar de su triste resultado al cobrar miles de vidas, representa con mayor auge la necesidad de reforzar las políticas sanitarias, a partir de entender la importancia que representa el sector salud. Para tener una mejor calidad de vida en 2045, necesitamos sistemas sanitarios que funcionen en su estado óptimo y aseguren la atención social, especialmente para la población más vulnerable en las comunidades, preservando así el derecho humano del acceso a la salud y a cualquier otro servicio básico.
Las comunidades, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones internacionales, el sector privado y los gobiernos de trabajo, todos en conjunto, debemos trabajar unidos para lograr convertir en oportunidades las dificultades y retos que enfrentamos actualmente a nivel mundial, los cuales no solo se convirtieron en un tema de salud sino en un tema económico, político y social. Cuando los miedos nos aquejen en momentos de incertidumbre como el que vivimos en el 2020, sigamos trabajando por conseguir un mundo mejor, más preparado y con medidas resilientes para trabajar en conjunto.
La contaminación ambiental es uno de los daños más graves que atravesamos, de la cual urge hablar por sus efectos en el planeta y las sociedades, si realmente queremos alcanzar un planeta limpio y una sociedad con mejor calidad de vida dentro de 25 años.
Desde mi experiencia laboral con comunidades, he constatado que la contaminación ambiental es uno de los obstáculos que transversaliza el área ambiental, económica y hasta política por las consecuencias que acarrea en la vida del ser humano; pero en esta oportunidad, me deseo enfocar en cómo afecta propiamente a las comunidades. Actualmente, las comunidades han encontrado mayores dificultades en su entorno por el cómo la contaminación en sus distintas caras ha generado afecciones respiratorias en las personas más vulnerables, propiciando, en algunos casos, epidemias que por lo general afectan a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores. En este sentido, si deseamos ver un mundo mejor en el 2045, que es lo que todos deseamos, es importante promover un buen conjunto de políticas públicas en materia sanitaria que logre fortalecer los sistemas de salud en el país, y así permitir un mayor acceso de los más vulnerables a los sistemas de salud.
El contexto actual por el Covid-19, a pesar de su triste resultado al cobrar miles de vidas, representa con mayor auge la necesidad de reforzar las políticas sanitarias, a partir de entender la importancia que representa el sector salud. Para tener una mejor calidad de vida en 2045, necesitamos sistemas sanitarios que funcionen en su estado óptimo y aseguren la atención social, especialmente para la población más vulnerable en las comunidades, preservando así el derecho humano del acceso a la salud y a cualquier otro servicio básico.
Las comunidades, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones internacionales, el sector privado y los gobiernos de trabajo, todos en conjunto, debemos trabajar unidos para lograr convertir en oportunidades las dificultades y retos que enfrentamos actualmente a nivel mundial, los cuales no solo se convirtieron en un tema de salud sino en un tema económico, político y social. Cuando los miedos nos aquejen en momentos de incertidumbre como el que vivimos en el 2020, sigamos trabajando por conseguir un mundo mejor, más preparado y con medidas resilientes para trabajar en conjunto.
- Carmen Olanizola tiene 40 años de experiencia en luchas comunitarias. Fue presidenta de la Asociación de vecinos de los Colorados (ASOVECOL). En el 2008, asistió al foro sobre Ley de Consejos Comunales en la Asociación de Vecinos de Lomas del Este (ABRIL). También ha participado en el programa de “Participación Ciudadana desde los Observatorios Locales” de la Alcaldía de Valencia en el 2016. Ha participado en el programa de formación integral de vertedores municipales del Grupo Social CESAP. Actualmente es vocera de la Unidad de Contraloría Social del Consejo Comunal. Además, es Secretaria Ejecutiva de la Fundación Parroquianos por San José.
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