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Laboristas británicos intentan cerrar heridas en un congreso en línea

Esta reunión en línea del principal partido de la oposición, prevista hasta el martes, es la primera desde la derrota en las elecciones legislativas de diciembre frente a los conservadores del primer ministro Boris Johnson

  • AFP

20/09/2020 10:52 am

Londres.- El Partido Laborista británico abrió este domingo su congreso anual, que debido al nuevo coronavirus se celebra por primera vez en línea, para revitalizar el apoyo de las bases después de años de luchas ideológicas internas y de fracasos electorales. 

Esta reunión en línea del principal partido de la oposición, prevista hasta el martes, es la primera desde la derrota en las elecciones legislativas de diciembre frente a los conservadores del primer ministro Boris Johnson y la llegada de Keir Starmer a la cabeza de la formación, destacó AFP.

Este centrista y eurófilo fue elegido por los militantes en abril para suceder a Jeremy Corbyn (de la izquierda radical). Se ha comprometido a reactivar la formación, debilitada y dividida sobre el Brexit, el posicionamiento económico del partido y la gestión del antisemitismo en su seno.

Pese a las "tensiones" persistentes, "ha sido capaz de evitar que el partido se sumiera todavía más en las divisiones internas" que marcaron la era Corbyn, declaró Simon Usherwood, profesor de política de universidad de Surrey.

Credibilidad

La crisis sanitaria por el nuevo coronavirus ha brindado un apoyo inesperado a este exabogado de 58 años. Se acusa al gobierno conservador de haber gestionado mal la pandemia en el país, el más afectado de Europa con casi 42.000 muertos.

Keir Starmer dijo el domingo que apoyaba los esfuerzos del gobierno para tratar de detener el rebrote del virus, incluida la multa de hasta 10.000 libras para aquellos que no cumplan con la orden de aislarse. 

Pero criticó un sistema de detección que, según él, es defectuoso y no previó el fuerte aumento de la demanda de test con la reapertura de escuelas y oficinas.

"El gobierno ha perdido el control de la detección, no sabe necesariamente dónde está el virus", dijo a Sky News, pidiendo que haya disculpas.

Los ataques contra Boris Johnson en la Cámara de los Comunes, a quien Keir Starmer culpa de la falta de equipos de protección para el personal sanitario, del sistema de detección deficiente y de muchos cambios de parecer, hacen que muchos lo vean como un posible futuro primer ministro.

Según un sondeo de YouGov publicado el jueves pasado, solo el 30% de los británicos cree que el Ejecutivo ha gestionado bien la crisis, frente al 68% que es crítico. Y por primera vez desde que Boris Johnson llegó al poder en el verano de 2019, una encuesta publicada a fines de agosto coloca a los laboristas y a los conservadores codo con codo en intención de voto.

Jeremy "Corbyn era muy bueno movilizando a una cierta franja de apoyo al laborismo, pero carecía de credibilidad como primer ministro", estima Simon Usherwood.

"Escalar una montaña"

Keir Starmer volvió al ataque antes de la apertura del congreso, acusando al gobierno de ser un lastre para el Reino Unido debido a su "incompetencia".

Según Angela Rayner, la número dos del Partido Laborista, para él es una ocasión de mostrar al país lo que puede ofrecerle: "un nuevo liderazgo". Aunque el partido todavía tiene que "escalar una montaña" si quiere llegar al poder en las próximas legislativas, previstas en 2024, apunta. 

El martes el líder de la oposición expondrá su visión para el Reino Unido, mostrándose como la antítesis de Boris Johnson. "Utilizará su discurso para reforzar la reputación ya ganada de líder competente", vaticina Steven Fielding, profesor de historia política en la universidad de Nottingham, en declaraciones a la AFP.

Por primera vez en mucho tiempo, el Brexit, fuente de profundas disensiones entre los laboristas, quedará relegado a un segundo plano. Ahora se trata de reconquistar a las clases populares, que se han rendido masivamente ante el discurso anti Unión Europea de Boris Johnson, y cuyo voto será decisivo.

Keir Starmer se presenta como un unificador pero debe cuidarse de no entrar en demasiados detalles, estima el politólogo, para no ponerse en contra a los militantes muy apegados al programa radical de Jeremy Corbyn, que prevé nacionalizaciones masivas.

"La mayoría de los miembros del Partido Laborista está dispuesta ahora a darle a Keir Starmer una oportunidad para ver si puede unir al partido y hacer que se desarrolle", considera John McDonnell, encargado de finanzas del exlíder, en el periódico italiano La Repubblica. Pero no quiere "ningún retroceso respecto al radicalismo de Jeremy Corbyn", advierte.

En el ala izquierda, "hay un fuerte temor (...) de que lleve al partido en una dirección más moderada", abunda Steven Fielding.
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